Las ausencia de lluvia se agrava en Australia ocasionando una sequía histórica del 100% de Nueva Gales del Sur, incluyendo Sydney. En los últimos días la crisis de agua ha estado empeorando.
Para ilustrar lo que está sucediendo, una estudiante de terapia ocupacional que regresaba a la casa rural de su familia en Broken Hill, mostró a multitudes de emús desesperados corriendo en busca de agua.
“Había un montón de emús corriendo por la casa tratando de encontrar agua“, dijo Esther Mckenzie a Storyful en agosto, al publicar el video capturado el 17 de julio.
Su antigua y próspera propiedad, siempre verde con ovejas y ganado de corral de Nueva Gales del Sur “está irreconocible”, agregó en declaraciones vertidas en ABC Radios el 14 de agosto.
“Estoy un poco preocupada por la salud mental de papá”, reveló, ya que para los agricultores y ganaderos es una pérdida difícil de superar.
“La presa se redujo a menos de un metro de agua, y ahora esa presa es probablemente del tamaño de un óvalo de fútbol”, exclamó.
No hay informes meteorológicos de cuando terminará la sequía, que también afecta el 57 por ciento de Queensland, reportó el medio australiano. “Pocas familias de agricultores han escapado del extremo seco”.
En el video al pié se ve parte de lo que está sucediendo, se observan “cientos de vacas sedientas que pululan cerca de un camión de agua después que su dueño manejó más de una hora para obtener agua, solo para mantenerlas con vida“.
La Naturaleza nunca cambia de repente, esa sequía que está padeciendo el país ya se veía venir. Los ecologistas llevamos varias décadas advirtiendo de lo que iba a suceder si no se dejaba de modificar la vegetación (talas, incendios, ganado), si no se dejaba de contaminar, etc.
Simplemente Australia y los demás países estamos pagando el ignorar esos avisos, lo que comúnmente se llama; causa-efecto.
Toca pagar por los errores, como a cualquier delincuente cuando le atrapa la pasma.