Estos envoltorios fueron diseñados por una startup biotecnológica comprometida con la generación de valor a partir de residuos de la industria alimentaria.
Esta empresa busca dar una segunda vida a los desechos, reusándolos y transformándolos bajo una economía circular en bioproductos como envases 100% compostables y naturales. Con el objetivo de reducir el consumo de papel y plástico.
Es así que de la mano de Alejandra Cuba, una joven ingeniera alimentaria peruana, surge “Caopack”.
“Lo que nosotros hacemos es revalorizar a los subproductos de la industria alimentaria, como, por ejemplo, la cascarilla del cacao o cáscaras de frutos secos o de bagazos de cerveza, con el fin de transformarlos en biomateriales 100 % naturales“, comenta Cuba.
Entre las ventajas de este material se encuentra el reciclado de un subproducto para la fabricación de un nuevo biomaterial, pero sobre todo se destaca la velocidad de compostaje. Tanto al ser enterrado o compostado a nivel familiar o industrial, el producto se biodegrada en menos de una semana.
“La idea es que estos inicien su desintegración en un corto período; y si está expuesto a condiciones más biológicas como insectos o también microorganismos propios de la tierra, usando las lombrices, la desintegración se acelera“, destaca.
Se trata además, de un producto que es soluble en agua y si bien no cuenta con la manipulación correspondiente a la categoría de alimentos, es “tan natural” que este envoltorio tranquilamente se podría ingerir sin problemas.
CaoPack

El nombre del emprendimiento de esta joven es CaoPack y se encuentra en Lima, Perú. Su principal producto en la actualidad son los empaques biodegradables hechos de los subproductos del cacao, que se emplean en la industria chocolatera.
El proceso comprende la creación de láminas, como si fueran una hoja de papel o una tela, que luego se utilizan para envolturas. También van preformadas, es decir, dobladas, pegadas y selladas para convertirlas en empaques; proceso que actualmente es manual.
“El enfoque es utilizarlo como envoltura, por ejemplo, tenemos láminas que son de 34×34, 36×36, 40×40, y esas nosotros las ofrecemos cortadas, según el requerimiento del cliente, enteras o también preformadas como envase primario de chocolates, principalmente se usa para chocolates finos de aroma“, explica.
Además, comenta que se puede envasar cualquier producto que tenga baja humedad; pueden ser frutos secos, pasteles, también usarse como base para ‘cupcakes’ (magadalena, ponquecito).
El material base de este envoltorio
Concretamente, para la creación de estos envoltorios se utiliza la cascarilla del cacao. Se trata de un material que rodea al grano de este fruto y se obtiene, como subproducto o desecho, a través del descascarillado de la semilla.
“Este subproducto se queda en la capital (Lima) y no tiene un valor agregado“, señala Cuba y explica que podría usarse como compostaje o enviarlo de nuevo a la zona de cultivo, pero tiene un alto costo transportarlo de regreso.
Entonces, es ahí donde lo aprovechan en CaoPack para crear sus empaques, tomando en cuenta que en Lima les favorece el suministro de este subproducto.
Comparado con otros productos similares, Cuba señala: “Nosotros tenemos diferencias, porque no usamos mezclas parciales con celulosa de los árboles ni tampoco hacemos extracciones, sino que transformamos el subproducto (el desecho) íntegramente“, enfatiza Cuba, al comparar su invención con otras ya existentes en el mercado.
Sobre la vida útil del biomaterial de CaoPack, Cuba señala que el promedio es de seis meses; sin embargo, indica que, si se conserva bajo ciertas condiciones de inocuidad, protegido de insectos o microorganismos, ese tiempo se puede alargar.
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