En peligro de secarse uno de los principales humedales de Europa

Los humedales son considerados como unos de los ecosistemas más biodiversos y valiosos del planeta,sin embargo, su existencia está en constante peligro. Durante los últimos cien años, aproximadamente el 70% de ellos han desaparecido debido a la irresponsable explotación de los acuíferos. Una amenaza que parece no tener freno y que pone en riesgo la supervivencia de estos importantes ecosistemas.

El Parque Nacional de Doñana, ubicado en la margen derecha de la desembocadura del río Guadalquivir en el sur de España, pretende presumir de ser el humedal más importante de Europa occidental, cubriendo una extensa área protegida de 543 km2 (209.65 millas cuadradas). El parque se considera importante gracias a sus marismas, donde están presentes miles de aves acuáticas durante la reproducción y la migración. También cuenta con estanques que albergan un número considerable de especies raras, endémicas y en peligro de extinción.

Durante más de 20 años, algunos investigadores han intentado llamar la atención sobre el peligro ambiental que representa el crecimiento desmedido de áreas urbanas y agrícolas en los alrededores del parque nacional andaluz en perjuicio de los humedales. Parece que nadie ha prestado suficiente atención a sus advertencias hasta ahora.

Preocupación internacional por los humedales

La comunidad internacional está justificadamente preocupada ante la propuesta de una nueva ley que aumentaría aún más el riesgo en los alrededores. El PP y Vox, respaldados por la Junta andaluza, han tomado la decisión en el Parlamento de avanzar con la tramitación de una propuesta de ley que aumenta los regadíos en la zona norte del Parque de Doñana. Una medida irresponsable que pone en peligro este importante enclave natural.

Una vez más, la Comisión Europea amenaza con llevar a España ante el Tribunal de Justicia de la Unión Europea. Ya en 2021, este tribunal condenó al país por su falta de acción en la protección de los hábitats de Doñana. Parece que España sigue sin tomar las medidas adecuadas para preservar este importante ecosistema.

Alemania, el país que más importa fresas de Huelva -una zona donde se encuentra Doñana-, ha decidido enviar una delegación para conocer la situación. Sin embargo, debido a las elecciones generales que se llevarán a cabo en España a finales de julio, la visita ha sido retrasada.

Estanques biodiversos

GRAFAND2115. LA PUEBLA DEL RÍO (SEVILLA), 02/08/2022.- Un grupo de flamencos recorren una laguna completamente seca en La Cañada de los Pájaros, un humedal de La Puebla del Río (Sevilla) junto al Espacio Natural de Doñana que fue creado en 1986 sobre una gravera abandonada, y que está en peligro por una sequía peor que la del año pasado a causa de la falta de precipitaciones y las altas temperaturas. EFE/ José Manuel Vidal

Es importante destacar que los estanques de Doñana son en su mayoría temporales y se secan durante los calurosos veranos. A pesar de esto, es sorprendente cómo estas áreas de humedales logran albergar una gran diversidad de flora y fauna altamente especializadas. Incluso cuentan con numerosas especies acuáticas que han evolucionado para sobrevivir en estos períodos secos.

La supuesta “gran abundancia” de cuerpos de agua (3.000 en total) y la tan aclamada diversidad solo garantizan que ciertas especies, tanto las que tienen ciclos de vida más cortos como las que requieren estanques con largos períodos de inundación, puedan desarrollarse cada año. Sin embargo, no se menciona cómo esto afecta a otras especies o al equilibrio ecológico en general. Es por eso que están catalogados como hábitats de conservación prioritarios en la Unión Europea.

Refugio de especies

En Doñana, hay unos pocos estanques permanentes que actúan como refugio para las especies durante los veranos secos. Sin embargo, no se puede negar que estos estanques también aumentan la riqueza del sistema al proporcionar hábitat para especies estrictamente acuáticas, como los peces.

Increíblemente, los estanques de Doñana están ubicados en un acuífero que abarca un área cinco veces mayor que la superficie del parque. Este acuífero se recarga anualmente gracias a las lluvias, lo que provoca un aumento en el nivel del agua y la inundación de grandes extensiones del parque.

La mayoría de los estanques de Doñana apenas tienen profundidad, lo cual es una gran desventaja para su ecosistema. Estos cuerpos de agua superficiales no proporcionan el hábitat adecuado para muchas especies acuáticas y limitan la diversidad biológica en la zona. Si el nivel del agua disminuye más de dos metros, los estanques se secarán y estarán invadidos por arbustos.

Es una situación preocupante que puede causar graves daños a los humedales. Supuestamente, la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir afirma que la mayoría de las zonas muestran una disminución en los niveles de los acuíferos. Aunque, es importante resaltar que solo 13 de las 14 zonas son monitoreadas, lo cual deja margen para dudas sobre la veracidad y representatividad de estos datos.

En algunas áreas, los descensos superan los 20 m en comparación con los niveles medidos durante el periodo seco más antiguo conocido en 1995. Esta situación ha llevado a una declaración oficial de sobreexplotación del acuífero, y se considera que tres de los cinco cuerpos que conforman el acuífero están en riesgo.

Los efectos de la construcción y la agricultura en los humedales

Doñana ha estado supuestamente “protegida” desde 1969, aunque su entorno ha sido rápidamente destruido debido al cambio de uso del suelo en las últimas décadas.

En la década de 1970, se comenzó la construcción de un complejo turístico costero que hoy en día ocupa más de 360 hectáreas. Este complejo irresponsable bombea agua subterránea a través de estaciones de bombeo ubicadas peligrosamente cerca de los estanques principales del parque. ¿Y qué hacen con esta agua? La utilizan para el consumo de sus huéspedes y hasta para regar un campo de golf que ha estado en funcionamiento durante 17 años.

Sin duda, es preocupante ver cómo en los últimos 30 años se ha producido un incremento de cinco veces en el uso de invernaderos para el cultivo de fresas en el área cercana al parque. Este crecimiento desmedido no solo afecta negativamente al paisaje natural, sino que también plantea serios interrogantes sobre los impactos ambientales y la sustentabilidad de esta práctica intensiva.

Resulta lamentable que se priorice la producción a gran escala sin considerar las consecuencias a largo plazo para los huemdales. Es imprescindible replantear este modelo agrícola insostenible y promover prácticas más respetuosas con el medio ambiente. La cubierta de invernadero ha crecido hasta superar las 11.000 hectáreas, generando una producción de fruta que se distribuye tanto en España como en el resto de Europa. Sin embargo, esta producción solo beneficia a unos pocos municipios cercanos, ya que su importancia socioeconómica es limitada.

El uso de agua en estos cultivos es preocupante. No se puede determinar cuánta agua se extrae del acuífero debido a la falta de control y a las extracciones ilegales que ocurren sin que se puedan detectar. Aunque existen concesiones legales, no hay garantía de que se esté gestionando adecuadamente este recurso vital.

Estanques de humedales reemplazados por matorrales

En un estudio reciente se han analizado las tendencias y los impulsores experimentados por la red de estanques de Doñana. Utilizando imágenes satelitales, se logró cuantificar la duración y el alcance de la inundación para cada estanque de más de 900 m² desde 1984 hasta 2018.

Gracias a estos datos, fue posible determinar los cambios y su conexión con el clima local (precipitación y temperatura), así como con factores antropogénicos como los desarrollos turísticos, la distancia del estanque a las estaciones de bombeo de aguas subterráneas, la extensión de los cultivos de invernadero y la operación del campo de golf local.

Resulta preocupante que el 59% de los estanques de Doñana no se inundan desde, al menos, 2013. No solo se ha dejado de inundar, sino que con la disminución de las inundaciones, estas áreas han sido invadidas por vegetación terrestre como matorrales y bosques de pinos.

Clima anual y humedales

Aunque se ha establecido una relación entre la lluvia y la temperatura con el comportamiento de los estanques, resulta preocupante que el 80-83% de estos no se inunden tanto tiempo como deberían según el clima anual. Parece que algo no cuadra en esta ecuación. Las extracciones de agua son la principal razón de esta anomalía. No es sorprendente que el sistema de estanques se deteriore cuando se le quita constantemente su recurso vital. La urbanización y las áreas cultivadas están pagando las consecuencias más severas debido a su proximidad al estanque afectado.

La disminución en el área inundada del estanque se debe a la expansión de los cultivos de invernadero, sin considerar las consecuencias negativas que esto conlleva. Mientras tanto, la extracción irresponsable de agua subterránea en el complejo costero resultó en la desaparición total de los estanques más cercanos. Por supuesto, es obvio que el tiempo durante el cual el campo de golf ha estado en funcionamiento tiene un impacto significativo.

La sequía empeora la situación

Estas tendencias de deterioro se vuelven aún más graves durante períodos de sequía como el actual. Mientras las precipitaciones disminuyen y la recarga natural del acuífero se reduce, las extracciones de agua aumentan debido a la mayor demanda por parte de los cultivos.

Es evidente que los estanques permanentes son ahora tan inútiles como los temporales, ya que la mayoría de estos últimos ni siquiera se han llenado este año. En las cuencas secas del estanque, es posible apreciar cómo el matorral que ha invadido esas áreas también se está marchitando. Incluso los antiguos alcornoques centenarios, que solían albergar a las famosas garzas de Doñana, están muriendo. Es lamentable la falta de cuidado y conservación de este importante ecosistema. El sistema, que supuestamente tenía la capacidad de superar períodos de sequía en el pasado, se muestra incapaz frente a las presiones actuales.

Doñana se encuentra en una situación crítica y requiere una acción urgente

Es increíble cómo durante tantos años se ha permitido la extracción descontrolada del acuífero a pesar de las advertencias constantes de estudios y expertos sobre los daños que esto podría causar a la conservación de Doñana.

Una vez más, estamos presenciando cómo el nombre de Doñana se utiliza como pretexto para enfrentamientos políticos. Y, como era de esperar, esto resulta en más demoras en la adopción de medidas para preservar el acuífero, los estanques y la fauna de Doñana. Es realmente decepcionante ver cómo se desperdicia tiempo y recursos mientras este ecosistema tan valioso sigue en peligro.

Este artículo ha sido escrito por Miguel de Felipe Toro, Investigador predoctoral en Ecología de Humedales, Estación Biológica de Doñana (EBD-CSIC); Carmen Díaz-Paniagua, Investigadora del Departamento de Ecología y Evolución, Estación Biológica de Doñana (EBD-CSIC), y David Aragonés Borrego, Técnico especialista SIG y Teledetección alumno de doctorado en Geografía, Estación Biológica de Doñana (EBD-CSIC). Se reproduce de The Conversation bajo una licencia Creative Commons. Lea el artículo original.

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