Y lo hace con un grifo con un difusor especial, que sustituye el chorro de agua al que estamos acostumbrados en los grifos de ducha por una especie de nube o niebla que permite ahorrar hasta un 70% más de este preciado líquido que en un cuarto de baño normal. Algunos estudios señalan que la ducha se lleva un 17% del consumo total de agua en los hogares estadounidenses.
En 2010 Carlos Gómez Andonaegui buscaba formas de ahorrar agua en la cadena de gimnasios que gestionaba en México. Eso le llevó a asociarse con Philip Winter, un estadounidense que estaba disfrutando de una beca en dicho país, y juntos fundaron Nebia, que se trasladó a San Francisco el año pasado.
Winter buscó la inspiración para Nebia estudiando la tecnología que utilizan los motores de los aviones y los sistemas agrícolas de riego. El objetivo era aprender a dispersar agua de una forma que resultara, al mismo tiempo, eficiente y capaz de aclarar el champú del pelo. Se trata de cubrir la mayor superficie con la menor cantidad de agua posible.
Pese a que no se trata de otro objeto conectado de los que forman parte del conocido como Internet de las cosas, con su propuesta, Nebia ha captado la inversión de nombres tan destacados en la vanguardia de la tecnología como Tim Cook, CEO de Apple, o Eric Schmidt, de Google. No es, señalan desde The Wall Street Journal, el único ejemplo de una nueva oleada de hardware que está inundando Silicon Valley.
Fue precisamente en los gimnasios que utilizan los trabajadores de los campus de Apple, Google y la Universidad de Stanford, entre otros templos de la tecnología, donde Nebia empezó a probar los primeros prototipos de esta ducha. De hecho, el cabezal está fabricado con el mismo aluminio en el que Apple fabrica sus ordenadores portátiles.
Ecoportal.net
TicBeat
http://www.ticbeat.com/