La emergencia climática y la emergencia ecológica son hoy día evidentes para cualquier persona en el mundo que haya sentido, percibido u observado lo que sucede desde hace algunos años en el territorio, la cuenca, la costa o la ecorregión donde ha vivido, con las estaciones del año y los aires, las aguas, los suelos, los árboles, los insectos, los peces y demás animales silvestres.
Casi cualquier estudioso o investigador de estos temas: meteorólogo, climatólogo, ecólogo o amante de la Naturaleza, nos dirá que estos cambios en las temperaturas promedio y en el estado de la ecología del territorio se dan en todos los lugares del mundo, en diferente intensidad; nos dirá que anuncian, predicen, auguran, presagian, para los años venideros, una gran cantidad de desastres naturales, como: olas de calor, incendios forestales, sequías, temperaturas superiores a 50 grados centígrados, tormentas, inundaciones, huracanes, tornados, nevadas y otros eventos climáticos nunca vistos.
Otros más conocedores nos dirán que estos eventos climáticos nunca vistos no son tan naturales: son provocados por los modos de vida modernos o desarrollados y nos dirán que éstos a su vez pueden contribuir a provocar una gran cantidad de desastres humanitarios, como: hambrunas, enfermedades, epidemias, penurias de agua, violencia intrafamiliar, escolar, laboral y urbana; miseria, migraciones, toxicomanía, crimen, esclavitud, represión, rebeliones, militarización, gran inconformidad social, nuevos tipos de tiranías, guerras multidimensionales, guerras nucleares, desquiciamiento de la persona humana, en el mundo, o en países cercanos a nuestro país, o en México.
Nos dirán que, por este motivo, todo está cambiando mucho en el mundo y cambiará más rápido en los próximos años.
Las causas de la emergencia climática y ecológica
Por otra parte, podemos confirmar sin mucho esfuerzo que los gobiernos de los países que han sido los más poderosos del mundo: EEUU y la Unión Europea, han tenido por muchos años muy buen conocimiento de cómo ha sido generada la Emergencia Climática y Ecológica, de la responsabilidad que ellos tienen en su aparición y de sus posibles consecuencias.
Lo saben muy bien por medio de sus científicos y los de otros países- el Panel Intergubernamental de Expertos en el Cambio Climático, IPCC de las Naciones Unidas-, por lo que desde hace décadas niegan su existencia: su reconocimiento les podría resultar muy calamitoso: podrían desaparecer como estados.
Están entrampados y no encuentran la salida a este predicamento existencial, por lo que, con relación a estos asuntos trascendentales no podemos esperar de ellos sino negacionismo, mentiras, engaños, simulaciones, y peor aún: la fuga hacia adelante, por medio de la inducción o provocación de guerras multidimensionales o de graves afectaciones a la seguridad personal de los ciudadanos de países más débiles, por medio de su apoyo al crimen organizado o terrorismo de estado, para contener el malestar social que podría crear la multiplicación de estos frecuentes desastres humanitarios provocados por los anuales eventos climáticos extremos.
Los gobiernos de los demás países del mundo también tienen pleno conocimiento sobre el origen de la emergencia climática y ecológica globales, sin embargo, los países del Sur global, como México, por la dependencia extrema que tienen de EEUU y de la UE, no se unen, para exigirles las indemnizaciones o reparaciones económicas a las que tienen derecho, por los inmensos daños económicos, sociales y ambientales que les generan los anuales eventos climáticos extremos provocados por ellos, y también, para exigirles la aplicación de las medidas extraordinarias que se necesitan de cara a estas amenazas, para cambiar radicalmente los modos de vida de sus desquiciados ciudadanos. En cambio, sólo replican las acciones perversas que ellos realizan en los asuntos del clima y el medio ambiente.
En este sentido, sólo podemos esperar lo peor de los gobiernos de los países del Sur global, como México: negación de la existencia de estas emergencias globales o el silenciamiento de esta temática, la inacción o las falsas respuestas frente a estos peligros y riesgos globales.
No hay visos de que el sistema político mexicano llegue a reconocer en plenitud, en los próximos años, la necesidad de medidas extraordinarias nunca vistas, para hacer frente a la Emergencia Climática y la Emergencia Ecológica.
El futuro en nuestras manos
Ante esta terrible situación global y nacional, estas acciones extraordinarias nunca vistas sólo pueden venir de parte de las personas que en cada ciudad, pueblo, ejido, barrio o colonia de México saben de lo que sucede desde hace algunos años con el clima y la ecología o el medio ambiente del territorio, la cuenca, la costa o la ecorregión donde han vivido por años.
Los compañeros de Extinction Rebellion, Scientific Rebellion, Just Stop Oil, Last Generation, Fridays for Future y otros en Europa y otros continentes nos están indicando el camino de la solidaridad global o internacional, al igual de quienes defienden en todo el mundo la riqueza natural de su territorio o luchan por cambiar sus existencias hacia modos de vida menos contaminantes, en su familia o comunidad territorial.
En México, la Asamblea Nacional por el Agua y por la Vida, ha surgido como espacio de articulación de las organizaciones que defienden sus vidas y el territorio del despojo que promueven los poderosos, aun pintados de verde. Valoramos y compartimos esas luchas, al igual que quienes luchan en su familia.
Ante el creciente número de los eventos climáticos y ecológicos extremos y de los desastres humanitarios que ellos provocan, nos parece indispensable que los mexicanos conscientes de la amenaza que significan estas emergencias globales nos acerquemos a las comunidades indígenas, campesinas, artísticas y vecinales del territorio donde residimos, con el fin de encontrar inspiración en torno a cómo podrían ser las acciones extraordinarias que necesitamos, para hacer frente a estas calamidades.
Desde hace muchos años, estas viejas comunidades enfrentan la violencia de la tecnología y la economía globales, por medio de prácticas artesanales de subsistencia, novedosas, tradicionales o ancestrales y de antiguas relaciones de solidaridad, reciprocidad y complementariedad.
Nos parece indispensable crear comunidades ecológicas, por medio de frecuentes reuniones o encuentros interculturales de la cuenca, la costa o ecorregión y el establecimiento de alianzas o coaliciones de afectados por las actividades industriales en su territorio. Urge defender a los custodios, guardianes o defensores del territorio.
Hacemos un llamamiento a los ciudadanos mexicanos preocupados por la Emergencia Climática y Ecológica a contactar al Movimiento Mexicano por la Emergencia Climática y Ecológica, por medio de la persona que te muestra este Llamamiento, para discutir qué acciones podemos realizar conjuntamente para atenuar los daños irreversibles que podría llegar a tener en México el colapso del clima y la ecología de sus muy diversos territorios.
MOVIMIENTO MEXICANO POR LA EMERGENCIA CLIMÁTICA Y ECOLÓGICA
18 de septiembre de 2023
Suscriben: Adriana Matalonga de ECOMUNIDADES, Red Ecologista Autónoma de la Cuenca de México, Alicia Dorantes del Frente Cívico Pro Defensa del Casino de la Selva, Agustín Bernal Inguanzo, Guarda del Bosque de los Cobos, Aguascalientes, Cristóbal H Tenorio Izazaga de Conciencia Ecológica de Aguascalientes AC, David Lameiras de Contaminantes Anonimous, Edgar J. González Gaudiano de la Universidad Veracruzana, Edgardo Mota, profesor UAM- X, Elías García de Ecoactivistas AC, Enrique Leff, investigador del Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM, Fabian Carvallo-Vargas, Red Mexicana de Periodistas Ambientales y Cambiemos el Sistema No el Clima, Gabriela Baeza de Cero Basura, Georgina Flores Mercado, psicóloga social e investigadora en el Instituto de Investigaciones Sociales, UNAM, Georgina Sandoval, urbanista, Gustavo Romero, profesor de Posgrado de la Facultad de Arquitectura de la UNAM, Jessica Almeraya, de Cambiemos el Sistema No el Clima, Jorge Herrera Velasco, ingeniero químico, Juan M. Madrigal Miranda de Viva Natura A. C. de Michoacán, Julio Boltvinik, investigador de El Colegio de México, Lesly Solís, Cambiemos el Sistema No el Clima, Luis Gabriel Valencia Mulkay, ambientalista, María de Jesús Ordoñez del CRIM-UNAM- Cuernavaca, Mario Alberto Vázquez Díaz de los Guardianes de las Raíces Chinamperas, Mateo Castillo, Representante de la Carta de la Tierra, México, Nancy Merary Jiménez Martínez del CRIM-UNAM, Miguel Valencia de Cambiemos el Sistema No el Clima, Nicholas Risdell, antropólogo, profesor en la Escuela Nacional de Antropología e Historia, ENAH, Rafael Huacuz de la Red Ambiental de Michoacán, Regina Gómez de Contaminantes Anonimous, Rodrigo Mendoza Martínez, economista, Rosalinda Hurtado Rivadeneyra de Asociación de Afectados por ANAVERSA y de Acción Colectiva ante el Cambio Climática, Sergio Velázquez Morales del Frente Popular 9 de junio de Coyotepec, Estado de México, Telma Laura Torruco de Asesores para el Avance Social AC de Sinaloa.
Organizaciones: Asociación de Afectados por ANAVERSA, Acción Colectiva por el Cambio Climático, Cambiemos el Sistema No el Clima, Conciencia Ecológica de Aguascalientes AC, Contaminantes Anonimous, Ecoactivistas, AC, ECOMUNIDADES, Red Ecologista Autónoma de la Cuenca de México; Viva Natura AC, Guardianes de las Raíces Chinamperas, Frente Popular 9 de junio de Coyotepec, Estado de México,
Miguel Valencia Mulkay
ECOMUNIDADES,Red Ecologista Autónoma de la Cuenca de México
Blog: http://red-ecomunidades.blogspot.com/
Blog: Decrecimiento-Descrecimiento México: https://descrecimientomexico.blogspot.com/
https://degrowth.descrecimiento.org/