¿Qué es la desertificación? La tierra muriendo

Según lo define la Convención de Lucha contra la Desertificación de las Naciones Unidas es un proceso de degradación del suelo resultante de factores como las variaciones climáticas o las actividades humanas. Por lo tanto, la desertificación implica la pérdida de suelos fértiles y la incapacidad de los ecosistemas de cumplir con su función reguladora y suministrar bienes y servicios.

La desertificación es uno de los principales retos medioambientales de nuestros días. Sin embargo, la mayoría de nosotros nunca hemos oído hablar de esta cuestión o desconocemos la dimensión del problema. Para profundizar el concepto hay que pensar en degradación ambiental, porque es lo que ocurre cuando se inicia una degradación en los ecosistemas. Un proceso que conlleva a la degradación de muchos tipos de zonas del medio ambiente.

¿Qué causa desertificación?

La degradación de la tierra se produce por variaciones climáticas. Las temperaturas elevadas y sostenidas en el tiempo, con lluvias que aparecen con poca frecuencia, ocasionan graves desequilibrios hidrológicos que afectan significativamente a la composición del suelo que inevitablemente se degrada, destruyendo la vegetación.

Otro factor a destacar es la actividad humana, hay 4 acciones que suponen las causas más inmediatas:

-El exceso de cultivos es una de las maneras de agotar el suelo.
-El sobrepastoreo elimina la cobertura de vegetación que protege el suelo de la erosión.
-La deforestación destruye los árboles que sujetan el suelo a la tierra.
-Los malos sistemas de irrigación transforman las tierras de cultivo en tierras saladas.

Consecuencias de la desertificación

Hay 3 niveles de desertificación según su gravedad a la hora de catalogar un suelo como en proceso o riesgo de desertificación:

-Desertificación moderada: considera que la producción agraria del terreno ha descendido entre un 10% y un 25% de su productividad original.
-Desertificación severa: cuando la pérdida de la productividad del terreno se encuentra entre el 25% y el 50%.
-Desertificación muy severa: es cuando la pérdida de producción agraria se sitúa en más del 50%, lo que conlleva la manifestación de los primeros signos de desertización (convertir en desierto), tales como la formación de dunas o la presencia de terrenos áridos y completamente secos.

En algunos países, la degradación de las tierras ha provocado emigraciones internas masivas hacia ciudades o regiones donde las condiciones de supervivencia son inicialmente más prometedoras, pero donde se están haciendo cada vez más difíciles y amenazan la estabilidad social y las identidades culturales.

La implementación de políticas de gestión de la tierra y del agua sostenibles ayudaría a superar estos retos cada vez más extremos.

Fuentes: hablandoenvidrio.com ecologiaverde.com cumbrepuebloscop20.org concienciaeco.com

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