El Nuevo Pacto Financiero Mundial, según el Presidente del FIDA

El Nuevo Pacto Financiero Mundial debe servir también a los pequeños productores, que alimentan a la población mundial pero viven en la pobreza, según el Presidente del FIDA

El Presidente del Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA), Álvaro Lario, en su intervención en la Cumbre para un Nuevo Pacto Financiero Mundial, hizo un llamado a los líderes mundiales a encontrar soluciones para aumentar significativamente la financiación destinada a las poblaciones rurales y pequeños productores pobres, cuya contribución a la seguridad alimentaria mundial resulta fundamental.

La Cumbre que se llevará a cabo en París durante los días 22 y 23 de junio, busca convocar líderes representativos de Gobiernos, organizaciones internacionales, instituciones financieras, sociedad civil y sector privado con el propósito común de debatir y establecer la mejor manera de reestructurar la arquitectura financiera global.. La meta es asegurar que las naciones de ingresos bajos y medios tengan acceso a la financiación necesaria para alcanzar un desarrollo sostenible, realizar una transición hacia un modelo con cero emisiones netas y adaptarse al cambio climático.

“Esta Cumbre nos brinda la oportunidad de crear consenso en torno a un orden financiero mundial más inclusivo. En el actual no son solo los países más pobres del mundo quienes enfrentan serias dificultades para financiar su propio desarrollo agrícola, sino sobre todo los pequeños productores de los que dependen estos países para alimentar a las poblaciones nacionales y locales. En conjunto, las inversiones en el bienestar socioeconómico y resiliencia al cambio climático de estos productores, que producen un tercio de los alimentos que se consumen en el mundo, resultan fundamentales para la estabilidad y la seguridad alimentaria mundial”, dijo Lario.

El Nuevo Pacto Financiero Mundial

Durante las últimas dos décadas, el porcentaje de ayuda financiera destinado a la agricultura no ha aumentado significativamente y sigue oscilando entre el 4% y el 6%. Esto ha creado desafíos para los países en desarrollo al momento de financiar su sector agrícola. La economía global ha experimentado un endurecimiento de las condiciones crediticias, un aumento de los costos financieros y la inflación, lo que ha llevado al menos a 54 economías en desarrollo a enfrentar graves problemas de endeudamiento.

“Las naciones en desarrollo necesitan un mayor acceso a esquemas de financiación altamente concesionales. Las organizaciones multilaterales han de optimizar sus balances generales, ofrecer financiación con condiciones más favorables y contar con los instrumentos adecuados para hacer frente a las nuevas dificultades que surgen”, declaró Lario. “Los países desarrollados también deben ser ambiciosos a la hora de dotar de recursos a los organismos multilaterales para que estos puedan alcanzar resultados en el ámbito del desarrollo, reducir el hambre y la pobreza y fomentar la resiliencia en el marco de los programas en los países”.

“Cuando sus recursos se reponen íntegramente, las instituciones como el FIDA pueden valerse de un volumen considerable de financiación adicional que permita marcar la diferencia en las zonas rurales”, añadió Lario.

Desde 1977, el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA) ha logrado un importante hito al invertir seis dólares en el desarrollo del medio rural por cada dólar recibido de los donantes. Esto demuestra su compromiso con la mejora de las condiciones económicas y sociales en las comunidades rurales más desfavorecidas del mundo. Las inversiones están siendo dirigidas hacia la mejora de la producción alimentaria, el fomento de resiliencia ante el cambio climático y la facilitación del acceso a conocimientos, mercados y tecnologías, mejorando así las vidas de millones de familias en zonas rurales. Durante el período de 2019 a 2021, las inversiones realizadas por el FIDA tuvieron un impacto positivo en la vida de unos 77,4 millones de personas que residen en zonas rurales al aumentar sus ingresos. Además, su seguridad alimentaria se vio beneficiada llegando a mejorar la calidad de vida de aproximadamente 57 millones de personas.

“El sector privado tiene un cometido y una función fundamental que desempeñar en el ámbito del desarrollo y la acción por el clima. Debemos diseñar instrumentos financieros y crear un entorno normativo y de políticas públicas adecuado, que reduzca los riesgos e incentive la inversión privada”, dijo Lario.

Objetivos de Desarrollo Sostenible

Es importante que las inversiones del sector privado se movilicen para lograr tanto los Objetivos de Desarrollo Sostenible como las metas establecidas en el Acuerdo de París acerca del cambio climático.Para alcanzar el objetivo de erradicar el hambre para 2030 y mitigar los efectos del calentamiento global, es necesaria la colaboración entre sectores. El sector público no posee los $330,000 millones requeridos por sí solo. Además, se ha observado que los pequeños productores reciben menos del 2% de la financiación mundial disponible para atender cuestiones medioambientales relacionadas con el clima. Resulta fundamental trabajar en conjunto para lograr soluciones efectivas y equitativas.

Durante la cumbre, Álvaro Lario defenderá la implementación rápida de iniciativas mundiales importantes, incluyendo la redistribución de los Derechos Especiales de Giro del Fondo Monetario Internacional (FMI) mediante instituciones financieras globales, para transformar un activo líquido en un medio para invertir en la acción por el clima y el desarrollo.

Los pequeños productores son cruciales para la seguridad alimentaria mundial y la estabilidad económica. Son responsables de producir un tercio de los alimentos que se consumen en todo el mundo, y hasta el 70% en países de ingresos bajos y medios. Por eso, su papel es fundamental para garantizar el acceso a una alimentación adecuada a nivel global. Desafortunadamente, muchas personas a menudo experimentan los efectos devastadores de la pobreza y la inseguridad alimentaria. En los países en desarrollo, la mayoría de la población más pobre, que es el 80%, reside en áreas rurales. Además, se estima que alrededor de 3 mil millones de personas viven en zonas rurales y ya están experimentando los impactos del cambio climático y eventos climáticos extremos.

Con información de FIDA