No a muchas personas les gustan las termitas, ya que pueden destruir casas y masticar sus muebles de madera. Las plagas pueden ser terribles y en eso estamos de acuerdo.
Sin embargo, las termitas también pueden ser importantes para los ecosistemas en tierras semiáridas como pastizales y sabanas donde pueden ayudar a las plantas a resistir el cambio climático, según un estudio.
Un clima más cálido está causando que muchos pastizales se vuelvan aún más secos, lo cual es un problema ya que las tierras más secas son especialmente sensibles al clima. A medida que se espera que el calentamiento global intensifique las sequías en los próximos años, los pastizales y las sabanas enfrentarán mayores amenazas de desertificación.
Los científicos están estudiando la transición de áreas semiáridas impulsadas por el cambio climático, algunos de los cuales predicen que el noreste de Brasil, que actualmente está cubierto por vegetación de arbustos secos, pronto podría convertirse en un paisaje desértico.
Aquí es donde esas molestas termitas entran en escena.
En un estudio reciente publicado en la revista Science, los investigadores de la Universidad de Princeton informan que en las tierras secas los montículos de termitas proporcionan oasis para la vegetación que crece alrededor de los montículos. Estos montículos elevados posiblemente podrían ayudar a las plantas a ser más resistentes al cambio climático, dicen los expertos.
Las termitas construyen hábilmente nidos intrincados porosos a partir de la tierra. Estas estructuras permiten que el agua de lluvia se filtre y penetre profundamente bajo tierra. Los poros internos también causan menos evaporación que en la superficie del suelo.
“La lluvia es igual en todas partes, pero como las termitas permiten que el agua penetre mejor en el suelo, las plantas crecen en los montículos o cerca de ellos como si hubiera más lluvia”, dijo Corina Tarnita, una de las autoras detrás de la investigación que es asistente profesor de ecología y biología evolutiva en Princeton.
Durante períodos especialmente áridos cuando las áreas secas son golpeadas por olas de calor y enfrentan escasez de agua, la mayoría de la vegetación se seca. Sin embargo, no lo hacen las plantas que crecen cerca de termiteros. Gracias a la humedad preservada por estos nidos de gran altura, las plantas adyacentes pueden permanecer robustas.
“Incluso cuando ves que la desertificación comienza a ocurrir entre los montículos, la vegetación en los montículos o alrededor de ellos está funcionando tan bien que seguirá resembrando el medio ambiente”, dijo Tarnita.
“La vegetación en y alrededor de los montículos de termitas persiste por más tiempo y disminuye más lentamente”, explicó. “Incluso cuando llegas a condiciones tan duras donde la vegetación desaparece de los montículos, la re-vegetación es aún más fácil. Mientras los montículos estén allí, el ecosistema tiene una mejor oportunidad de recuperarse”.
A nuestros ojos, las termitas pueden ser problemáticas, pero en términos ecológicos podrían ser muy beneficiosas para la vegetación al ayudar a proteger algunas plantas contra el cambio climático.
Por Darunee Sukanan, artículo en inglés