Lo que come puede afectar drásticamente muchos aspectos de su salud, incluido el riesgo de desarrollar enfermedades crónicas como enfermedades cardíacas, diabetes y cáncer.
Se ha demostrado que el desarrollo del cáncer, en particular, está muy influenciado por su dieta.
Muchos alimentos contienen compuestos beneficiosos que podrían ayudar a disminuir el crecimiento del cáncer.
También hay varios estudios que muestran que una mayor ingesta de ciertos alimentos podría estar asociada con un menor riesgo de la enfermedad.
Este artículo profundizará en la investigación y analizará 6 alimentos que pueden reducir su riesgo de cáncer.
1. Brócoli
El brócoli contiene sulforafano, un compuesto vegetal que se encuentra en vegetales crucíferos que pueden tener potentes propiedades anticancerígenas.
Un estudio de probeta mostró que el sulforafano redujo el tamaño y la cantidad de células de cáncer de seno hasta en un 75%
Del mismo modo, un estudio en animales encontró que el tratamiento de ratones con sulforafano ayudó a eliminar las células de cáncer de próstata y redujo el volumen del tumor en más del 50%.
Algunos estudios también han encontrado que una mayor ingesta de vegetales crucíferos como el brócoli puede estar relacionada con un menor riesgo de cáncer colorrectal.
Un análisis de 35 estudios mostró que comer más vegetales crucíferos estaba asociado con un menor riesgo de cáncer colorrectal y de colon.
Incluir el brócoli con algunas comidas por semana puede tener algunos beneficios para combatir el cáncer.
Sin embargo, tenga en cuenta que la investigación disponible no ha examinado directamente cómo el brócoli puede afectar el cáncer en humanos.
En cambio, se ha limitado a estudios de probeta, animales y de observación que investigaron los efectos de las verduras crucíferas o los efectos de un compuesto específico en el brócoli. Por lo tanto, se necesitan más estudios.
Resumen
El brócoli contiene sulforafano, un compuesto que se ha demostrado que causa la muerte de las células tumorales y reduce el tamaño del tumor en estudios de laboratorio y en animales. Una mayor ingesta de vegetales crucíferos también puede estar asociada con un menor riesgo de cáncer colorrectal.
2. Zanahorias
Varios estudios han encontrado que comer más zanahorias está relacionado con una disminución del riesgo de ciertos tipos de cáncer.
Por ejemplo, un análisis analizó los resultados de cinco estudios y concluyó que comer zanahorias puede reducir el riesgo de cáncer de estómago hasta en un 26%.
Otro estudio encontró que una mayor ingesta de zanahorias se asoció con 18% menos probabilidades de desarrollar cáncer de próstata.
Un estudio analizó las dietas de 1.266 participantes con y sin cáncer de pulmón. Descubrió que los fumadores actuales que no comían zanahorias tenían tres veces más probabilidades de desarrollar cáncer de pulmón, en comparación con los que comían zanahorias más de una vez por semana.
Intente incorporar zanahorias a su dieta como un refrigerio saludable o un delicioso plato de acompañamiento solo unas pocas veces por semana para aumentar su ingesta y potencialmente reducir su riesgo de cáncer.
Aún así, recuerde que estos estudios muestran una asociación entre el consumo de zanahoria y el cáncer, pero no tienen en cuenta otros factores que pueden desempeñar un papel.
Resumen
Algunos estudios han encontrado una asociación entre el consumo de zanahoria y una disminución del riesgo de cáncer de próstata, pulmón y estómago.
3. Frijoles
Los frijoles son ricos en fibra, lo que según algunos estudios puede ayudar a proteger contra el cáncer colorrectal.
Un estudio siguió a 1.905 personas con antecedentes de tumores colorrectales y descubrió que aquellos que consumían más frijoles cocidos y secos tendían a tener un menor riesgo de recurrencia del tumor.
Un estudio en animales también encontró que alimentar a las ratas con frijoles negros o frijoles blancos y luego inducir el cáncer de colon bloqueó el desarrollo de células cancerosas hasta en un 75%.
De acuerdo con estos resultados, comer algunas porciones de frijoles cada semana puede aumentar su consumo de fibra y ayudar a reducir el riesgo de desarrollar cáncer.
Sin embargo, la investigación actual se limita a estudios en animales y estudios que muestran asociación pero no causalidad. Se necesitan más estudios para examinar esto en humanos, específicamente.
Resumen
Los frijoles son ricos en fibra, lo que puede proteger contra el cáncer colorrectal. Estudios en humanos y animales han encontrado que una mayor ingesta de frijoles podría reducir el riesgo de tumores colorrectales y cáncer de colon.
4. Canela
La canela es conocida por sus beneficios para la salud, incluida su capacidad para reducir el azúcar en la sangre y aliviar la inflamación.
Además, algunos estudios en probeta y en animales han encontrado que la canela puede ayudar a bloquear la propagación de las células cancerosas.
Un estudio de probeta descubrió que el extracto de canela podía disminuir la propagación de las células cancerosas e inducir su muerte.
Otro estudio de probeta mostró que el aceite esencial de canela suprimió el crecimiento de las células cancerosas de cabeza y cuello, y también redujo significativamente el tamaño del tumor.
Un estudio en animales también mostró que el extracto de canela indujo la muerte celular en las células tumorales, y también disminuyó la cantidad de tumores que crecieron y se diseminaron.
Incluir 1 / 2–1 cucharadita (2–4 gramos) de canela en su dieta por día puede ser beneficioso en la prevención del cáncer y también puede tener otros beneficios, como la reducción del azúcar en la sangre y la disminución de la inflamación.
Sin embargo, se necesitan más estudios para comprender cómo la canela puede afectar el desarrollo del cáncer en humanos.
Resumen
Los estudios en probeta y en animales han encontrado que el extracto de canela puede tener propiedades anticancerígenas y puede ayudar a disminuir el crecimiento y la propagación de tumores. Se necesita más investigación en humanos.
5. Nueces
La investigación ha encontrado que comer nueces puede estar relacionado con un menor riesgo de ciertos tipos de cáncer.
Por ejemplo, un estudio examinó las dietas de 19.386 personas y descubrió que comer una mayor cantidad de nueces se asociaba con un menor riesgo de morir de cáncer.
Otro estudio siguió a 30,708 participantes durante un máximo de 30 años y descubrió que comer nueces regularmente se asociaba con una disminución del riesgo de cáncer colorrectal, pancreático y endometrial.
Otros estudios han encontrado que tipos específicos de frutos secos pueden estar relacionados con un menor riesgo de cáncer.
Por ejemplo, las nueces de Brasil son ricas en selenio, lo que puede ayudar a proteger contra el cáncer de pulmón en aquellos con un bajo estado de selenio.
Del mismo modo, un estudio en animales demostró que alimentar a los ratones con nueces disminuyó la tasa de crecimiento de las células de cáncer de mama en un 80% y redujo la cantidad de tumores en un 60%.
Estos resultados sugieren que agregar una porción de nueces a su dieta cada día puede reducir su riesgo de desarrollar cáncer en el futuro.
Aún así, se necesitan más estudios en humanos para determinar si los frutos secos son responsables de esta asociación, o si hay otros factores involucrados.
Resumen
Algunos estudios han encontrado que una mayor ingesta de nueces puede disminuir el riesgo de cáncer. La investigación muestra que algunos tipos específicos, como las nueces y nueces de Brasil, también pueden estar relacionados con un menor riesgo de cáncer.
6. Aceite de oliva
El aceite de oliva está cargado de beneficios para la salud, por lo que no es de extrañar que sea uno de los alimentos básicos de la dieta mediterránea.
Varios estudios incluso han encontrado que una mayor ingesta de aceite de oliva puede ayudar a proteger contra el cáncer.
Una revisión masiva compuesta por 19 estudios mostró que las personas que consumían la mayor cantidad de aceite de oliva tenían un menor riesgo de desarrollar cáncer de seno y cáncer del sistema digestivo que aquellos con la ingesta más baja.
Otro estudio analizó las tasas de cáncer en 28 países de todo el mundo y descubrió que las áreas con una mayor ingesta de aceite de oliva habían disminuido las tasas de cáncer colorrectal.
Cambiar otros aceites en su dieta por aceite de oliva es una forma sencilla de aprovechar sus beneficios para la salud. Puede rociarlo sobre ensaladas y verduras cocidas, o intente usarlo en sus adobos para carne, pescado o pollo.
Aunque estos estudios muestran que puede haber una asociación entre la ingesta de aceite de oliva y el cáncer, es probable que también haya otros factores involucrados. Se necesitan más estudios para analizar los efectos directos del aceite de oliva sobre el cáncer en las personas.
Resumen
Varios estudios han demostrado que una mayor ingesta de aceite de oliva puede estar asociada con un menor riesgo de ciertos tipos de cáncer.
Consideraciones finales
A medida que surgen nuevas investigaciones, se hace cada vez más claro que su dieta puede tener un gran impacto en su riesgo de cáncer.
Aunque hay muchos alimentos que tienen potencial para reducir la propagación y el crecimiento de las células cancerosas, la investigación actual se limita a los estudios de laboratorio, de animales y de observación.
Se necesitan más estudios para comprender cómo estos alimentos pueden afectar directamente el desarrollo del cáncer en humanos.
Mientras tanto, es una apuesta segura que una dieta rica en alimentos integrales, combinada con un estilo de vida saludable, mejorará muchos aspectos de su salud.
Artículo en inglés