España tenía, hasta hace poco más de un año, una de las legislaciones más restrictivas en cuanto a autoconsumo eléctrico. En diciembre de 2018, tras la aprobación del Real Decreto Ley 15/2018 y la derogación del impuesto al sol, los particulares pueden generar energía en la vivienda de manera legal y de una forma sencilla.
Para fomentar el autoconsumo, la forma más cómoda es instalar placas fotovoltaicas, un modo sencillo de introducir las energías renovables en nuestro día a día y aprovechar todas sus ventajas. La pregunta que se hace mucha gente es, ¿son rentables las placas fotovoltaicas para autoconsumo? ¿se ahorra con ellas en la factura de la luz? Para saber más sobre este tema, aquí podemos encontrar mucha información relacionada.
Esta práctica, la instalación de placas fotovoltaicas para el ámbito doméstico, no es exclusiva para los hogares. Muchas instituciones públicas trabajan activamente para potenciar el consumo de energías renovables a través de esta vía. Un ejemplo es el ayuntamiento de Valencia, que confía en duplicar la energía generada para autoconsumo en sus edificios municipales.
¿Qué inversión es necesaria para colocar placas fotovoltaicas en casa?
La instalación de placas fotovoltaicas en casa debe ser considerada como una inversión, y no como un gasto. Pero para calcular su rentabilidad debemos atender a dos aspectos clave: el precio de la instalación y el ahorro energético que se puede lograr.
En los últimos 10 años, dese que el gobierno de Zapatero impulsara las energías renovables, el coste de estas instalaciones se ha abaratado en gran medida. El coste del vatio en las células solares de silicio, las más utilizadas, se ha reducido en torno al 90%. Este es un buen indicador de que el actual es un buen momento para apostar por este tipo de energía sostenible y renovable.
En la actualidad, el precio medio de una instalación de autoconsumo es de aproximadamente 1.500 euros por cada kilovatio de potencia eléctrica. En España, la potencia doméstica media más contratada es de 4,4 kW, de modo que el precio de una instalación de este tipo ronda entre los 6.500 y los 7.000 euros.
En EcoPortal ya hablamos sobre este tema y vimos que la reducción del coste de la instalación llegaba, en países como Estados Unidos, al 70% con respecto al precio de hace una década.
¿Cuál es el periodo de amortización de una instalación fotovoltaica?
A priori, invertir más de 6.000 euros en una instalación de este tipo puede parecer un gasto inicial alto, pero la clave no es pensar desde ese punto de vista, sino tener en cuenta el periodo de amortización.
La amortización es el momento a partir del cual la inversión realizada se iguala a la cantidad de dinero ahorrada por el menor consumo de energía. Para calcular la amortización se han de tener en cuenta varios factores: el coste final en bruto de la instalación y los beneficios o el ahorro económico por tener instaladas las placas y no consumir energía eléctrica de la red.
El precio total de la instalación depende del número de placas y el tipo de las mismas, así como de la superficie a cubrir. Para calcular la superficie a cubrir, o mejor dicho, para deducir el tamaño más adecuado para la instalación atendemos al total de kWh de consumo al mes, la superficie útil disponible en el tejado, la orientación y la climatología.
Por lo general, el periodo de amortización de estas instalaciones es de 7 años, según opinan los expertos. Teniendo en cuenta que la vida útil de las placas fotovoltaicas es de unos 25 años, instalar este sistema es una inversión claramente favorable, por lo que no debe ser considerado como un gasto.
Una fuente de energía asequible y rentable que ayuda a reducir la dependencia de los combustibles fósiles
Hoy en día, la energía solar es una alternativa asequible para muchas viviendas. En los últimos años se ha producido además una mejora importante en la eficiencia energética de estas instalaciones. Optar por placas fotovoltaicas supone aprovechar un recurso natural, infinito (en escala de la Humanidad), no contaminante y gratuito desde la supresión del impuesto al sol. Y a todo ello se suma un ahorro de cientos de euros anuales en el gasto eléctrico.
En tiempos de emergencia climática, España necesita abordar un cambio radical en sus formas de obtención de energía. No todo va a depender de las instituciones, los ciudadanos, a nivel individual con pequeños gestos, también podemos conseguir grandes mejoras.
Por Noemí Abad