Ante la crisis, hay que buscar alternativas para cocinar sin gas. La subida del precio de la luz, la problemática energética e incluso los rumores de posibles apagones, han llevado a redescubrir otro tipo de cocinas que permiten ahorrar energía y dinero.
En la actualidad, la casi totalidad de los hogares disponen de placas eléctricas, de vitrocerámica, inducción o fuego clásico a gas o butano, además de los microondas y hornos convencionales. Y creemos que son las únicas alternativas que existen…
El contexto energético actual nos ha llevado a redescubrir otro tipo de cocinas que siempre han estado ahí, pero cuyo uso y popularidad era minoritario, especialmente por amantes del aire libre o de la sustentabilidad.
Existen otras soluciones para cocinar con menos electricidad e incluso sin ella en medio de una ciudad y con un estilo de vida convencional. Hoy compartimos información sobre la cocina solar.
Cocinar sin gas: la cocina solar

Las cocinas u hornos solares son los máximos exponentes de la independencia energética y ecológica porque no precisan ni electricidad ni ningún otro combustible.
Existen versiones modernas y prácticas como las plegables que ofrecen total libertad de movimiento para una vida nómada o al aire libre. Así que es posible pensar su uso para balcones, patios y terrazas de la ciudad. Mientras haya sol, la comida está asegurada.
Este mercado ha evolucionado mucho en los últimos años. Si bien aún son eficientes las versiones caseras podemos encontrar hoy día modelos de estética futurista, mucho más livianos, con distintas prestaciones y que destacan por su alta eficiencia de transformación de la energía solar en energía térmica y su capacidad para retener el calor en su interior.
Existen también modelos aptos para días nublados, ideales para viajeros o ciudadanos de zonas con poco sol, climas suaves e incluso frío.

Si bien podemos encontrar muchos modelos de cocinas y hornos solares, todos ellos se basan en que los materiales de fabricación reflejan la radiación solar de forma directa y lo concentran en un punto para cocinar al momento.
Se pueden cocinar todo tipo de platos al sol, desde pan o repostería a paella, y los usuarios valoran que los alimentos quedan muy tiernos y con un gran sabor.
La cocción solar es otro ejemplo de “cocina slow” porque se tarda un tiempo en alcanzar la temperatura para cocinar, pero, a cambio, se obtiene la energía zero waste por excelencia: limpia, libre, sin emisiones y segura al alcance de todo el mundo.
Como expresa Bernard Farinelli “es posible vivir de otro modo, redescubrir la libertad, protegerse contra las enfermedades de nuestros días, dar sabor a los alimentos y a la vida, y economizar –con el sentido que cada uno quiera ver en esta palabra–.”
Cocinas solares caseras
Si eres de los que te gusta fabricar tus propios dispositivos ecológicos, podrás encontrar muchos tutoriales gratuitos en internet para realizar tu propia cocina solar. Haz click aquí para conocer un modelo muy simple:

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