Objeciones de una científica a la campaña contra las “pseudociencias”

En los últimos meses han proliferado las manifestaciones en contra de las llamadas  “pseudociencias”  en los medios de comunicación, muchas de ellas lideradas por la recientemente creada Asociación para Proteger al Enfermo de Terapias Pseudocientíficas (APETP) y estimuladas por escándalos recientes, como el del niño italiano que murió porque sus padres no quisieron llevarle a un hospital para resolver una otitis, confiando en la homeopatía. A pesar de a que esta campaña  levanta muchas simpatías por presentarse como una defensa del rigor científico frente a la magia, me gustaría posicionarme  contra ella por diversas razones, ya que creo que esta persecución no está exenta, también, de riesgos.

Podría estar comiendo plástico y no saberlo

Un carguero repleto de patitos de goma naufragó durante el invierno de 1992 en mitad del océano Pacífico, víctima de una violenta tormenta, liberando al mar casi 30.000 animales de plástico de los que transportaba. Alegres objetos para jugar en la bañera, castores, ranas y tortugas de todos los colores, iniciaron un inopinado viaje que les llevaría allende los mares. El periodista Donovan Hohn los fue recogiendo a lo largo de un interesante periplo por costas de todo el mundo, de Escocia a China, de Alaska a Hawái, y lo contó en el libro Moby-Duck (Aguilar), uno de los mejores de 2011 según The New York Times.

¡Acrilamida! Cáncer en nuestra comida

Cuando comemos alimentos procesados de forma industrial, o salimos a disfrutar de una comida o cena en nuestro restaurante favorito, o simplemente cocinamos diariamente en nuestra casa, no sospechamos que el peligro nos ronda en el plato, que un agente tóxico y letal está presente en nuestra comida, que el riesgo de enfermar gravemente puede convertirse en una realidad debido a la ingesta de acrilamida.