¿Las semillas de Cannabis se producen mediante transgenia?

La ciencia ha realizado enormes avances en materia de producción vegetal, desde la selección natural de cultivos, hasta la transgenia. Pero no todas estas técnicas son amigables con el ambiente, ni bien vistas por una creciente parte de la sociedad.

Tal es el caso de la biotecnología moderna aplicada a la agricultura, que promete grandes beneficios para la humanidad, pero que trae aparejados efectos nocivos. Genera contaminación, deforestación, desarraigo, problemas de salud, dependencia económica, entre otros males.

Pero ¿qué es la biotecnología?

La biotecnología moderna utiliza técnicas que, en su conjunto, se denominan ingeniería genética. Lo que hacen es modificar y transferir los genes de un organismo a otro, “creando” organismos genéticamente modificados (OGM) con el objetivo de otorgarles propiedades específicas.

Para manipular las células y el ADN de estos organismos, los científicos utilizan herramientas como:

  • Enzimas de restricción
  • ADN ligasa
  • Plásmidos
  • Bacteriófagos

Aún no se han podido medir las consecuencias de estas herramientas cuando son liberadas al ambiente, o ingresan en el organismo de los seres vivos.

El caso particular de la biotecnología moderna aplicada a la agricultura, genera organismos genéticamente modificados con el objetivo de obtener:

  • Mayor productividad y rindes
  • Mejor sanidad y resistencia a enfermedades
  • Adaptación a suelos y climas
  • Refuerzo con vitaminas
  • Etc.

Los organismos genéticamente modificados que actualmente se siembran en el mundo son los más consumidos: soja, maíz, trigo, arroz, colza, entre otros. Y, lejos de solucionar el problema del hambre mundial y la desnutrición, solo traen daño ambiental y conflictos sociales.

¿Qué pasa con las semillas de cannabis?

En este artículo te contaremos por qué puedes comprar semillas de cannabis, sin temor a que estas sean producidas mediante transgenia.

Muchas son las dudas que se presentan en la población respecto de los organismos genéticamente modificados, también conocidos como transgénicos. Y desde hace algún tiempo también hemos venido escuchando las mismas respecto de la producción de cannabis.

Como no se exige una identificación obligatoria de los mismos, se hace imposible poder elegir qué consumir. Como si fuera poco, muchos de estos transgénicos son parte de alimentos procesados y se encuentran identificados con códigos que pocos consumidores conocen.

Podemos estar comiendo unas galletas con soja transgénica, identificada como INS322, sin saberlo.

Y a este panorama de inseguridad sobre lo que se consume, se suma un nuevo mito, que las semillas de cannabis, especialmente las feminizadas, se obtienen mediante biotecnología moderna.

¿Cómo se producen las semillas de cannabis?

Las semillas de cannabis que se comercializan, se obtienen mediante procesos de selección natural, mediante cruzas o clones de especies de las cualidades deseadas.

La planta de cannabis tiene flores femeninas y masculinas, que pueden encontrarse en la misma planta (hermafroditas), o en plantas separadas.

Actualmente, la gran parte de semillas de cannabis que se comercializan, son feminizadas, es decir, sólo producen flores femeninas que son las utilizadas para quienes consumen esta planta, ya sea para uso recreativo o medicinal, por las altas concentraciones de THC y CBD respecto de las flores masculinas.

Además, estas semillas feminizadas, al no ser polinizadas, no generan semillas, otra característica buscada por los consumidores.

Semillas de cannabis feminizadas

En el caso particular de la obtención de esta clase de semillas, son muchas las técnicas utilizadas, pero ninguna relacionada con la transgenia.

Hay varias maneras de conseguir que una planta hembra de cannabis produzca polen en algún momento para lograr así semillas feminizadas.

Se trata de un proceso en el que se revierte el sexo de una hembra, es decir, se la fuerza a producir flores macho. De esta forma, y una vez en floración, la hembra escogida para la reversión empezará a generar flores macho completas con estambres y anteras, capaces de liberar el polen que podrá fecundar las flores de plantas hembra.

Pero ¿cuál es la diferencia entre un macho y una hembra revertida?

El sexo de las plantas de cannabis se determina, al igual que el resto de los seres vivos, mediante los cromosomas sexuales. Las plantas macho disponen de una pareja de cromosomas sexuales distintos llamados “XY”, mientras que los de las hembras son iguales y llamados “XX”.

Cuando se cruza una planta macho (XY) con una hembra (XX), se suele obtener aproximadamente la mitad de plantas de cada clase en la descendencia. Por lo tanto, si los productores de semillas usan un macho y una hembra, las semillas resultantes serán aproximadamente 50% machos y 50% hembras.

Por el contrario, si se cruzan dos plantas hembras revirtiendo el sexo de una de ellas para que produzca polen, las semillas resultantes, al germinar, serán plantas hembra.

Esto se da de esta manera ya que, en la ecuación de cruzamiento, solo intervienen cromosomas sexuales femeninos “XX”.

Por más que se intente “convertir” a una hembra en macho, no se logra alterar su composición genética, que sigue siendo de hembra, XX. Con esto se desmitifica que se trate de plantas OGM.

Técnicas utilizadas para obtener plantas feminizadas de cannabis

Casi todas estas técnicas requieren de algún producto químico (hormonas o minerales) que suele rociarse sobre la planta hembra a la que se quiere revertir el sexo. Una vez rociadas con el producto escogido y bajo un fotoperiodo de floración específico, las plantas empezarán a florecer normalmente, pero como machos en lugar de como hembras, produciendo polen “feminizado” (que sólo contiene cromosomas XX) que puede utilizarse para polinizar a otras hembras y producir semillas feminizadas.

Estas son algunas de las técnicas más utilizadas:

  • Estrés controlado o rodelización
  • STS o tiosulfato de plata
  • Plata Coloidal
  • Nitrato de plata
  • Ácido giberélico

En conclusión, las semillas feminizadas no son OGM

Al utilizar alguna de las técnicas de reversión de sexo lo que se hace es inhibir la acción del etileno en la planta hembra donadora de polen, en ningún caso se modifica genéticamente una semilla (ni una planta). Los cromosomas sexuales de la hembra convertida en macho siguen siendo femeninos (XX), nada ha cambiado a nivel genético. Las semillas feminizadas no son, entonces, organismos genéticamente modificados.