Los inciensos son una manera de limpiar los ambientes con humo para ahuyentar las malas ondas, generar climas propicios para la meditación y mucho más. Trabajan desde la aromaterapia con hierbas y flores colaborando en la búsqueda de la sanación física y espiritual.
Una forma personalizada y natural de llevar los aromas herbales y florales a tu casa o espacio de trabajo, es creando tus propios inciensos caseros. Hacerlo es muy fácil.
Para fabricarlos, se podrán usar diferentes plantas secas, como las Rosas rojas que crean un ambiente delicado, o el Lemongrass que favorece la concentración y brinda alegría.
El proceso es muy sencillo, solo deberás conseguir los siguientes materiales:
Materiales para fabricar inciensos
Cordel de algodón: Lo utilizarás para atar tus hierbas y flores. Este tipo de cordel no se derrite y se utiliza habitualmente en la cocina. El cordel de cáñamo y el de yute son otras alternativas.
Flores y hierbas: Elige tus flores y hierbas frescas favoritas para hacer tu incienso casero. Tenemos una lista de nuestras opciones recomendadas a continuación. Asegúrate de comprobar si las flores son de temporada antes de empezar a preparar tus manojos de incienso.
Plato resistente al calor: El incienso se consumirá en este plato. Elige uno decorativo que combine con tus flores y hierbas.
Percha: La percha se utiliza para secar los manojos de incienso.
Cerillas o mechero: Elige unas cerillas o un mechero para prender el incienso.

Consejos para preparar tus inciensos
Lo mejor es utilizar flores y hierbas que no hayan sido cultivadas con productos químicos o pesticidas, para que no se propaguen en el aire.
Escoge flores que no estén completamente florecidas ya que las flores maduras son más propensas a enmohecerse o perder sus pétalos en el proceso de secado. Las hierbas frescas son más fáciles de envolver.
Al hacer inciensos de hierbas, asegúrate de usar las plantas que se han incinerado tradicionalmente por su humo aromático, ya que algunas especies desconocidas pueden producir un humo que es tóxico.
Las plantas de la siguiente lista se recogían, agrupaban e incineraban tradicionalmente por su humo aromático.
Considera la posibilidad de empezar con una o varias de estas plantas, combinando una variedad de productos botánicos con diferentes texturas y matices. Añade un toque de color con estas bellezas: lavanda, pétalos de rosa, salvia, variedades moradas de albahaca y pétalos florales.
Los inciensos son ideales para regalar en ocasiones especiales como souvenir!
Listado de hierbas y flores para preparar inciensos
Flores:
Jacinto
Jazmín
Fresia
Lila
Lirio
Geranio
Rosa
Hierbas:
Artemisa
Salvia
Hojas de laurel
Lavanda
Eucalipto
Canela
Hierba de limón
Romero
Tomillo
Vainilla
Cedro
Conoce algunas de sus propiedades

Cómo fabricar un incienso en 5 pasos
PASO 1: PREPARA LAS HIERBAS Y LAS FLORES PARA HACER EL INCIENSO
Corta los tallos de las hierbas a unos 15 centímetros de longitud y corta los tallos de las flores entre tres y seis centímetros. Retira las hojas sobrantes de las flores. Coloca 5-10 ramitas de cada planta y agrúpalas en la misma dirección.
PASO 2: AGRUPA LAS HIERBAS Y LAS FLORES
Las hierbas con hojas grandes, como el laurel y el eucalipto, son ideales para utilizarlas como base para el manojo. Pon las flores encima de las hierbas para mantenerlas seguras. Coloca las ramitas en la misma dirección en manojos de 5 a 7 cm de diámetro.
Puedes preparar manojos hechos con un solo tipo de planta o puedes preparar manojos mixtos compuestos por diferentes especies. El manojo se encogerá al secarse, así que hazlo un poco más grueso que el tamaño a conseguir.
PASO 3: UTILIZA EL CORDEL PARA ASEGURAR TU MANOJO DE INCIENSO.
Desenreda un trozo largo de cordel de algodón de unas cinco a ocho veces más largo que tu manojo. Ata el cordel en la base del tallo del manojo para mantenerlo unido. Deja unos 5 cm de hilo en el lado más corto.
Una vez asegurada la parte inferior, enrolla el extremo largo del cordel hacia arriba alrededor del manojo hasta llegar a la parte superior. A continuación, enrolla el cordel hacia abajo en la dirección opuesta.
Una vez que hayas llegado a la base del ramo, tienes que atar el extremo largo del cordel al extremo corto para asegurarlo.
A medida que el material vegetal se vaya secando, el manojo se irá encogiendo, por lo que es importante atar bien el manojo para que no se desarme.
PASO 4: CUELGA LOS MANOJOS BOCA ABAJO PARA QUE SE SEQUEN.
Utilizando una percha seca tus inciensos colgándolos en un espacio algo oscuro, cálido y seco. El calor y el movimiento del aire acelerarán el secado, lo que es importante si vives en un clima húmedo. Si el incienso se seca con demasiada lentitud, el interior se enmohecerá.
Si vives en un clima seco o tienes calefacción o aire acondicionado en tu casa, esto no es un problema. Comprueba la sequedad después de cuatro a siete días doblando el material vegetal, si la planta se rompe y se siente crujiente, está seca y lista para prenderla.
Guarda tus inciensos en frascos de vidrio para conservar la frescura y el aroma. Si vives en un clima húmedo, esto es esencial para evitar el moho y mantener los palos de inciensos lo suficientemente secos como para incinerarse.
PASO 5: COLOCA TUS INCIENSOS EN UN PLATO A PRUEBA DE CALOR Y PRENDELO
Prende la punta de tu incienso con un mechero, una vela o una cerilla. Si la llama no se apaga por sí sola después de cinco segundos, sopla suavemente. Coloca el incienso sobre un cuenco poco profundo y resistente al fuego para recoger las cenizas que caigan.
Recomendaciones importantes
No dejes nunca un incienso prendido sin vigilancia. Si tienes niños en casa, asegúrate de enseñarles seguridad contra incendios cuando prendas los inciensos, a los niños les encanta imitar a los adultos y tienen una curiosidad natural por el fuego.
Ten en cuenta que el humo de los inciensos puede desencadenar ataques de asma y agravar las afecciones respiratorias; evita prender el incienso cerca de personas sensibles al humo o con problemas respiratorios.
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