La deforestación, impulsada por diversos factores, es uno de los principales aceleradores del calentamiento global. Aunque ningún país está exento de la pérdida de bosques, algunos lideran este preocupante ranking. Según un informe elaborado por la consultora internacional Climate Focus, Bolivia e Indonesia son actualmente los países con los índices más alarmantes de deforestación.
En el caso de Bolivia, la deforestación está mayormente motivada por incentivos para expandir la agricultura. Por su parte, Indonesia experimenta un aumento en la explotación minera, especialmente del níquel, lo que explica gran parte de la deforestación en ese país.
Deforestación: los países con los peores registros
El informe, difundido recientemente, también destaca que Brasil ha logrado ciertos avances en la reducción de la deforestación. Sin embargo, la situación en la región del Cerrado sigue siendo «preocupante». El análisis se basa en investigaciones de unas treinta organizaciones ecologistas y entidades de referencia.
En 2023, el mundo perdió un total de 6,37 millones de hectáreas de bosque, el equivalente a 9,1 millones de campos de fútbol, según el informe «Forest Declaration Assessment». Este dato es particularmente alarmante, ya que en la conferencia sobre el cambio climático COP26, celebrada en Glasgow en 2021, más de 140 países se comprometieron a reducir gradualmente la deforestación, con el objetivo de erradicarla por completo para el 2030.
A pesar de este compromiso, los 6,37 millones de hectáreas perdidas en 2023 superan ampliamente el límite ideal de 4,4 millones que los expertos habían estimado como máximo aceptable para este año.
Ivan Palmegiani, experto de Climate Focus y uno de los autores principales del estudio, enfatiza que «a nivel mundial, la deforestación ha empeorado en lugar de mejorar desde el inicio de esta década». Además, advierte que estamos a solo seis años de la fecha límite fijada para poner fin a la deforestación, pero los bosques siguen siendo talados, degradados e incendiados a un ritmo alarmante.
Bolivia e Indonesia lideran el ranking de deforestación
La deforestación en Bolivia aumentó un impactante 351% entre 2015 y 2023, una tendencia que los especialistas califican de «alarmante». Los autores del estudio advierten que Bolivia enfrenta una crisis económica que podría llevar a una abrupta devaluación de su moneda debido a la disminución de las reservas financieras.
Ante este panorama, el gobierno boliviano ha implementado reformas para fortalecer el sector agroindustrial, del cual depende cada vez más la economía nacional. La producción de soja, caña de azúcar y la ganadería son los principales sectores beneficiados por estas reformas, pero también son responsables de una gran parte de la deforestación.
En Indonesia, después de haber registrado una disminución de la deforestación entre 2020 y 2022, la tendencia se revirtió bruscamente el año pasado. Esto se debe, en parte, a la producción de materias primas consideradas «ecológicas», como la viscosa, y la apertura de minas de níquel, vitales para la fabricación de baterías de vehículos eléctricos y otras tecnologías de energías renovables.
La importancia de los bosques para el planeta
Los bosques, que son hogar del 80% de las especies terrestres de animales y plantas, desempeñan un papel crucial en la regulación de los ciclos del agua y la captura de CO2, el principal gas de efecto invernadero responsable del calentamiento global.
Particularmente, en 2023 se perdieron 3,7 millones de hectáreas de selva tropical primaria. Estas áreas son esenciales no solo por su capacidad para absorber CO2, sino también por su rica biodiversidad. Esta pérdida es especialmente preocupante, ya que para cumplir con los objetivos fijados para 2030, estas cifras ya deberían haber comenzado a disminuir significativamente.
La deforestación sigue siendo uno de los mayores desafíos ambientales que enfrenta el mundo, y aunque algunos países han logrado progresos, los esfuerzos globales no han sido suficientes para frenar su ritmo acelerado. A medida que se acerca la fecha crítica de 2030, la presión para intensificar las acciones es más urgente que nunca.
Ecoportal.net
Con información de: https://climatefocus.com y https://globalforestwatch.org