Científicos canadienses y estadounidenses se han reunido para analizar los informes patológicos de más de 50 orcas que quedaron varadas en un período de diez años en las costas del noreste del Pacífico y de Hawái.
Las conclusiones a las que han arribado los científicos es que varias son las amenazas mortales a las que se enfrentan estos cetáceos, la mayoría deriva de la interacción con los humanos.
Las “ballenas asesinas”
Las orcas (Orcinus orca) se hicieron la fama de “ballenas asesinas” por su apodo en inglés killer whales, mal adaptado al español que le pusieran los balleneros del siglo XVIII. En realidad, el término se refería a la capacidad de las orcas de atacar y matar a otros cetáceos de mayor tamaño, como las ballenas.
Las orcas han logrado establecerse en diferentes poblaciones en varias costas alrededor del mundo, llegando a contabilizarse unos 55.000 ejemplares. Pero en algunas costas de Canadá y EE UU, se han podido avistar menos de 70 orcas. Por lo tanto, en los estados de Columbia Británica, en Canadá, Washington y Oregón, EE UU se las considera en peligro de extinción.
La muerte de las Orcas
De 2004 a 2013, 53 de estos cetáceos odontocetos quedaron varados en esas costas, y se logró determinar las causas de las muertes del 42 % de ellos. Ahora, un estudio, dirigido por el Ministerio de Agricultura de Columbia Británica, ha permitido analizar esas necropsias para identificar los peligrosos a los que se enfrentan estos mamíferos marinos y mejorar así la gestión de su conservación.
Los resultados, publicados en la revista PLoS ONE, revelan, por ejemplo, que una cría murió de sepsis después de ingerir un anzuelo tradicional de madera. Otra falleció por inanición debido a una deformidad facial congénita. Otros dos ejemplares murieron por los graves traumatismos provocados por colisiones con embarcaciones.
Los científicos también detectaron enfermedades infecciosas, como toxoplasmosis o sarcocistosis, deficiencias nutricionales, infecciones a raíz de mordeduras de tiburones entre las otras causas de muerte.
“En el estado de Columbia Británica, fallecieron nueve orcas residentes en el sur: dos adultos, dos juveniles y una cría murieron por traumatismos tras chocar con barcos. Uno de ellos fue por el impacto con una hélice”, subraya el autor principal Stephen Raverty, patólogo veterinario del Ministerio de Agricultura de Columbia Británica y profesor adjunto en el Instituto de Océanos y Pesca de la Universidad de Columbia Británica (UBC).
Uno de los ejemplares no superó la infección que le provocó el marcaje por satélite para su posterior monitorización. Otra muerte se debió a causas naturales y las otras dos han quedado indeterminadas.
Colisiones, anzuelos y desencuentros
Pero aunque no existe una causa común única de muerte, los investigadores sí determinaron que existía un tema que las unía a todas a todas las edades: las interacciones con humanos. “La mitad de las muertes de orcas identificadas en este estudio se produjeron por encuentros con humanos”, recalca Raverty.
“Es importante darse cuenta de que no solo las estamos perjudicando indirectamente molestándolas con los barcos o por la falta de salmón. También son los choques con las embarcaciones y los anzuelos”, indica Joe Gaydos, coautor y director de la SeaDoc Society.
Este veterinario de la fauna salvaje desarrolló en 2004, junto a Raverty, un protocolo estandarizado de necropsias de orcas. Revisada en 2014 con la ayuda de Judy St. Leger, patóloga del SeaWorld, esta guía ayudó a mejorar los exámenes de los cetáceos fallecidos.
“Los resultados de las necropsias de orcas en este estudio son únicos y permitirán establecer información de referencia para evaluar actuaciones futuras de mitigación”, explica Raverty. Aunque la investigación no puede ofrecer una imagen completa de la salud y mortalidad de las orcas –por el estado de los ejemplares varados al analizarlos–, el informe es el que mejor refleja hasta ahora las amenazas que se ciernen sobre estos animales.
Referencia:
Stephen Raverty et al. “Pathology findings and correlation with body condition index in stranded killer whales (Orcinus orca) in the northeastern Pacific and Hawaii from 2004 to 2013” PLoS ONE