Transgénicos: Un informe que no pone fin al debate

En su afán por legitimar los productos transgénicos, sus impulsores aluden a informes científicos que supuestamente ponen fin a las dudas sobre su inocuidad. Uno de los más recientes y significativos fue publicado el pasado mes de mayo por la Academia Nacional de las Ciencias de Estados Unidos (NAS), celebrado por individuos e instituciones que favorecen los transgénicos.

La desesperación de Monsanto

La corporación estadounidense Monsanto, mayor semillera y compañía de biotecnología agrícola del mundo, está en una situación desesperante. Terminó el 2015 botando a la calle a unos 2,600 empleados, y en enero de 2016 anunció que botaría a mil más. Esto equivale a 16% de su fuerza laboral. Según el International Business Times, esta drástica reducción de personal obedece a una reestructuración que aspira a ahorrarle a la compañía $500 millones para el fin del año fiscal 2018. (1)

Monsanto + Syngenta: los gigantes del agronegocio se consolidan

Tal parece que la fusión entre los gigantes de biotecnología agrícola Monsanto y Syngenta se hará realidad en 2016. Esta fusión ha sido muy comentada en los ámbitos del agronegocio y entre activistas opuestos a los agrotóxicos y transgénicos, pues de realizarse la empresa resultante controlaría 45% del mercado comercial de semillas a nivel mundial y 30% del negocio de los agrotóxicos.

Los límites del crecimiento, ¿Llegamos ya?

En 1972 un equipo del Instituto de Tecnología de Massachusetts dirigido por Dennis y Donella Meadows publicó lo que podría ser el informe ambiental más leído y discutido de todos los tiempos: Los Límites del Crecimiento, también conocido como el Informe del Club de Roma. Utilizando las tecnologías de informática más avanzadas de ese tiempo, el informe concluyó que si las tendencias actuales en crecimiento industrial y consumo de recursos naturales continuaban sin cambio alguno, la humanidad se encontraría con un catastrófico colapso económico y ecológico global en el siglo 21.

Hacia el estado agropolicial – ahora vas a necesitar un iPad para ser agricultor

El año pasado el gigante de biotecnología Monsanto compró la empresa Climate Corporation por $930 millones. Esta compañía, fundada en 2006 por ingenieros y científicos de Google y otras empresas de alta tecnología, posee una plataforma tecnológica que combina un minucioso monitoreo de condiciones meteorológicas locales, modelaje de datos agronómicos y simulaciones del tiempo en alta resolución. Maneja 50 terabytes de datos en cualquier momento dado para poder procesar datos meteorológicos de 2.5 millones de localidades y 150 mil millones de análisis de suelos, los cuales generan 10 trillones (10 a la 13 potencia) de puntos de datos para simular el tiempo. Con esta vasta información, Climate le vende a agricultores lo que llama Total Weather Insurance, un paquete analítico, de monitoreo y manejo de riesgo para asegurar cosechas.

La economía ecológica y la propuesta decrecentista

Parece que las disciplinas de la economía y la ecología siempre han estado reñidas. En prácticamente todos los conflictos ambientales, uno ve economistas y ecologistas en bandos opuestos.

El principal problema de la ecología con la economía es que las principales doctrinas económicas de los siglos XX y XXI, sean de izquierda o derecha, se fundamentan sobre el crecimiento ilimitado. Dice Robert Costanza, uno de los máximos exponentes de la economía ecológica: “Los paradigmas económicos corrientes (capitalista, socialista, y las varias mezclas) están todos basados sobre la premisa subyacente de crecimiento económico continuo e ilimitado”. En las fórmulas económicas convencionales se presume que los recursos naturales son infinitos, y que cualquier objeción ecologista al crecimiento canceroso de la economía se puede atender apelando al optimismo tecnológico.

Los límites del crecimiento, ayer y hoy

En 1972 un equipo de científicos del Instituto de Tecnología de Massachusetts, dirigido por Dennis y Donella Meadows y comisionado por el Club de Roma (1), estudió la interacción del crecimiento poblacional y económico con los recursos finitos del planeta empleando una herramienta entonces novedosa: modelaje por computadora. Utilizando los más poderosos ordenadores de la época, Meadows et al. manejaron grandes cantidades de cifras de variables como población humana, crecimiento industrial, producción de alimentos y contaminación ambiental, al igual que constantes, como los recursos naturales no renovables y los límites de los ecosistemas del planeta (2). Los resultados del estudio fueron estremecedores: si las tasas de crecimiento económico y de uso de recursos naturales continuaban, habría un catastrófico colapso ambiental y económico en algún momento en el siglo 21.

Energías renovables y decrecimiento

¿Pueden las energías renovables sacarnos del aprieto ambiental y energético mundial en el que estamos? Sí y no. La respuesta a esa pregunta depende de las premisas sociales y económicas que uno adopte. Si uno presume una economía mundial que crece sin parar y por ende una demanda energética per cápita que aumenta eternamente, si uno presume que el espiral de consumo y desperdicio continuará ascendiendo para siempre, entonces las renovables no son opción viable.

¿Transgénicos? No, Gracias

Estos cultivos no fueron alterados genéticamente para rendir más ni para ser más nutritivos ni para reducir el uso de agroquímicos tóxicos. La mayoría fue alterada para ser inmunes al herbicida Roundup, producto de la corporación estadounidense Monsanto, y se les conoce como cultivos Roundup Ready. Aún en dosis diluidas mil veces, los herbicidas Roundup estimulan la muerte de las células de embriones humanos, lo que podría provocar malformaciones, abortos, problemas hormonales, genitales o de reproducción, además de distintos tipos de cánceres”, segun Seralini.

El gran debate de la agricultura mundial

“La agricultura moderna, tal como hoy se practica en el mundo… está explotando excesivamente el suelo, nuestro recurso natural básico, y es insostenible porque hace un uso intensivo tanto de la energía proveniente de los combustibles de origen fósil como del capital, al mismo tiempo que básicamente no tiene en cuenta los efectos externos de su actividad”, declaró Hans Herren, co-presidente del IAASTD. “Si seguimos con las actuales tendencias en materia de producción de alimentos agotaremos nuestros recursos naturales y pondremos en peligro el futuro de nuestros niños.”

Agrocombustibles: ¿inocencia o cinismo?

Llámenlos como quieran, biocombustibles, cultivos energéticos, agrocombustibles, agroenergía, éstos son una falacia en un ecosistema finito y en un sistema económico basado en el crecimiento descontrolado e ilimitado…. Las implicaciones para la seguridad alimentaria del Sur global son estremecedoras. La apropiación de grandes extensiones de tierra para dedicarlas a cultivos de exportación no es más que una continuación del modelo colonial agroexportador, el mismo modelo socialmente retrógrado, feudal, explotador y ambientalmente destructivo que ambientalistas y progresistas en el Norte y el Sur han tratado por décadas de erradicar.

Puerto Rico: La Bio-Isla

Para enero de 2005 Puerto Rico había tenido 1,330 autorizaciones (field releases) para cultivos transgénicos experimentales en la isla, lo cual había resultado en 3,483 experimentos transgénicos al aire libre (field tests). De las 1,330 autorizaciones, 994 fueron para maíz, 262 para soya, 99 para algodón, 15 para arroz, 8 para tomate, 1 para papaya y 1 para tabaco. Según la documentación, se estaban autorizando estas siembras experimentales en Puerto Rico desde tan temprano como 1987, casi una década antes de que las autoridades de Estados Unidos permitieran el consumo humano de alimentos transgénicos.