DKV, GAES y ECODES han presentado la última publicación del Observatorio de Medio Ambiente, Ruido y Salud, que examina el impacto de la contaminación acústica en la salud humana.
El Observatorio de Salud y Medio Ambiente es un proyecto creado en 2008 para hacer accesible al público contenidos científicos y proporcionar material de debate apoyado en el trabajo de expertos en salud y medio ambiente.
No es la primera vez que el documento plantea la cuestión del ruido y su impacto en la salud humana y el planeta. En 2011, 2014, 2015 y 2017 este tema se repitió, aunque afectó a las dos ciudades más grandes y pobladas del país: Barcelona y Madrid.
Esta publicación amplía los campos de la investigación, porque además de analizar el impacto de la salud humana, se analiza en cómo afecta al planeta y muestra la realidad de las principales ciudades de este país.
Presentación en el Día Mundial de las Ciudades
La presentación tuvo lugar el Día Mundial de las Ciudades, en las que participó Martha Pakhis responsable de la conversión del entorno DKV; Vemoror Viñals, CEO de Ecodes; Francesca CarreNo, responsable del sector social e investigación en la audiencia de GAES; Caroline Daher, coordinadora de iniciativas urbanas, ambientales y de planificación de la salud con Isglobal; Jerónimo Vida Manzano, profesor del Departamento de Física y Física Aplicada Granada y experto en el campo del sonido, la calidad ambiental y el desarrollo sostenible de la ciudad; Francesca Olivieri, jefe de la Universidad de Tecnología Arquitectónica de la Universidad de Politechnika Barcelona, en una mesa redonda, fue revisada por Patrius Sanchez, director de la comunidad de DKV.
El ruido no son sólo sonidos dañinos
En 1905, el bacteriólogo Robert Koch, ganador del Premio Nobel, escribió: “Llegará el día en que el hombre tendrá que luchar contra el ruido incesante como contra el cólera y la peste”. Ese día ha llegado.
El ruido es la segunda causa más importante de carga de morbilidad en Europa después de la contaminación del aire. El tráfico vehicular es la principal fuente de contaminación acústica en Europa y se espera que los niveles de ruido aumenten durante la próxima década, tanto en zonas rurales como urbanas, debido al desarrollo urbano y al aumento de la demanda.
Actualmente, sólo el 20% de la población de la Unión Europea está expuesta a niveles nocivos para la salud del ruido del tráfico.
La exposición al ruido es un grave problema de salud pública que va más allá del malestar y las quejas. Los efectos directos más conocidos, como la pérdida de audición o los desagradables acúfenos o zumbidos en los oídos, afectan a 3 millones de personas en España, pero no hay que olvidar los innumerables efectos no auditivos como los trastornos del sueño, las enfermedades cardiacas, las enfermedades mentales (estrés, depresión, ansiedad o pérdida de memoria), complicaciones en el parto o reducción del desarrollo y funcionamiento cognitivo en los niños.
Sin embargo, es importante recordar que la exposición al ruido no afecta a todos por igual. Características como la edad, el sexo, el estilo de vida o las condiciones de salud preexistentes determinarán la sensibilidad de las personas a los efectos adversos de la contaminación acústica para la salud.
Por ejemplo, las personas con ventajas socioeconómicas pueden abordar mejor este problema si tienen los medios para pagar una vivienda en zonas tranquilas con espacios verdes o mejor aislamiento.
Según la Agencia Europea de Medio Ambiente (AEMA), cada año en Europa la exposición prolongada al ruido ambiental provoca 12.000 muertes prematuras y contribuye a 48.000 nuevos casos de enfermedad coronaria (debido a la estenosis de la arteria cardíaca). 22 millones de personas padecen malestares crónicos y 6,5 millones de personas padecen trastornos del sueño graves y crónicos. 12.500 alumnos tienen dificultades para estudiar por el ruido de los aviones.
En España, la AEMA encontró que los niveles excesivos de ruido afectan la salud de 12 millones de personas durante el día y de 9,5 millones de personas durante la noche, y el tráfico rodado representa el 80% del ruido urbano. Además, los expertos estiman que el ruido ambiental causa al menos 1.100 muertes prematuras y 4.100 hospitalizaciones en España cada año.
Sensibilización y prevención: claves para una escucha responsable
De todos los grupos sociales, los jóvenes son los menos conscientes de los efectos nocivos del ruido y del ruido en el medio ambiente.
Según una investigación del I GAES sobre la salud auditiva de los jóvenes en España, el 60% de las personas entre 15 y 35 años afirma no estar preocupada por su salud auditiva y que los problemas relacionados con la audición son habituales en las personas mayores. El mismo informe constata que sólo un tercio de los jóvenes españoles acuden al médico cuando experimentan molestias en los oídos.
Para cambiar esta situación, GAES ha lanzado el programa Oyeah! Listen Responsibly es una iniciativa dirigida a educar a los estudiantes sobre la importancia de practicar la escucha responsable. Se trata de prevenir, aumentar la conciencia, evitar la exposición al ruido y poner límites al volumen de los estímulos que reciben los oídos.
Por tanto, la enseñanza se convierte en la mejor herramienta para que los jóvenes comprendan que la contaminación acústica y los problemas auditivos que provoca no dependen de la edad y que si aplican los mejores métodos, cuanto antes mejor, su salud se mantendrá o mejorará en poco tiempo.
Durante las actividades de Oyeah! profesionales de la audición imparten sus conocimientos a los estudiantes a través de sesiones divertidas e interactivas.
El ruido enmarcado en el enfoque One Health
La edición de 2022 del Observatorio de Salud y Medio Ambiente analizó la resistencia a los antimicrobianos bajo la perspectiva One Health, un enfoque que combina campos y partes relacionadas con la salud humana, del agua y los animales en el terreno, en la producción humana, así como la alimentación y el medio ambiente para establecer la comunicación y la cooperación en el proyecto e implementación de programas, política, regulaciones e investigación para lograr los mejores resultados de la salud pública.
Esta visión permite considerar la salud humana desde un punto de vista que tiene en cuenta factores que determinan lo socioeconómico y ambiental, apoyando la salud y las acciones de vida saludables.
El informe vuelve a poner de relieve la perspectiva de One Health. Esto demuestra que incluso ante la contaminación acústica debemos pensar globalmente, por ejemplo la principal fuente de ruido en los centros urbanos es el tráfico callejero, lo que contribuye a los altos niveles de aire en las ciudades, o recordar que el aire contaminado aumenta la incidencia de enfermedades infecciosas, enfermedades respiratorias que requieren el uso de antibióticos, exacerbando una de las 10 principales amenazas a la salud comunitaria que enfrentamos ahora: la resistencia a los antibióticos.
El enfoque One Health enfatiza claramente la necesidad de avanzar hacia un modelo que reconozca la salud en toda su complejidad, teniendo en cuenta los tres pilares que la sustentan: la salud humana, la salud animal y la salud ambiental.
Presentación Observatorio Salud y Medio Ambiente: Ruido y salud
Además de proporcionar información sobre el impacto del ruido en nuestra salud, la presentación también propone medidas para combatir el ruido ambiental y mejorar la acústica de los espacios, garantizando la salud de todos los seres vivos.
Representantes de organizaciones que promueven el informe, como Marta Pakhissa, intervinieron y señalaron que “a través de este estudio queremos ayudar a cambiar las percepciones sobre la contaminación acústica. Los científicos nos dicen que el ruido no es una molestia menor ni un contaminante menor, sino que el ruido y las vibraciones son los principales contaminantes que afectan nuestra salud y bienestar, como las sustancias tóxicas en el aire, el agua y más, olvidando que también afecta la biodiversidad, cambiando el equilibrio del ecosistema en el que vivimos”.
Francesc Carreño, director de Investigación en Audiología y Servicios Comunitarios de GAES, comentó: “La humanidad ha desarrollado una tolerancia excesiva hacia un factor constante de la vida que nos perjudicaría si no le prestáramos la suficiente atención: el ruido excesivo.
Lo encontramos en la calle, en el trabajo, en los lugares de ocio, en casa y en muchos otros contextos, pero está tan interiorizado que muchas veces parece irreal. Desde un punto de vista técnico, abordar los impactos de la contaminación acústica sólo puede lograrse mediante un enfoque de One Health. “Una mayor colaboración interdisciplinaria en la atención sanitaria garantizará que áreas como la audición, que a menudo pasan desapercibidas, reciban el reconocimiento que merecen“.
Por su parte, Víctor Vinuales, Director Ejecutivo de ECODES, destacó “ante la triple crisis planetaria a la que se enfrenta la humanidad -la contaminación (incluida la acústica), el cambio climático y la pérdida de biodiversidad- es necesaria la implicación de todos los sectores y desde numerosas disciplinas para dar soluciones globales, como vemos en este informe”.
Puso el ejemplo de la reducción del tráfico en las ciudades: “Si elegimos la movilidad activa y promovemos el transporte público en lugar del privado, reduciremos la contaminación acústica y los contaminantes químicos, que tienen muchos efectos en nuestra salud. Además, evitaremos las emisiones de CO2 que provocan el cambio climático”.
Carolyn Daher, coordinadora de la Iniciativa Urbana, Medio Ambiente y Salud de ISGlobal, afirmó que “el ruido sigue siendo un tema de salud y bienestar infravalorado. Además de los efectos negativos del ruido que podemos “oír“, debemos considerar los efectos no auditivos que son menos obvios y pueden ocurrir en niveles relativamente bajos pero constantes; incluso cuando creemos que estamos acostumbrados.
Pero incluso si no somos conscientes de ello, nuestro cuerpo está en “estado de guerra” y reacciona (por ejemplo, activando respuestas hormonales y procesos inflamatorios). Si esta condición se vuelve crónica, puede llegar a ser muy problemática para nuestra salud.
“La comunidad científica continúa estudiando la contaminación acústica y su impacto en diversas enfermedades como la diabetes, el embarazo y los riesgos para la salud mental”. Destaca que ya contamos con estrategias efectivas para reducir el ruido y sus impactos.
En ISGlobal sostenemos que la forma más efectiva de combatir la contaminación acústica en las ciudades es a través de estrategias de gestión y diseño urbano que cambien lo que hacemos y cómo nos movemos por las ciudades, especialmente reduciendo el tráfico de automóviles: por ejemplo, rediseñando las calles para proporcionar más espacio. para ciclistas y peatones o crear zonas de bajo ruido.
Jerónimo Vida, catedrático del Departamento de Física Aplicada de la Universidad de Granada y experto en acústica, calidad ambiental y sostenibilidad urbana, estudia actualmente la percepción que las personas tienen del ruido más que sus decibelios, explica cómo “gestionar el ruido en las ciudades a través de normativas. No siempre logra los resultados esperados”. Su enfoque puramente técnico ha resultado inadecuado, principalmente porque no tiene en cuenta las opiniones de la gente. Por ello, el estudio de los paisajes sonoros urbanos está adquiriendo cada vez más importancia. Este cambio fundamental de enfoque ve el sonido urbano como un recurso más que como una forma de contaminación, parte del patrimonio de la ciudad, un elemento que debe cuidarse y promocionarse de forma singular, aislada, aunque complementaria a la atenuación acústica ambiental“
Francesca Olivieri, Doctora en Arquitectura, profesora de condiciones ambientales, habitabilidad y arquitectura bioclimática de la Escuela de Arquitectura de la Universidad Politécnica de Madrid es Experta en Soluciones Basadas en laNaturaleza (SBN) y los beneficios ambientales que aportan a las ciudades. Explica que las SBN “son soluciones inspiradas en la naturaleza y que apoyan los problemas de la sociedad, al tiempo que aportan beneficios ambientales, sociales y económicos y promueven el desarrollo sostenible. Se trata de medidas sistemáticas adaptadas localmente para utilizar eficazmente los recursos para proporcionar servicios ecosistémicos con el fin de crear beneficios sociales. Por ejemplo, reducir el ruido ambiental mediante el uso de vegetación urbana tiene un impacto positivo en la salud humana“.
La presidente de la Plataforma One Health y y profesora de la facultad de veterinaria de la Universidad Autónoma de Barcelona, Maite Martín, introdujo la visión más completa y holística, señalado cómo la gran transformación de nuestro planeta en los últimos 80 años ha incrementado sustancialmente la presión que ejercen los factores medio ambientales sobre nuestra salud, contribuyendo significativamente al aumento de las desigualdades en salud. Confirmó que “en este nuevo hecho, es importante mejorar la salud de la población y reducir la injusticia relacionada con la salud“. En la publicación vemos este enfoque aplicado a un agente concreto con impacto en salud, como es la contaminación acústica.
El objetivo del Observatorio es la planificación espacial y urbana, la investigación y aplicación de las mejores soluciones tecnológicas y de ingeniería posibles, instrumentos legales más ambiciosos y, en última instancia, la promoción de una nueva conciencia social no sólo en términos de supresión del ruido, sino también una oportunidad para crear salud.
- Promover la creación de un ambiente saludable para todas las edades, géneros y condición social, así como para otros seres vivos, animales y plantas. Las campañas y programas educativos centrados en la convivencia y el respeto son una herramienta eficaz para lograr este objetivo.
El informe concluye con 20 recomendaciones para una “dieta silenciosa” para combatir el ruido y mejorar la calidad del sonido, incluyendo ser conscientes del ruido que hacemos, evitar lugares de descanso ruidosos, limitar el volumen de los reproductores de música personales, y el tiempo de exposición. Usar y proteger nuestra audición adecuadamente, no levantar la voz al comunicarse, evitar comportamientos ruidosos como usar tacones altos o zapatos de suela dura en casa, comprar equipos silenciosos y no hacer tareas domésticas por la noche.
Ecoportal.net
Con información de: https://ecodes.org/