Manuel Aguilera lleva una vida, toda su vida, viviendo entre buitres, hasta el punto de ser una de las pocas personas capaz de interactuar con ellos en absoluta libertad, una pasión que ha convertido en modo de vida y que le ha llevado a impulsar proyectos de conservación de las aves necrófagas en varios lugares de África.
Con apenas diez años ya se escondía en el esqueleto de algún animal muerto para sentir la cercanía de los buitres durante una carroña, y hoy conduce a miles de turistas que, bajo muy estrictas normas de comportamiento, quieren experimentar el sobrecogimiento que causa sentirse rodeado por estas imponentes aves.
La instantánea nos muestra a un hombre enfundado en un chubasquero rojo -color sangre; el mismo que lleva utilizando desde hace décadas- rodeado por cientos de buitres que lo consideran uno de los suyos, a muchos de los cuales llama por su nombre, y que dependen, para bien y para mal, de la alimentación suplementaria que los "amigos del buitre" les proporcionan.
Edición y montaje: Raúl Casado
Imagen: Ángel Herrera
Producción: José Luis Fernández-Checa
Vídeo elaborado por el Departamento de EFEverde de la Agencia EFE en el marco del proyecto "Rostros Naturales 360" (#RostrosdelaNaturaleza #Rostros360) en colaboración con la Fundación Biodiversidad del Ministerio para la Transición Ecológica.
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