Así como los autos, los muebles, las casas, los automotores y tantas otras cosas para el consumo, se fabrican, los pobres también se hacen. Para concretar estos objetivos se deben cumplir determinados procedimientos; en primer lugar desde lo ideológico, imponiendo un lenguaje o discurso con palabras para nada inocentes, que encierran una pedagogía de la apropiación y de los más aptos. Después vendrán las fases operativas propiamente dichas, que apuntarán a la producción real y sostenible en el tiempo, de millones de pobres, cuando más mejor. No vaya a ser, que por alguna falla en la línea de montaje, aquellos se terminen o escaseen. La merma en el producto final (pobres), lleva inexorablemente a la declinación de la capacidad de acumulación de los cada vez más, pocos ricos, en cualquier lugar y tiempo que sea.