España: enfermedades del sistema circulatorio son la primera causa de muerte

De acuerdo con información del Instituto Nacional de Estadística (INE), las enfermedades del sistema circulatorio son la principal causa de defunciones en España. El informe reveló que en 2018 estas provocaron 120.859 muertes, de un total de 427.721. Los datos muestran una variación de un 0,75 % respecto del año anterior.

Asimismo, en 2018 fallecieron 211.279 mujeres por 216.442 hombres. En tanto, un total de 15.768 españoles murieron en 2018 por causas no naturales, entre las que el suicidio fue el más numeroso (3.539).

Aunque las enfermedades circulatorias representan el 28,3 % del total, ha habido una importante reducción respecto a los datos del año anterior, cuando ocurrieron 122.466 muertes por este tipo de enfermedades. No obstante, continúa siendo la primera causa de muerte en mujeres.

En cuanto a las enfermedades circulatorias, las isquémicas del corazón (infarto, angina de pecho, etc) son la primera causa de defunciones, si bien registraron un ligero descenso de 3,6 por ciento respecto al año anterior. En segundo lugar se ubican las enfermedades cerebrovasculares, las cuales también cayeron, en este caso un 1,9 por ciento. Según el INE, las muertes por infarto de miocardio pasaron de 14.956 en 2017 a las 14.521 en 2018.

En segunda posición tenemos a las muertes por tumores (26,4 por ciento), las cuales ocasionaron 112.714 muertes y constituyen la primera causa de muerte en hombres. Solo en 2017 hubo 113.266 muertes por esta causa. La tercera causa de fallecimiento en España fueron aquellas relacionadas con el sistema respiratorio (12,6 por ciento), las cuales provocaron 53.687 muertes. El último reporte del INE reveló que el número de muertos también se redujo a 51.615.

Cómo prevenir las enfermedades circulatorias

La alimentación sana es la principal forma de mantenernos protegidos de las enfermedades que afectan al sistema circulatorio. Los alimentos ricos en omega-3 y otros nutrientes son importantes para el organismo. También debemos eliminar ciertos hábitos como el consumo de tabaco, alcohol, alimentos con exceso de sal, ricos en grasas saturadas, industrializados, entre otros.

La incorporación de ciertos suplementos nutricionales también contribuyen con el funcionamiento de nuestro sistema circulatorio. El aminoácido L-Arginina favorece la circulación sanguínea, asimismo, la vitamina B12 del tipo metilcobalamina optimiza el sistema circulatorio. Del mismo modo, la vitamina K3 favorece a la coagulación y fortalece el sistema circulatorio. Cabe recalcar la importancia de consultar previamente con el médico la adición de cualquier suplemento a nuestra alimentación.

Por último, es importante añadir alimentos integrantes a nuestro régimen. El consumo de agua y alimentos ricos en omega-3 como los pescados también son buenos para el corazón. Finalmente, hacer 30 minutos de actividad física moderada también nos beneficiará en gran manera. El ejercicio resultará útil para eliminar el estrés y la ansiedad propios de la preocupaciones del día a día.