Un grupo de investigación estadounidense ha desarrollado una inyección anticonceptiva de una sola dosis para las hembras de gato doméstico.
Los gatos callejeros ponen en peligro la biodiversidad urbana porque ejercen su instinto cazador depredando aves. Su tasa de reproducción suele ser alta, es por ello que las poblaciones necesitan control.
Investigadores de EE UU han creado una inyección de dosis única, que podría ser una solución eficaz de control, rápida y segura frente a métodos más agresivos como las intervenciones quirúrgicas e incluso la eutanasia.
Una terapia génica que bloquea la ovulación hace de éste un método no invasivo de control de la población. Los resultados se encuentran publicados en Nature Communications.
Demasiados gatos callejeros en malas condiciones
Se calcula que el 80% de un total de 600 millones de gatos del mundo son callejeros y su mayoría se encuentra en malas condiciones de salud y bienestar. Además, ejercen una presión sobre otras poblaciones como las aves urbanas, según afirman los autores del estudio.
“La superpoblación de gatos callejeros también puede tener efectos negativos sobre las aves silvestres y otras especies salvajes“, explica David Pépin, de la Escuela de Medicina de Harvard (Boston, EE UU) y coautor del estudio.
Para controlar la población felina callejera, se suelen atrapar a estos animales, llevarlos a refugios y en los casos que no es posible la esterilización quirúrgica, ejecutar una eutanasia en masa, incluso de ejemplares sanos.
Ante esta situación, Pépin considera priorizar el desarrollo de un mecanismo de esterilización que no requiera técnicas agresivas como la cirugía y, a la vez, permita “abordar los importantes problemas éticos, económicos y medioambientales asociados a los animales de compañía errantes“, en sus propias palabras.
Ensayo de una vacuna anticonceptiva
El Zoo y el Jardín Botánico de Cincinnati participaron de la prueba realizada sobre nueve hembras sexualmente maduras. A seis de ellas se les aplicó la inyección anticonceptiva y a las otras tres no, durante dos ensayos de cuatro meses cada uno de duración.
Ninguna de las seis felinas que recibieron la inyección quedó preñada y por el contrario, las tres hembras del grupo de control sí tuvieron descendencia.

La aplicación de las inyecciones lograron suprimir la ovulación inducida y reducir los niveles de progesterona, hormona clave para el proceso de gestación, ya que prepara el útero para la implantación del óvulo fecundado.
La terapia contraceptiva se basa en administrar un transgén de la hormona antimülleriana (AMH por sus siglas en inglés), una glucoproteína que inhibe el desarrollo de los conductos de Müller, encargados de formar el cérvix, el útero y sus trompas. Asimismo, este marcador ha demostrado tener un efecto supresor de la maduración de los folículos ováricos en ratones.
“El gen AMH está muy presente en los vertebrados, donde siempre desempeña un papel en la diferenciación sexual y la reproducción“, detalla el investigador de la Escuela de Medicina de Harvard. Por esa razón, “es muy probable que este método funcione en otras especies de mamíferos y, actualmente, estamos probando su uso en perros“, añade.
Por el momento sin efectos secundarios de la inyección anticonceptiva
Cabe destacar que luego del ensayo, se realizó un seguimiento de las gatas durante dos años y los científicos no registraron reacciones adversas.
Si bien aún se requieren más pruebas para confirmar su seguridad y eficacia, el método promete ser una opción rápida y de fácil aplicación para inducir la anticoncepción permanente en gatas domésticas y callejeras.
“Es posible que podamos adaptar esta tecnología para controlar especies invasoras“, destaca Pépin. No obstante, el biólogo matiza que “para cada especie debemos hacer coincidir la secuencia del AMH con su genoma“.
Referencia:
Pépin, D. et al. “Durable contraception in the female domestic cat using viral-vectored delivery of a feline anti-Müllerian hormone transgene” Nature Communications (2023)