Usos óptimos para la riqueza nicaragüense contenida en el Gran Lago Cocibolca

Por Salvador Montenegro Guillén

Nuestras leyes reconocen el alto valor de la cuenca de los Grandes Lagos, y específicamente a la joya de la corona, nuestro Gran Lago Cocibolca. Sabemos que contamos con un preciado tesoro, que tenemos el compromiso de usarlo sabiamente y además conservarlo para su uso indefinido, pero pasivamente hemos postergado el cumplimiento de esta obligación mientras la degradación ambiental continúa y cada día perdemos más opciones para su uso.


La aprobación por la Asamblea Nacional de la Ley 699 (Ley que crea la Comisión de Desarrollo Sostenible de la Cuenca Hídrica de los Lagos Apanás, Xolotlán y Cocibolca, y del Río San Juan”) en Agosto del año pasado, “con el fin de coordinar la aplicación de políticas, planes y acciones ambientales que contribuyan a la gestión sostenible y compartida para alcanzar la conservación y rescate de los hábitat críticos y el desarrollo sostenible de las poblaciones asentadas en la cuenca (Art. 1)”, a cuyo efecto (Art. 4) “la Comisión tendrá entre sus funciones: Elaborar y aprobar el Plan de Gestión Integral de recursos hídricos, suelos, bosques y de ordenamiento territorial, económico y ecológico para la gestión de la cuenca hídrica… el que deberá incluir medidas económicas, sociales y ambientales necesarias para asegurar con el aprovechamiento racional y su protección, el buen funcionamiento ecológico y económico de la misma….” Plantea por primera vez en nuestra historia claramente la responsabilidad del Estado de velar por el óptimo uso y protección de los recursos contenidos en la extensión territorial de la Cuenca de los Grandes Lagos y el RSJ.

La concepción de un Plan de gestión o administración de los suelos, aguas y recursos relacionados queda establecida por ley “para satisfacer la necesidad de desarrollar planes de conservación en los cuerpos de agua que fluyen y abastecen a la cuenca lacustre del Lago Xolotlán y Cocibolca, así como la cuenca fluvial del Río San Juan…npor lo que su administración, aprovechamiento y protección tiene que ser de manera integral y con participación de todos los sectores que forman parte de la Cuenca (Considerando II).”

Las previsiones de esta Ley, están en línea con el documento del año 2002 de la Asociación de Municipios de Nicaragua (AMUNIC), y de la entonces Asociación de Municipios del Gran Lago Cocibolca, AMUGRAN, en el que se identificó y propuso con el apoyo del CIRA/UNAN las Políticas de Aprovechamiento y Protección del Cocibolca, noción trascendente que luego se convirtió en el espíritu del Artículo 97 de nuestra Ley 620, Ley General de Aguas Nacionales, al designarlo Reserva Nacional de Agua Potable, con valor estratégico para la seguridad Nacional.

Vemos que tanto el espíritu como la letra de estas leyes, reconocen el alto valor de la cuenca de los Grandes Lagos, y específicamente a la joya de la corona, nuestro Gran Lago Cocibolca.

Sin embargo, a la fecha no existe el necesario Plan de Gestión Integral que es el objeto de la Ley 699, un instrumento de administración al servicio del aprovechamiento racional y la protección, debido a que los usos o aplicaciones concretas solamente han sido enunciados de forma general, y no existe aún consenso nacional de cómo aprovecharlos racionalmente. Sabemos que contamos con un preciado tesoro, que tenemos el compromiso de usarlo sabiamente y además conservarlo para su uso indefinido, pero pasivamente hemos postergado el cumplimiento de esta obligación mientras la degradación ambiental continúa y cada día perdemos más opciones para su uso.

Es en este injustificable e incoherente vacío de acciones, que la aparición de iniciativas para construir proyectos faraónicos de alto riesgo constituyen un peligro cuyas consecuencias podrían acabar con las ventajas comparativas que Nicaragua presenta hoy para el desarrollo de las grandes soluciones económicas y sociales ambientalmente sostenibles.

Por esta razón, el suscrito con estas líneas invita a la ciudadanía y a nuestro Gobierno en el mejor interés nacional a atender sensatamente estas necesidades, a cuyo efecto se propone considerar el desarrollo de las mejores opciones de uso de los recursos hídricos de la Cuenca de los Grandes Lagos, y así contribuir al cumplimiento de las previsiones contenidas en nuestras Leyes 620, 699 y otras complementarias.

Paradójicamente, algunas de las alternativas para el uso óptimo de las aguas de los Grandes Lagos han sido mencionadas tímidamente de forma reiterada desde hace décadas sin que aún exista propuestas estructuradas: Agua Potable, Riego, Pesca artesanal y deportiva, desarrollo del Turismo, Foso de Diversidad Biológica, generación hidroeléctrica a baja escala.

Nuestro Gobierno, y posibles inversionistas interesados tienen la oportunidad de considerar el desarrollo de estas opciones de buen negocio para unos y de claro bienestar nacional general fundamentadas en su aprovechamiento sostenido, para cuya implementación no resulta necesario modificar con severos e irreversibles impactos de gran magnitud ecosistemas y poblaciones humanas, como implica por ejemplo la iniciativa del controversial proyecto hidroeléctrico Brito, que cerraría el flujo del Río San Juan y al descargar esas aguas al Pacífico, desataría una abigarrada colección de ecosistemas destruidos innecesariamente, y que al ser incompatible con otras opciones de desarrollo, impediría alcanzar objetivos de mucho mayor valor que la intrínseca electricidad que ofrece, por atractiva que parezca.


Los usos óptimos para nuestras aguas serían:

1. El abastecimiento de agua potable para el total de la población de Nicaragua. Aunque ha iniciado ya con el suministro a algunas ciudades alrededor del Cocibolca, más de la mitad de la población nicaragüense aún carece de conexión domiciliar apropiada. Alcanzar el sueño de contar con agua segura 24 horas al día depende no solamente de contar físicamente con el agua (cada nicaragüense tiene una dotación nominal de 531 barriles de agua para cada día del año) sino de los ausentes recursos económicos indispensables para costear la infraestructura de abasto de agua potable y saneamiento.

¿Cómo obtener los cuantiosos fondos necesarios? Podríamos vender un pequeño excedente de las aguas del Cocibolca. Resulta relativamente simple conducir unos 10 m3s (metros cúbicos por segundo) desde el Gran Lago en un sitio apropiado de Rivas (el sitio de Brito sería un buen lugar) con una tubería adecuada hacia el nivel del mar, que permitiría aprovechar la caída de unos 30 metros al mismo tiempo para generar energía eléctrica que luego posibilite bombear ese flujo mediante un conducto a nivel del mar hacia El Salvador, donde la población urgentemente necesita el abasto, y su país tiene la capacidad de pago.

A efectos de ilustración solamente, si Nicaragua recibiera un dólar por cada metro cúbico de agua así exportado, hablaríamos de US$ 864,000 diariamente, un negocio de al menos US$ 315 millones anuales logrado con ese flujo mínimo, que equivale a gotas excedentes para el Gran Lago Cocibolca, mucho menos de lo que se evapora. Claramente se podría invertir dichos ingresos en la rehabilitación de la cuenca hídrica de los Grandes Lagos, apoyar con estos recursos la gestión ambiental de los 70 municipios en la cuenca para reforestación, control de tóxicos, residuos sólidos y líquidos, y otros problemas conocidos y bien documentados, aportando formas de solución a los graves riesgos actuales sobre la calidad del agua en el Cocibolca, cuyo control es condición sin equa non para el suministro humano.

2. La ya mencionada y reducida exportación de excedentes para su uso como agua potable, no limita otras opciones importantes, como la del uso del agua del Cocibolca para riego. El programa de irrigación anunciado por el Presidente de la República, Comandante Daniel Ortega durante su participación en la VII Cumbre de la Alternativa Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América, realizada en Cochabamba, Bolivia, en Octubre del 2009 convertiría a Nicaragua en una potencia regional en la producción de alimentos. Contradictoriamente, esta alternativa sí desaparecería en caso que el proyecto hidroeléctrico Brito entrara en acción, ya que ambos proyectos son mutuamente excluyentes porque simplemente compiten por el mismo caudal a la elevación topográfica que se pretende explotar sus aguas.

El proyecto de Riego contempla usar las aguas del Gran Lago Cocibolca para irrigar unas 65 mil hectáreas de tierra en los primeros cinco años, ampliándose la capacidad a 625 mil hectáreas en los siguientes 15 años, lo que permitiría producir anualmente más de 3 millones de toneladas de alimentos.

Tal sería el impacto del programa que Nicaragua estaría dando un paso significativo en la erradicación de la pobreza, pues además de incrementar la producción agrícola también se estaría creando miles de puestos de trabajo. El estudio en que se basa, “Una Estrategia de Riego de las Planicies del Pacífico de Nicaragua”, considera que solamente el Gran Lago de Nicaragua es capaz de generar el agua para irrigar las mejores tierras de nuestro país, a lo largo del pacífico entre el nivel del mar y 100 metros de altura sobre ese nivel.

3. Otra opción ambientalmente sostenible es la promoción del turismo, especialmente la que consiste en aprovechar la pesca deportiva.

Sabemos que una de las más famosas e interesantes propiedades del Cocibolca es la diversidad y composición de su ictiofauna. La presencia de peces marinos migratorios como son dos especies de pez sierra (Pristis pectinatus y P. perotetti), el agresivo tiburón toro del Caribe (Carcharhinus leucas), el Sábalo real (Tarpon atlanticus), y la de otros peces dulceacuícolas como el antidiluviano gaspar (Antractosteus tropicus) y los muy variados cíclidos (guapotes, mojarras) es solamente una de los muchos atractivos tanto científicos como para la pesca deportiva y el turismo.

Nuestros vecinos al sur de la frontera han desarrollado muy inteligentemente este sector económico, al grado que anualmente esta actividad proporciona a su país más de US$600 millones y mantiene al menos 63 mil empleos directos e indirectos en Costa Rica. La pesca deportiva allá causa ingresos aún mayores que los de la pesca comercial, con elevada tributación fiscal, y esta actividad si logramos desarrollarla en el Gran Lago con similar éxito, se vería sumamente beneficiada en caso se logre concretar pronto la limpieza o dragado de nuestro Río San Juan, lo que permitirá el regreso a los tiburones y peces sierra, los que son capturados desde hace cincuenta años en el Río Colorado, impidiendo su migración natural a través del RSJ. Esto causa su ausencia en el Cocibolca, y el consiguiente desequilibrio ecológico cuyos probables efectos inciden tanto sobre la calidad del agua como permite la proliferación de especies indeseables en el Gran Lago.

Como vemos, la combinación de estos tres usos optimizaría el aprovechamiento de las aguas del Cocibolca, aportaría recursos financieros frescos al país, financiaría los esfuerzos por rehabilitar la cuenca hídrica de los Grandes Lagos y el Río San Juan sin causar impactos ambientales que impidan otros usos ambientalmente amigables y sostenibles en el interés y beneficio nacional. Éste sería el norte para organizar formalmente cuanto antes el Plan de Gestión Integral de la Cuenca de los Grandes Lagos y el Río San Juan, esencial para nuestro desarrollo económico y social, ambientalmente sostenido. Ésta es la Nicaragua que deseamos. www.ecoportal.net

Salvador Montenegro Guillén – Director Fundador,Centro para la Investigación en Recursos Acuáticos de Nicaragua – Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua, Managua.