Los ancianos pueden deprimirse y ansiarse. En este momento de aislamiento, es esencial tener compañía, incluso a distancia, y una rutina de actividades.
Durante la cuarentena, hubo varios videos en internet de personas de la tercera edad "huyendo" de sus hogares . Aunque fueron escenas divertidas, hay una alerta allí. Los ancianos realmente pueden deprimirse y ansiarse cuando sienten que están atrapados dentro de la casa, solos y sin nada que hacer.
Estos sentimientos están afectando a personas de todas las edades en cuarentena, pero se debe tener especial cuidado con los ancianos. Debido a la vejez, muchos ya padecen enfermedades crónicas, y estos problemas pueden agravarse si no se atiende adecuadamente a los ancianos.
Cómo cuidar la salud mental de los ancianos en cuarentena.
Precisamente debido a la cuestión de las enfermedades crónicas, los ancianos también forman parte del grupo de riesgo de covid-19. Por lo tanto, se recomienda que permanezcan aislados en casa. Este factor los obliga aún más a estar solos y aburridos.
Por lo tanto, es importante que las personas que viven con los ancianos les ayuden a distraerse en casa de varias maneras. Esta es la técnica para cuidar la salud mental de los ancianos en cuarentena. Aquí hay algunos consejos sobre qué proponer hacer juntos.
1. Contar y escuchar historias
A los ancianos generalmente les gusta contar sus historias del pasado. Proponga a los ancianos una buena conversación, comience a hacer preguntas y recuerde hechos agradables del pasado para que puedan comenzar a contar sus historias.
También cuenta algunas de las cosas que te sucedieron y pide consejo. Este chat ayudará a los ancianos a distraerse, se conocerán mejor y también ayudará a mantener su memoria más activa.
2. Proponer juegos de mesa
A los ancianos que están interesados en la tecnología, todavía les gustan los juegos de mesa y de mesa. Esto también es una gran distracción. Busque damas, ajedrez, ludo, cartas, dominó y otros, según lo que más le guste a la persona. Producirá unas horas de diversión, además de contribuir a la concentración de los ancianos.
3. Mirar películas y programas.
Los ancianos son muy aficionados a la televisión, y hoy en día puedes encontrar fácilmente películas antiguas para descargar. Pregunte a los ancianos si hay una película que les gustaría revisar, o sugiera nuevas películas para que vean.
4. Si estás lejos, mantente en contacto
Si la persona mayor vive sola y usted no puede estar con él, haga un buen uso de la tecnología. Envíe mensajes, haga varias videollamadas, ya que este contacto es esencial para que las personas mayores no se sientan solas y abandonadas. Cuando no tienes mucho que hacer, una hora del día se siente como cinco.
5. Fomentar la actividad física
Si está en casa con la persona de edad avanzada, aliéntelo a practicar algunas actividades físicas ligeras, de acuerdo con sus limitaciones, como bailar en la habitación y hacer algo de gimnasia. Si vives en una casa, un paseo por el jardín también es muy bueno.
6. Actividad extra como pasatiempo
Cocinar, coser, manualidades, carpintería, tocar un instrumento ... ¿Qué le gustaba hacer a la persona mayor en su tiempo libre y no ha hecho más? Quizás vea el momento de reavivar su interés en un pasatiempo que ha dejado de practicar.
7. Organiza una rutina
Es muy importante que, si la persona mayor no tiene este hábito, se le ayude a crear una rutina con un horario para levantarse, bañarse, comer y realizar actividades adicionales. La rutina ayuda a mantener la cabeza organizada y más tranquila, además de hacer que el día sea más rápido y útil.
8. Respeta los deseos y necesidades
Durante todas estas actividades y tareas, tenga cuidado de no tratar a la persona mayor como un niño. Necesita sentirse respetado, poder dar su opinión y hablar sobre las decisiones que se están tomando. De lo contrario, su autoestima se verá afectada, por lo que su salud mental no será buena.
Deje que haga todo lo que pueda hacer por sí mismo, según lo permitan sus limitaciones, pero siempre esté cerca para ayudarlo con lo que necesite y sea una buena compañía.
Por Priscilla Riscarolli. Artículo en portugués