El 15 de noviembre de 2022, una niña llamada Vinice Mabansag, nacida en el Hospital Memorial Dr. Jose Fabella en Manila, Filipinas, se convirtió en la persona simbólica número ocho mil millones del mundo. De los 8 mil millones de personas en el mundo, el 60% vive en áreas urbanas. Se estima que para finales del siglo XXI, las ciudades albergarán alrededor del 85% de los 10 mil millones de habitantes proyectados en la Tierra.
El crecimiento de las ciudades no solo se debe al aumento de su población. A medida que más personas viven en ellas, también necesitan más servicios como transporte público, infraestructura energética y suministro de agua. Además, requieren una mayor gobernanza y una economía más sólida para poder adaptarse a estas demandas. En realidad, no hay una única definición de lo que constituye una ciudad.
Durante la Edad Media, las ciudades, desde Londres hasta Seúl, estaban protegidas por murallas que delimitaban su territorio. Incluso en el siglo XX, la noción de los límites de una ciudad seguía siendo relevante. En la actualidad, aunque algunas grandes ciudades pre-mileniales como Tokio, São Paulo, Nueva York o Mumbai aún conservan rasgos de urbanización intensa, representan una proporción cada vez menor del total de ciudades en el mundo.
En ciudades densamente pobladas y en rápido crecimiento como Lagos, es común que la jurisdicción oficial de un alcalde no abarque toda la población a la que debe servir. Esto significa que hay áreas donde el alcalde no tiene autoridad directa para tomar decisiones y llevar a cabo acciones. Mientras tanto, su economía a menudo está profundamente entrelazada con la de las ciudades vecinas.
La cuestión de determinar los límites precisos entre lo que constituye una ciudad y lo que no, así como la diferencia entre el término de una y el inicio de otra, se vuelve cada vez más compleja de responder. Con el avance de la urbanización, los asentamientos humanos están creciendo y fusionándose, formando lo que se conoce como “megalópolis” según los expertos urbanos.
Cómo las máquinas vieron crecer las ciudades
La Gran Área de la Bahía en China es una megaciudad que agrupa 11 ciudades, incluyendo Macao, Guangzhou, Shenzhen y Hong Kong. Con más de 60 millones de habitantes, se ha convertido en una de las metrópolis más grandes del mundo.
Con una población total de más de 70 millones de habitantes, este país tiene aproximadamente 2 millones de personas más que la población total del Reino Unido. Además, esta gran cantidad de personas está concentrada en un área que es aproximadamente una quinta parte del tamaño total. Desde el punto de vista económico, es igualmente significativo: su PIB en 2018 fue de 1.64 billones de dólares estadounidenses (1.39 billones de libras esterlinas), lo que equivale al 11.6% del total de China.
En la costa occidental de África, específicamente en el tramo de 600 km entre Abidjan, Costa de Marfil y Lagos, Nigeria, se está observando una rápida recuperación. De acuerdo con los expertos, se espera que para el año 2100, esta conglomeración de nueve ciudades se convierta en la más poblada del mundo, alcanzando una densidad de hasta 500 millones de personas.
El crecimiento de las ciudades se aceleró en el siglo XVIII con la introducción de maquinaria que nos permitió desplazarnos más rápido y a mayores distancias que nunca antes. Es notable que por primera vez, las ciudades, especialmente Londres, hayan superado el umbral de 1 millón de habitantes que solía ser característico del mundo urbano. Esto marca un hito en el desarrollo demográfico y la creciente concentración de población en áreas urbanas.
Chicago y Nueva York experimentaron un crecimiento vertical debido a los avances tecnológicos en estructuras de acero y ascensores. Estas ciudades permitieron a aquellos con recursos construir los primeros rascacielos, conocidos como “catedrales del comercio”.
La invención del automóvil ha tenido un gran impacto en el crecimiento de ciudades como Los Ángeles, quienes se han expandido hacia las afueras a pesar de la oposición que esta idea suele generar. En algunas ciudades en desarrollo como Dar es Salaam en Tanzania o Nairobi en Kenia, se ha adoptado el concepto de ciudad compacta. Esta idea se basa en un sistema de transporte público eficiente y una mayor concentración de viviendas, lo que ha llevado al crecimiento hacia adentro de estas ciudades.
Cómo el metaverso está redefiniendo la ciudad
En la actualidad, la mayoría de las personas residen en ciudades medianas o incluso pequeñas. A pesar de esto, seguimos dependiendo en gran medida de los motores de combustión interna para desplazarnos entre distintas actividades, principalmente desde el hogar hasta el lugar de trabajo.
Durante las últimas cinco décadas, el avance de la tecnología ha permitido que las personas puedan vivir a largas distancias de sus compañeros de trabajo. Esto ha llevado a difuminar los límites geográficos de cualquier ciudad gracias al uso de computadoras y comunicaciones en red.
Al definir qué es una ciudad, se deben tener en cuenta varios aspectos, como contar a sus habitantes y mapear sus límites geográficos. Sin embargo, en la era de la digitalización global, la “piel digital” que cubre nuestro planeta permite a los ciudadanos interactuar con cualquier persona en cualquier lugar y momento.
A medida que avance el siglo XXI, es probable que las ciudades continúen experimentando un crecimiento y cambios físicos significativos. Aunque cada lugar adoptará características propias de una ciudad, es poco probable que el término en sí desaparezca por completo. Sin embargo, su significado podría evolucionar y adaptarse a los nuevos contextos urbanos.
En 1937, el historiador Lewis Mumford destacó en su libro “The City Reader” que las ciudades son más que solo espacios físicos, sino también lugares de interacción social y comunicación.
Esto se alinea con la idea de que en el futuro las ciudades dejarán de ser consideradas como simples centros físicos en un entorno rural, sino más bien como patrones de movimiento digital que atraviesan el planeta en diferentes escalas, desde las mega ciudades hasta los barrios locales. Después de la primera revolución industrial en Gran Bretaña en 1830, el concepto de límites experimentó un cambio significativo. La transformación causada por esta revolución afectó la forma en que entendemos y aplicamos los límites en diversas áreas.
Según los académicos, a medida que las ciudades crecen, se generan economías de escala que tienen un impacto significativo en su crecimiento económico y prosperidad. La evidencia respalda la idea de que el entorno urbano es cada vez más complejo.
Las ciudades están adoptando cada vez más características de los sistemas biológicos en lugar de los sistemas mecánicos. Sus redes de transporte se ramifican y extienden hacia el interior, creando un efecto similar a fractales arbóreos.
Con información de sustainability-times.com