El gobierno chileno canceló la construcción de una carretera a través del Parque Nacional Alerce Costero, una reserva de alerces centenarios que alberga algunos de los árboles vivos más antiguos del mundo. La iniciativa de científicos y personas ha protegido el ecosistema lluvioso con especies de flora y fauna únicas en el mundo.
A unos 15 kilómetros del gran abuelo de Alerce, que puede ser el árbol vivo más antiguo del mundo, la carretera amenaza con atravesar el bosque del Parque Nacional Alerce Costero. Hace unos días, el gobierno chileno canceló un proyecto del Ministerio de Obras Públicas iniciado en 2008 en respuesta a una fuerte movilización de científicos y ambientalistas.
La carretera conectaría las localidades de Corral y La Unión, en el sur del país, y en uno de sus tramos estaba previsto recrear la antigua ruta maderera T-720, que ya no se utilizaba desde los años 80. La iniciativa amenazó a más de 4.000 alerces (Fitzroya cupressoides), un árbol nativo de Chile que crece muy lentamente.
En una carta a Science, varios científicos advirtieron que la carretera aumentaría el riesgo de incendios, tala ilegal y fragmentación del hábitat en el parque, hogar de especies en peligro de extinción, como alerces, zorros chilotes (Lycalopex fulvipes) y remanentes del bosque templado lluvioso. Además, según los autores, el proyecto violaría el Tratado sobre biodiversidad firmado por Chile en la COP15.
Se recogieron unas 5.000 firmas tras una declaración pública de científicos y ciudadanos contra la construcción de la autopista enviada al presidente de la República, Gabriel Boric.
El proyecto es muy controvertido
Las consecuencias reales para el parque nunca estuvieron claras. La primera versión del Estudio de Impacto Ambiental del Ministerio de Obras Públicas (OIT) de 2019 estima que la Parte 2 del proyecto, que abarca un área protegida de 9 km de longitud, tendrá un impacto directo sobre 178 alerces e indirecto en 1.212. Y admitió haber talado 102 pinos de entre 1,5 y 9 metros de altura.
Tras varias revisiones de proyectos en 2022, el MOP actualizó el número de árboles afectados a 796 directamente y 3.512 indirectamente. El informe decía que no se talarían más árboles y que los 796 árboles serían replantados.
Un movimiento ciudadano para proteger los alerces costeros ha cuestionado la efectividad de la remoción y el verdadero propósito de la vía, que se debe al interés de la industria maderera por acceder a Puerto Corral.
Aunque el objetivo claro del proyecto es el turismo, el documento estima que en 2030 la línea T-720 transportará una media de 7 vehículos pesados por hora, entre camiones de más de dos ejes y autobuses.
En 2014, el diputado Enrique Jaramillo celebró la culminación de la primera fase del proyecto y destacó el papel de la carretera en el futuro corredor biológico: “Los argentinos son los principales interesados en el transporte de mercancías por Corral”, ordenó.
En julio pasado -nueve años después- el ministro de Agricultura, Porken Valenzuela, en un comunicado descartó el tránsito intenso por el Parque Nacional Alerce Costero.
Los científicos proponen una ruta alternativa
Para lograr la deseada mejora en la comunicación entre Corral y La Unión, los científicos del Grupo Alerce Rocío Urrutia y Alejandro Miranda propusieron una ruta alternativa. Su propuesta, que supone mejoras en otras rutas existentes, aumentaría la distancia desde la ruta del parque nacional en tan sólo 7 kilómetros.
a semana pasada, una representante de la presidenta de la Región de Los Ríos, Carla Peña, informó a los alcaldes de Corral y La Unión que se promoverán las rutas T-60 y T-400 como alternativa a la vía rápida cerrada.
Estas son las sugerencias de los científicos
El movimiento popular de protección de la Alerce costero pidió que no se cancelen las movilizacioned hasta que no se desarrolle en su totalidad el proyecto de la vía alternativa.

La importancia de proteger los alerces
La conífera Fitzroya cupressoides, originaria de Chile y Argentina, es una de las especies más longevas del mundo. Su crecimiento es extremadamente lento, lo que le permite vivir mucho tiempo. Mientras que un pino tarda 20 años en madurar y alcanzar una altura de 20 metros, un alerce tarda entre 300 y 400 años en alcanzar la misma altura.
Además, desempeñan una importante función ecológica. “Crecen en suelos pobres en nutrientes y proporcionan la primera cobertura arbórea para el crecimiento de otras especies”, explica Tomás Catalán, guardabosques de CONAF.
Algunos estudios muestran que los fríos bosques tropicales del sur de Chile pueden almacenar más de tres veces más carbono por hectárea que el Amazonas, especialmente en el suelo. Y almacenar dióxido de carbono requiere que los árboles duren el mayor tiempo posible. “El alerce puede secuestrar moléculas de carbono durante una media de 1.500 años”, explica el profesor Jonathan Baricivic, investigador del Centro Nacional de Investigaciones Científicas (CNRS) de Francia y experto en bosques de alerces.
Finalmente, los propios alerces funcionan como miniecosistemas, ya que sus copas contienen hábitats que albergan biodiversidad y ayudan a retener agua en el bosque, almacenar nutrientes en el exterior y regular la microflora.
Sin embargo, la sobreexplotación de maderas valiosas y el lento crecimiento han llevado a este árbol “perenne” al borde de la extinción. Hoy en día quedan menos de la mitad de los bosques de alerces que existían en 1850.
“A pesar de su patrimonio, su importancia económica y científica y las protecciones legales disponibles, los alerces siguen estando en peligro crítico de extinción”, menciona el Ministerio de Medio Ambiente en su web.
¿El Alerce es tan antiguo como las pirámides de Egipto?
Cuando el guardabosques Marcelo Delgado vino por primera vez a ver el árbol más antiguo del bosque, no se atrevió a acercarse a él. Entonces era todavía un niño, y su abuelo Aníbal Enríquez, el primer guardabosques del parque, descubrió un alerce muy viejo al borde de un barranco, en lo más profundo del bosque.
El niño sintió que “había alguien ahí abajo” y este miedo le impidió visitar el árbol. Y tuvo sus razones. En el imaginario de los mapuches, la cultura indígena de esta región chilena, ciertos elementos de la naturaleza son considerados “ngen”, espíritus guardianes, y son honrados con gratitud y respeto.
Ahora, después de veinte años como guardaparque de la CONAF, Marcelo recuerda su primer encuentro fallido con Lañilawal (alerce de la quebrada, en mapuche), como lo llaman la familia de sus guardianes Enríquez-Vivanco. Sin embargo, la historia revela una tradición cultural que tiene una relación diferente con la naturaleza.
En 1993, la investigación del profesor Antonio Lara identificó un alerce de 3.600 años de antigüedad en los Andes. Esto convierte a la Fitzroya cupressoides en la segunda especie más longeva del mundo, después de Pinus longaeva.
El año pasado, un artículo publicado en la revista Science sobre análisis en curso sugirió que Lañilawal puede tener más de 5.000 años, superando la edad del pino Matusalén, el árbol vivo más antiguo jamás identificado. Detrás de este último descubrimiento se encuentra el científico Jonathan Baricovich, también sobrino de Aníbal Enríquez.
Barichivich recogió una muestra del 40% del tronco del árbol, la edad de los anillos es de 2.400 años. Teniendo en cuenta la imposibilidad de llegar al centro de un árbol de 4 m de diámetro, el modelo numérico calculó que el árbol tendría más de 5.000 años. Actualmente, el científico está investigando otros métodos de datación adicionales, como la datación por radiocarbono, con el objetivo de publicar los resultados.
“La edad es probablemente lo menos importante. Es importante proteger a estas criaturas únicas. Especialmente cuando significan tanto para tanta gente”, explicó Baricivic.
El impacto del turismo en los pinos incluso cuando no hay carreteras
Aunque el proyecto de la carretera fue cancelado, los alerces aislados en el Parque Nacional Alerce Costero aún se ven afectados por el turismo. La reputación de Lañilawal creció y los árboles fueron dañados, lo que obligó a CONAF a cerrar el parque durante varios meses.
Actualmente, Lañilawal solo se puede visitar acompañado de un guardaparque. El turismo también afecta a los árboles. “Antes había una gruesa capa de musgo en su tronco”, explica Delgado.
Los turistas ven el árbol desde una plataforma a tres metros de altura. Según el Grupo Alerce, del que forma parte Baricovich, el proyecto tiene un impacto negativo: “Cubre sus últimas raíces vivas y reduce un 50 % la lluvia que hidrata al árbol. Debe moverse a 25 metros“, advirtió el investigador. Para garantizar aún más que los turistas no toquen ni abracen el árbol, sugieren instalar una red baja a modo de cortina.
El cierre de la carretera es un éxito para el Parque Nacional Alerce Costero. Sin embargo, todavía existe el problema de proteger las especies de alerces en peligro de extinción. ““Hay que proteger todos los árboles, no solo los de 5.000 años”, afirmó Marcelo Delgado.
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Con información de: https://www.agenciasinc.es/