Las criptomonedas surgieron allá por el año 2008 con el Bitcoin. Hoy ya son conocidas en casi todo el mundo y despiertan interés tanto en el ámbito económico como en el social.
Funcionan bajo un sistema criptográfico llamado minado, operado por miles de computadoras conectadas y diseminadas por todo el mundo y cualquier usuario puede dedicarse a “minar” para obtener un beneficio económico.
Esta actividad de minado tiene dos limitantes a nivel tecnológico, una de ellas es que se necesita computadoras de alta potencia, no puede realizarse con una convencional. La segunda, es que tiene un alto costo energético, lo que en algunas ocasiones hace que el minado deje de ser rentable.
Establecer una red de minado puede resultar interesante en aquellos países en los que el acceso a electricidad no sea costoso, como es el caso de Islandia, Kuwait o de Venezuela.

¿Pero qué es el minado de criptomonedas?
Esta actividad es el proceso por el cual los mineros, utilizan la potencia en forma de hash, para formalizar y dar valor a una transacción.
Un hash es una función criptográfica que codifica los datos de una cadena. Esto nos lleva a definir la tecnología blockchain. A manera de ejemplo, podemos entender al blockchain como una gigantesca base de datos formada por multitud de elementos. Cuando un archivo, ya puede ser una criptomoneda o una fotografía, utiliza la tecnología del blockchain, se encuentra fragmentado en multitud de trozos distintos en equipos diferentes. Para que se pueda acceder a este archivo o a este valor, todos los miembros que poseen fragmentos del mismo han de validar la operación, de lo contrario, no tendrá efecto.
Las criptomonedas utilizan el blockchain para formalizarse y completar una transacción. Si deseas enviar una cantidad de criptomonedas a alguien, todos los registros de esa base de datos deben coincidir y ser validados a la vez. Estas operaciones matemáticas deben ser verificadas mediante unos acertijos matemáticos. Cuando se resuelven, se da por buena la operación y el minero recibe una recompensa en forma de divisa virtual. Por ejemplo, si esta operación ha tenido lugar con Bitcoin, recibirá una cantidad de la misma.
Las criptomonedas son mucho más que un tipo de divisa que ya funciona para realizar y recibir pagos. Totalmente descentralizadas y sin la autoridad de una entidad monetaria de carácter internacional, necesitan del apoyo de una extensa red para poder funcionar.
Lo cierto es que estos algoritmos matemáticos, no han parado de crecer de manera exponencial.
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