Desde el Conicet de La Plata, se están realizando investigaciones para determinar el valor nutritivo del Diente de León (Taraxacum officinale) y otras silvestres que crecen espontáneamente en la provincia de Buenos Aires.
Existe un concepto acuñado por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), el de “especies marginadas e infrautilizadas” o NUS por sus siglas en inglés. Las NUS, son aquellas variedades de plantas que cuentan con valor alimenticio pero que por ciertos motivos nos son aprovechadas.
Desde el Conicet de La Plata se está investigando sobre estas NUS para su puesta en valor y aprovechamiento. La iniciativa surgió de una presentación a la convocatoria “Ciencia y Tecnología contra el Hambre”, lanzada en 2020 por los ministerios de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Nación (MINCyT) y de Desarrollo Social, junto al Consejo Nacional de Coordinación de Políticas Sociales.
“El ejemplo es la quinoa, que hace 20 años era un superalimento casi desconocido y, a través de programas de desarrollo local, comercialización, difusión y publicidad, llegó a convertirse en el producto que es hoy, con una dimensión internacional impresionante“, comentó María Lelia Pochettino, investigadora del Conicet en la Facultad de Ciencias Naturales y Museo de la Universidad Nacional de La Plata (FCNyM, UNLP).

Se calcula que en Argentina hay aproximadamente entre 150 y 200 variedades de plantas y hortalizas que entran en la categoría de NUS.
“Cuando hablamos de ‘puesta en valor’ nos proponemos avanzar en su identificación, utilización y búsqueda de nuevos modos de producción y desarrollo de productos derivados. El énfasis está puesto en la flora local, nativa o no, para lograr que forme parte del repertorio alimenticio de cada región”, señaló Pochettino.
Algo muy destacable de las NUS, es que cuentan con un valor nutricional más elevado que las frutas y verduras comerciales, por no haber sido afectadas por la producción industrial.
Así se encuentran entonces, mayor cantidad de proteínas en los granos, más almidón en las silvestres de las que se aprovechen raíces y tubérculos, buena cantidad de fibras en las hojas y una gran fuente de vitaminas y minerales en los frutos.
Pochettino reconoció que en algunos casos: “Es cierto que su recolección o procesamiento cuesta más porque tienen espinas o están enredadas, pero crecen con facilidad y rapidez, sin demasiados cuidados, entonces, hay que trabajar en la valoración”.

“El espíritu del proyecto consiste en evaluar el costo y el beneficio de pagar más caro un producto final ya ‘mejorado’ o generar nuevas formas de elaboración de alimentos a partir de materia prima a bajísimo costo y con gran valor nutricional “, dijo la investigadora y destacó: “En cualquier terreno baldío de la ciudad, pueden encontrarse diente de león y achicoria silvestre, ambas con una composición muy similar a algunos tipos de lechuga”.
El proyecto prevé continuar con el inventario de las NUS y crear un banco de germoplasma de circulación comunitaria, es decir, un registro de semillas vivas acompañado del intercambio permanente entre las organizaciones de agricultores. Además del Conicet La Plata, del proyecto “Puesta en valor de NUS en distintas regiones de Argentina” participan el Instituto de Ecorregiones Andinas (Inecoa, Conicet-UNJu) y el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA).
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