Después de 150 años, se observó de nuevo la reproducción y sobrevivencia de las tortugas terrestres en estado natural de la isla Pinzón.
Lo informó la Dirección del Parque Nacional Galápagos al hacer un recuento del proyecto Pinzón, ejecutado desde el 2012 en la isla, según el Ministerio del Ambiente.
Antes del proyecto, explicó, “los huevos de las tortugas de Pinzón de la especie Chelonoidis ephippium no lograban eclosionar y los neonatos no sobrevivían debido a la presencia de la rata negra”.

Las ratas han sido eliminadas gracias a un trabajo conjunto del Parque con las instituciones Island Conservation y el centro The Raptor.
Los primeros resultados se obtuvieron en el año 2015 durante un monitoreo poblacional de tortugas gigantes en la isla Pinzón. 1.789 hectáreas en las que los guardaparques aplicaran “un producto específico de control para roedores, con cobertura sistemática.
Como resultado, “los guardaparques evidenciaron varios neonatos que nacieron en estado natural, después de 150 años que esto no ocurría, según estudios científicos realizados en el lugar“, destacó el Ministerio.
Según el Ministerio, esto se puede considerar como uno de los indicadores favorables de la “restauración ecológica de la isla”.
En el último monitoreo de la isla, se encontró un aumento numérico de varias especies que pueden avalar esta conclusión: las tortugas gigantes de Pinzón, las lagartijas de lava, las culebras de galápagos y aves terrestres como la paloma endémica (Zenaida galapagoensis), según la observación de los técnicos del Parque y las instituciones aliadas.
El programa Pinzón incluye un sistema de reproducción en cautiverio de las tortugas, que ha permitido durante estos años la protección de la especie Chelonoidis ephippium.
El programa de reproducción en cautiverio de la Dirección del Parque Nacional Galápagos, permitió durante años la protección de la especie Chelonoidis ephippium, mediante la recolección de huevos y crías de tortugas neonatas que eran trasladadas al Centro de Crianza Fausto Llerena en Santa Cruz, donde crecían hasta una talla que les permitía sobrevivir sin riesgo en su hábitat natural. En abril de 2017 se liberaron unos 190 ejemplares.
“Este es uno de los trabajos más importantes que se han realizado en Galápagos. Generaciones de esfuerzos se han invertido y hoy podemos ver los resultados. Tenemos una isla en proceso rápido de recuperación”, enfatizó Walter Bustos, director del Parque Nacional Galápagos.
Ecoportal.net
Con información de:
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