Cuidar hoy para disfrutar mañana

Por Noemi Portela Prol

La huella dejada por el turismo masivo es difícil de mitigar pero el turismo sostenible se presenta como una firme alternativa que va ganando adeptos año tras año. Hoteles ecológicos integrados en el entorno, dormir en una habitación que usa energías renovables o simplemente disfrutar de una estancia sabiendo que no perjudicará a los habitantes del lugar ni al medio ambiente, son algunas de las experiencias que se abren camino ofreciendo unas vacaciones distintas y, sobre todo, comprometidas con el planeta.

El turismo no entiende de crisis. La mala situación económica no impide que este sector se sitúe año tras año entre los más poderosos. Según el último informe anual de la Organización Mundial del Turismo (OMT), en 2013 se produjeron 1.087 millones de desplazamientos que generaron unos ingresos de 873.000 millones de euros. Unas cifras alentadoras para la economía mundial, pero preocupantes a nivel ambiental y es que su impacto negativo es mucho mayor: la costa salpicada aquí y allá con grandes moles de edificios, prácticas de gran impacto en la población local, abuso de los recursos naturales de la zona, contaminación de ecosistemas, animales usados como atracción turística…

Ante la preocupante situación se han creado alternativas para evitar, o al menos minimizar, el impacto. Es el caso del ecoturismo, que pretende que los viajeros disfruten de su estancia en sintonía con la naturaleza y cultura del lugar sin perjudicarla. Algunos buscadores con una amplia reputación como es el caso de Expedia y TripAdvisor se han sumado a ese tipo de iniciativas incorporando en sus buscadores un filtro para poder seleccionar únicamente establecimientos que practiquen ecoturismo o cuanto menos turismo sostenible; es decir, que sus prácticas cumplan los principios de desarrollo sostenible. Hoteles que usan energías renovables, materiales naturales en lugar de plásticos, alimentación ecológica o producida por los agricultores locales son algunas de las actividades que se engloban en este nuevo nicho de mercado que va ganando adeptos a diario.

El crecimiento de este tipo de empresas se puso de manifiesto en los premios Tourism for Tomorrow celebrados en la Cumbre Mundial del Turismo de World Travel and Tourism Council (WTTC) en el que se otorgaron cinco reconocimientos. El anteriormente citado TripAdvisor fue uno de los ganadores por su programa Green Leaders. La empresa española Confortel Hoteles también fue uno de los vencedores de la noche por su compromiso con el empleo para personas discapacitadas. El premio a mejor destino turístico recayó sobre Ljubljana, la capital de Eslovenia, por ofrecer numerosos espacios verdes e innovadores sistemas de reciclaje. Tampoco se quedó exento de reconocimiento la labor del grupo Soneva, que ha creado una instalación solar en Islas Maldivas y destina un porcentaje de lo recaudado en las habitaciones a disminuir las emisiones de carbono. El último galardón fue para Reality Tours & Travels que permite descubrir el turismo en barrios marginales de India ofreciendo empleo a sus habitantes. Sin embargo a estos cinco ejemplos se añaden muchos más. El impacto turístico comienza desde el momento del viaje y la elección del medio de transporte es importante para evitar emisiones de CO2 innecesarias. Además pequeños gestos como el reciclaje o tratar de adaptarse al estilo de vida imperante en el destino y no imponer el nuestro evitarán el daño y permitirán disfrutar de una experiencia mucho más única.

“He perdido la sensación de estar en casa”. Quien habla es Niwat Leekand, miembro de la tribu asiática Urak Lawoi. Su paradisíaco hogar ahora se ha visto invadido por hordas de turistas hambrientos de paz y tranquilidad. La misma que los locales perdieron hace veinte años cuando aquello se veía como una forma de prosperar. Un viaje permanente a la esclavitud.

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