El magnate Elon Musk reapareció en la escena política y expresó su decepción con el ambicioso proyecto fiscal y presupuestario del presidente estadounidense Donald Trump, argumentando que incrementa el déficit y dispara el gasto público. Según Musk, con este proyecto fiscal se estarían despreciando sus esfuerzos como asesor gubernamental para mejorar la eficiencia en el gasto público.
Las críticas se centraron en la contradiccion entre el plan fiscal y las funciones del DOGE
Musk, quien ha fungido como asesor especial de Trump al frente del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), criticó el proyecto de ley. Este ya fue aprobado por la Cámara de Representantes y ahora espera discusión en el Senado. El multimillonario se refirió al proyecto de ley de manera brusca y sumamente crítica, señalando que:
«un proyecto de ley puede ser grande o puede ser hermoso, pero no asegura que pueda ser ambas cosas».
El multimillonario fundador de Tesla, realizó sus comentarios en medio de la campaña por el lanzamiento del nuevo cohete Starship, un vehículo espacial, desarrollado por su compañía SpaceX, que fue realizado el día martes generando gran expectación a nivel mundial, aunque finalmente tuviera dificultades, que han sido constantes en medio de las ambiciones de SpaceX en la carrera espacial.
El asesor del DOGE estudia la posiblidad de dejar la administración de Trump
Elon Musk fue designado por Trump como empleado especial del gobierno, un rol que le permitía colaborar en un puesto gubernamental por un máximo de 130 días al año. Contando desde la toma de posesión de Trump el 20 de enero, Musk estaba próximo a alcanzar este límite hacia finales de mayo. Esta particular designación subrayó la intención del gobierno de Trump de incorporar figuras controversiales en su administración.
El objetivo era el de impulsar iniciativas específicas, aunque con un límite de tiempo claro para evitar conflictos de intereses en los involucrados o compromisos a largo plazo. En una publicación en redes sociales, Elon Musk agradeció a Trump por el puesto, expresando su confianza en que la agencia de reducción de gastos se establecería como algo arraigado en toda la administración pública.
Probablemente, Elon Musk podría estar desvinculandose como empleado especial del gobierno. Esta decisión marcando el fin de su breve, pero notable, participación en el equipo de la administración, poniendo de manifiesto la transitoriedad de este tipo de colaboraciones entre figuras destacadas del sector privado y el poder ejecutivo, que ha sido una marca de la administración Trump.
Tesla enfrentó protestas, boicots y caída de ventas por el rol político de Musk en DOGE
El proyecto presupuestario, una prioridad política de Trump, busca prorrogar los recortes de impuestos aprobados en su primer mandato (2017) antes de su próxima expiración. Además, pretende aportar fondos para el gasto en defensa y financiar las deportaciones masivas.Igualmente, propone elevar a 4 billones de dólares el techo de la deuda, de manera que se ampliará la capacidad de préstamos del gobierno.
En abril, el DOGE afirmó haber logrado ahorros de aproximadamente 175 000 millones de dólares, una cifra que, según un análisis profesional, carece de sustento. Por su parte, Elon Musk declaró la semana pasada su intención de reducir significativamente su participación en la política y reafirmó su compromiso de liderar Tesla por otros cinco años y estr mas activo en sus otros proyectos.
Tesla enfrentó protestas, boicots y una caída en ventas que afecto enormemente a la empresa, debido al rol político de Musk como director ejecutivo de DOGE. A pesar de las críticas, Musk defendió sus acciones la semana pasada, afirmando que hizo lo que debía hacerse, mientras que tanto él como Trump justificaron los recortes como una estrategia para eliminar el fraude y abuso en el gasto federal.