“La comunidad está bien, no hay infectados por Covid, pero las necesidades son bastantes en este momento. Hasta ahora, el gobierno no ha llegado con información, apenas una pequeña ración de comida” dijo Katty Balladares de la comunidad Mandari Panga que vive en el río Tiputini.
La posibilidad de bañarse o beber agua del río sin el riesgo de contaminarse es nula. De manera que 150 comunidades corren el riesgo de desaparecer.
Derrame petrolero
El incidente ocurrió el pasado 09 de abril en la zona fronteriza entre Sucumbíos y Orellana; y tuvo como consecuencia la contaminación de los ríos Coca y Napo el agua se volvió negra y tóxica.
El derrame se originó al romperse tres oleoductos principales, el SOTE, el Poliducto Shushufindi, y el OCP (Oleoducto de Crudos Pesados), bajo la administración de Petroecuador y Petroamazonas.
La causa de la ruptura fue una erosión repentina en la cascada San Rafael, resultado del proyecto de manejo sedimentológico en la represa hidroeléctrica Coca Codo Sinclair. Anteriormente se advirtió del problema pero no se tomó ninguna medida de prevención.
Hasta la fecha, no hay reporte de cuantos barriles fueron derramados.
Líderes indígenas de la Amazonia pidieron hace una semana ayuda internacional humanitaria ante a la poca asistencia que reciben de los gobiernos de la región en medio de la expansión del Covid-19.
Frente a la afectación, incluso a la salud de personas, las comunidades interpusieron ante un tribunal amazónico una acción de protección contra el Estado y las empresas operadoras de los ductos como la privada OCP, que administra otra tubería para 180 mil bd y cuyo arreglo aún está inconcluso.
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Fuente: Radio La Calle