Ahora es un hecho. El plástico está en todas partes de la Tierra, desde el Everest hasta el Ártico. Pero la alarma es aún peor, ya que estamos hablando de NANOPLÁSTICOS, una forma de plástico mucho más pequeña en tamaño pero mucho mayor en toxicidad.
Se encontraron nanoplásticos en cantidades significativas en núcleos de hielo de los polos norte y sur, en un estudio desarrollado por 3 universidades europeas (Universidad de Utrecht, Universidad de Copenhague y Université Libre de Bruxelles) y publicado en Environmental Research .
“Ahora sabemos que los nanoplásticos se transportan a estos rincones de la Tierra en estas cantidades. Esto indica que los nanoplásticos son en realidad un problema de contaminación mayor de lo que pensábamos”, dijo el autor principal del estudio, Dušan Materić, del Instituto de Investigación Marina y Atmosférica de Utrecht (IMAU) en un comunicado de prensa.
¿Qué son los nanoplásticos y por qué son peligrosos?
Los nanoplásticos son plásticos más pequeños que un micrómetro, difíciles de detectar y estudiar, y muy activos toxicológicamente.
Provocan contaminación al ingresar a los ecosistemas naturales a través de diversas fuentes, que pueden ser primarias: cosméticos, ropa, procesos industriales, etc. y secundarias, que resultan de la degradación del plástico (bolsas, botellas, redes de pesca, llantas, etc).
Ambos tipos de microplásticos (primarios o secundarios) persisten en el medio ambiente en niveles elevados, ya que se degradan lentamente durante cientos a miles de años, principalmente en los ecosistemas acuáticos y marinos, donde provocan una gran contaminación del agua y de toda la cadena alimentaria acuática.
Así, el plástico termina acumulándose en los cuerpos y tejidos de muchos organismos, y los efectos a largo plazo de esta intoxicación aún no se conocen por completo.
Pero no es solo agua que nos intoxicamos con plástico. En los ecosistemas terrestres el problema es aún peor o mayor.
El estudio
Se utilizaron nuevos métodos para medir la contaminación por nanoplásticos en los polos norte y sur de la Tierra. Los investigadores tomaron muestras de hielo de 14 metros de profundidad de los casquetes polares de Groenlandia y hielo marino del estrecho McMurdo de la Antártida, según The Guardian .
Entonces descubrieron que había un promedio de 13,2 nanogramos por mililitro de nanoplásticos en el hielo de Groenlandia y un promedio de 52,3 nanogramos por mililitro en el hielo de la Antártida.
El dato más sorprendente que reveló la investigación no fue la cantidad de nanoplástico que se encuentra en estos lugares remotos y helados de la Tierra, sino el tiempo que permaneció allí.
“En el centro de Groenlandia, hemos visto contaminación por nanoplásticos desde la década de 1960. Por lo tanto, los organismos en esa región, y probablemente en todo el mundo, han estado expuestos a ellos durante algún tiempo”, dijo Materić.
¿Cómo llegó el plástico a estos lugares remotos?
Los investigadores creen que las diminutas partículas de plástico llegaron a Groenlandia transportadas por el viento y a la Antártida a través de las corrientes oceánicas.
Por Daia Fiorios. Artículo en portugués