La adicción a los teléfonos inteligentes y a Internet puede causar un desequilibrio químico en el cerebro, especialmente en los jóvenes, según una nueva investigación publicada esta semana en la Sociedad Radiológica de América del Norte.
Mientras los científicos continúan evaluando los efectos físicos y emocionales de una población cada vez más dependiente de la pantalla, los investigadores en Corea del Sur descubrieron que los adolescentes adictos a sus teléfonos inteligentes tenían mayores niveles de dos tipos de neurotransmisores involucrados en una serie de funciones emocionales y cognitivas.
Incluyeron ácido gamma aminobutírico o GABA, que ralentiza las señales cerebrales y está involucrado en la visión y el control motor y ayuda a regular las emociones, incluida la ansiedad. La segunda sustancia química es glutamato-glutamina (Glx) y se sabe que hace que las neuronas disparen más rápidamente.
El estudio evaluó a 19 jóvenes con una edad promedio de 15 años, a quienes se les diagnosticó una adicción a Internet o teléfonos inteligentes, en comparación con 19 con resultados de controles sanos. Los jóvenes adictos también informaron casos más elevados de depresión, ansiedad, severidad del insomnio e impulsividad, en comparación con los controles “saludables”.
Usando un escáner cerebral por espectroscopia de resonancia magnética (MRS), los investigadores encontraron que los jóvenes adictos tenían elevaciones más altas de GABA y Glx en comparación con los controles, aunque los investigadores dijeron que se necesita más estudio para comprender las implicaciones exactas del desequilibrio.
Como parte del estudio, los jóvenes adictos se inscribieron en la terapia cognitiva conductual, que mostró signos positivos de normalizar el desequilibrio químico, dijeron los investigadores.
Por Laura Kelly
The Washington Times