El programa de observación de la Tierra de la Unión Europea informó ayer martes que el agujero de la capa de ozono sobre la Antártida es uno de los más grandes y profundos de los últimos años.
Recordemos que la atmósfera tiene distintas capas, variando la composición de los gases según la altitud. Una de estas capas es la capa de ozono, cuya principal función es la de proteger a la Tierra de la radiación ultravioleta del sol.
“Entre los riesgos de los rayos UV están el cáncer de la piel y las cataratas. Muchos servicios meteorológicos nacionales emiten advertencias sobre los rayos ultravioletas y es muy importante que se les preste atención”, aclaró el portavoz de la Organización Meteorológica Mundial (OMM), Clare Nullis respecto de la importancia de la capa de ozono.
América Latina y el resto de regiones en el hemisferio sur serían los más afectados en este momento, “la gente debe seguir los consejos y protegerse del sol”, agregó Nullis.
Eel agujero que se forma en la capa de ozono empieza a expandirse cada mes de agosto, al inicio de la primavera en la Antártida, y alcanza su punto máximo en octubre. Este año lo hizo con una frecuencia muy rápida alcanzando su mayor dimensión, de 24 millones de kilómetros cuadrados, a principio de este mes, según confirmó el Servicio de Monitoreo Atmosférico Copernico de la Unión Europea.
A día de hoy cubre 23 millones de kilómetros cuadrados, un tamaño que está por encima de la media de la última década, comentó Nullis.
Capa de ozono

El agujero de la capa de ozono cubre así prácticamente la totalidad del continente antártico y los científicos creen que ha alcanzado su máxima extensión de este año.
La capa de ozono se comporta de forma muy variable de año en año: en 2019 el agujero fue inusualmente pequeño, mientras que el año anterior fue bastante grande, prácticamente como el que se ha formado ahora.
Nullis dijo que estas variaciones confirman que no puede haber tregua en los esfuerzos por terminar con el uso de químicos que destruyen la capa de ozono -en particular los halocarburos-y que están prohibidos por una convención internacional.
De ese tipo de químicos, los fluorocarburos, clorocarburos y clorofluorocarburos (CFC) son los de uso más extendido y a la vez son los más dañinos para la capa de ozono. Se les puede encontrar en extintores, refrigerantes, propelentes y disolventes.
Los CFC están presentes en las neveras o refrigeradoras, pero desde hace algunos años los aparatos nuevos están exentos de estos químicos.
Nullis dijo que, a pesar del agujero, los expertos aún creen que la capa de ozono se está recuperando lentamente luego de la adopción del Protocolo de Montreal, un tratado firmado en 1987 que está dirigido a eliminar gradualmente las sustancias que destruyen el ozono. También señaló las proyecciones que indican que la capa de ozono regresará en 2060 a los niveles que tenía en 1980.
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