Los ecosistemas de todo el planeta, desde los bosques hasta las praderas y los arrecifes de coral, se encuentran en un estado precario. Si continuamos talando árboles, convertimos los pastizales en tierras agrícolas y diezmamos los arrecifes de coral, muchos ecosistemas pronto llegarán a un punto sin retorno.
“Si continuamos en nuestro camino actual, enfrentaremos el colapso de todo lo que nos da seguridad: producción de alimentos, acceso a agua dulce, temperatura ambiente habitable y cadenas alimentarias oceánicas”, Sir David Attenborough, el famoso naturalista y locutor británico, ha advertido. “Si el mundo natural ya no puede satisfacer las necesidades más básicas, entonces gran parte del resto de la civilización se derrumbará rápidamente”.
Esa es la mala noticia. La buena noticia es que todavía podemos tener tiempo para revertir las tendencias dañinas y salvar el mundo natural, o al menos lo que queda de él, según las Naciones Unidas.
“Estamos devastando los mismos ecosistemas que sustentan nuestras sociedades”, ha subrayado António Guterres, secretario general de Naciones Unidas , pero “todavía tenemos tiempo para revertir el daño que hemos hecho”.
Mejor aún
Al proteger o restaurar ecosistemas asolados en la tierra y en el agua, no solo podemos salvaguardar los recursos naturales de la Tierra, sino también crear medios de vida sostenibles para millones de las personas más necesitadas de todo el planeta, dice el jefe de la ONU.
“Las acciones concertadas crearán millones de nuevos empleos para 2030, generarán retornos de más de $ 7 billones de dólares cada año y ayudarán a eliminar la pobreza y el hambre”, observó Guterres.
La clave será lo que logremos durante la próxima década, durante la cual podremos cambiar las cosas mediante acciones políticas concertadas, investigación científica e inversiones financieras en el medio ambiente.
Recuperar los ecosistemas o esperar una catástrofe climática
Esta es “nuestra última oportunidad para evitar una catástrofe climática, hacer retroceder la marea mortal de la contaminación y poner fin a la pérdida de especies”, enfatizó el secretario general de la ONU. “Todos pueden contribuir. Entonces, que hoy sea el comienzo de una nueva década, una en la que finalmente hagamos las paces con la naturaleza y aseguremos un futuro mejor para todos”.
Este mensaje de optimismo cauteloso es ciertamente bienvenido en estos días en que las conversaciones sobre el pesimismo tienden a dominar las discusiones sobre el medio ambiente y el daño que hemos infligido a nuestro planeta por codicia, negligencia e ignorancia durante las últimas décadas y siglos.
Es cierto que los desafíos son grandes, pero donde hay voluntad hay un camino, como dice el viejo refrán.
“Quiero que la gente entienda que [la] situación en la que nos encontramos es grave, pero siempre hay algo que podemos hacer”, subrayó Jordan Sánchez, un activista medioambiental de 19 años, en una reunión virtual reciente patrocinada por la ONU durante la cual los jóvenes personas de todo el mundo pidieron acciones sobre el medio ambiente.
“Tenemos que mantener una actitud positiva y tenemos que actuar”, agregó Sánchez.
Por Daniel T. Cross. Artículo en inglés