En los trópicos, las termitas juegan un papel crucial en los ecosistemas al reciclar la madera muerta y, por lo tanto, limpiar los bosques. A medida que aumentan las temperaturas en todo el mundo, muchas de estas especies se extenderán hacia el norte y el sur desde sus rangos actuales mientras realizan la misma función ecológica.
Pero eso puede no ser necesariamente algo bueno, ya que las termitas contribuyen al ciclo del carbono del planeta al descomponer la madera muerta, dice un equipo internacional de científicos.
"Con el aumento de las temperaturas, el impacto de las termitas en el planeta podría ser enorme", señala Amy Zanne, profesora de biología en la Universidad de Miami, quien dirigió un gran equipo de investigación cuyos miembros estudiaron más de 130 lugares en seis continentes en una variedad de hábitats donde bacterias, hongos y termitas consumen madera muerta.
Los científicos descubrieron que las termitas, que son sensibles a las fluctuaciones de temperatura, podrían propagarse a medida que el planeta se vuelve más cálido y seco. Una vez que lo hagan, sus impactos serán significativos.
“Las termitas [actualmente tienen] sus mayores efectos en lugares como sabanas tropicales y bosques estacionales y desiertos subtropicales”, dice Zanne. “Estos sistemas a menudo se subestiman en términos de sus contribuciones al presupuesto global de carbono”.
Termitas liberan el metano y el carbono de los árboles
Aunque los microbios y las termitas descomponen la madera muerta, explican los científicos, los microbios necesitan agua para crecer y consumir madera, mientras que las termitas pueden funcionar incluso con bajos niveles de humedad. “De hecho, las termitas pueden buscar su próxima comida incluso si está seca y llevar lo que quieren a sus montículos, o incluso trasladar su colonia a la madera que están consumiendo”, observan.
Los microbios juegan un papel importante en la descomposición de la madera en todo el mundo, pero las termitas también realizan esta función, por lo que el papel futuro de los insectos en el ciclo del carbono podría ser mucho mayor de lo que se pensaba. A medida que descomponen la madera, las termitas liberan metano y dióxido de carbono almacenado en ella, lo que significa que una mayor actividad de éstas podría contribuir a un aumento de las emisiones de gases de efecto invernadero.
“La inclusión de biorregiones áridas y cálidas, particularmente en el hemisferio sur, donde las termitas a menudo abundan y están activas, permitió nuevos conocimientos sobre su papel en la renovación del carbono”, dice Amy Austin, profesora asociada de ecología en la Universidad de Buenos Aires.
“Como ecologistas, es posible que debamos ampliar nuestra consideración de los ecosistemas leñosos más allá de un bosque de dosel cerrado y reconocer que las reservas de carbono leñoso en ecosistemas más secos son un componente importante del ciclo global del carbono”, agrega Austin.
Por Sustainability Times. Artículo en inglés