La gran Sandía: Vitamina C, A, potasio y licopeno

 


La sandía, con su pulpa roja y refrescante, es la fruta reina del verano. Ligera y depurativa, no solo sacia la sed cuando aprieta el calor sino que aporta vitaminas y otras sustancias antioxidantes, como el licopeno, que contribuyen a reforzar la salud.
La sandía reúne en su composición dos vitaminas y varios fitonutrientes de gran poder antioxidante. A ellas se suma un efecto diurético gracias a su potasio y su abundante agua.

Vitamina C. La sandía aporta una cantidad notable de vitamina C, si se relaciona con su aporte de calorías. Para cubrir el 20% de las necesidades diarias basta consumir solo 45 calorías, gracias a la abundante agua que contiene la sandía (el 92% de su peso).

Vitamina A. También es una fuente de betacaroteno o provitamina A. Las variedades amarillas contienen una concentración mayor, pero una ración de 200 g de sandía roja aporta 605 mcg, que representan el 23% de las necesidades diarias de vitamina A. El betacaroteno tiene un efecto muy positivo sobre la piel y los ojos, protegiéndolos frente a la acción de la radiación solar.

Licopeno. El efecto del betacaroteno en este sentido se multiplica al combinarse con el licopeno. En 100g de sandía hay 4.532 mcg de licopeno. También hay que sumar el efecto antiinflamotorio del triterpeno cucurbitacina E. La combinación de vitamina C, betacaroteno y licopeno hace de la sandía un alimento que previene las enfermedades cardiovasculares, el cáncer y muchas enfermedades crónicas y degenerativas.

Potasio. El efecto diurético del agua y de la citrulina de la sandía es potenciado por el contenido en potasio (112 mg en 100 g), un mineral que ayuda a controlar la tensión arterial, regula el latido cardiaco y probablemente contribuye a prevenir los infartos.

Ayuda para el hombre
La relajación de la tensión muscular y el aumento del flujo sanguíneo es el mecanismo por el que se atribuye a la arginina un efecto sobre la función eréctil en los hombres. Eso sí, hace falta comer una buena cantidad al día (entre 400 g y 1 kg) para que el nivel sanguíneo de arginina aumente de un 12 a un 22%.
Por otra parte, algunos estudios asocian la citrulina y la arginina con ventajas en la diabetes de tipo 2 y la obesidad.

Efecto depurativo
La sandía favorece el buen funcionamiento cardiovascular, ayuda a no ganar peso y colabora con los riñones en su misión eliminadora y depurativa, por lo que es diurética.
La sandía no es un alergénico común ni suele encontrarse en las listas de frutas con más plaguicidas, pero para evitar cualquier contaminación química es idóneo elegir sandías de cultivo ecológico.

El refresco del verano
Si se acierta con una sandía en su punto será difícil dejar de comerla a tajadas, pero en la cocina también despliega todas sus cualidades y permite preparar ensaladas, gazpachos y entrantes modernos, pinchos saludables, sorbetes, macedonias e incluso mermeladas y fruta confitada. Solo hay que cortarla de diferentes maneras, aliñarla con gracia, combinarla con ingredientes suaves o cocinarla muy ligeramente para que no pierda jugosidad.

Compra y conservación
La corteza debe ser lisa y no presentar golpes ni magulladuras. En la parte que ha estado tocando el suelo en la huerta suele tener una mancha opaca de color amarillo claro; si es blanca o verdosa, puede que la fruta se haya recogido demasiado pronto y que resulte insípida.