Un grupo de profesores y estudiantes de la Universidad Nacional de La Pampa (UNLPam) desarrolló una aplicación para teléfonos móviles que puede identificar animales ponzoñosos, como arañas, serpientes y escorpiones.
La aplicación de descarga gratuita para Android brinda información sobre qué hacer si te pican o muerden estos animales que secretan venenos cuando se sienten amenazados.
Además, los expertos han publicado información sobre cómo identificar estas especies que se encuentran tanto en zonas rurales como urbanas y qué acciones preventivas tomar en las comunidades para evitar accidentes.
La aplicación se llama “Ponzoñosos de La Pampa” y es un catálogo de fotografías de estos animales que se pueden utilizar para compararlas con ejemplares encontrados.
No sólo las fotos fueron tomadas por los miembros del grupo, sino que la mayoría de las fotos vinieron de la propia comunidad de La Pampa.
Además de las recomendaciones, la App también ofrece teléfonos de contacto de los lugares que venden suero en esa ciudad y cómo proceder ante un ataque de estos animales ponzoñosos.
Este proyecto responde a una necesidad social
“La gente viene a las universidades con fotografías de animales y pregunta si son peligrosos. De hecho, muchas de las imágenes de la aplicación fueron enviadas por una comunidad interesada y activamente comprometida”, dijo María de los Ángeles Bruni, directora del proyecto.
La aplicación informa sobre el riesgo y las consecuencias de picaduras y mordeduras de cualquiera de estos animales, por ejemplo: araña viuda negra, araña lobo, araña de montaña o araña gallina. En el registro también aparecen víboras como Yarará ñata, Yarará de la Cruz, Yaarará Chica o Coral.
Actualmente, el equipo está capacitando al personal médico y desarrollando materiales informativos virtuales e interactivos.
Otro objetivo clave del proyecto es identificar alternativas naturales a la producción de repelentes.
Grado de toxicidad
Claudio Ruiz, estudiante de veterinaria y participante del proyecto de la UNLPam, explica que los animales venenosos “tienen una glándula especial que contiene veneno, un veneno que se segrega sólo cuando el animal quiere defenderse y atacar“.
En caso de accidente, el riesgo de consecuencias depende del tipo de animal, la cantidad de veneno administrado, el lugar de la picadura, el estado de salud de la víctima, así como la duración de los cuidados y el uso de antídotos.
Por ejemplo, si pica una araña Loxosceles, también conocida como araña ángulo o araña violín, se pueden presentar dos tipos de síntomas: puede provocar necrosis cutánea en la zona afectada o puede producirse una intoxicación secundaria conocida como “vicerero cutáneo”. En ese caso, esta sustancia, ingresa al torrente sanguíneo, provocando daño en muchos órganos, destrucción de glóbulos rojos, daño renal y puede llevar a la muerte.
En el caso de la araña viuda negra, su picadura afecta el sistema nervioso, provocando temblores o palpitaciones del corazón y dolores punzantes. “Los efectos varían mucho dependiendo del animal que haya atacado, pero todos son reversibles si la persona llega rápidamente a un centro médico y utiliza el antídoto adecuado”, dijo Ruiz.
Los animales ponzoñosos son un problema de salud pública
Según la Organización Panamericana de la Salud, el envenenamiento por mordeduras de animales venenosos es un grave problema de salud pública en América Latina.
Los principales efectos y discapacidades que provocan las serpientes no son sólo problemas de salud sino también económicos y sociales por la pérdida de condiciones laborales de los pacientes afectados.
En América Latina y el Caribe se estima que más de 57.000 personas son mordidas por serpientes cada año, con una tasa de mortalidad del 0,6%. Además, hay unas 2.000 víctimas con discapacidad. Sin embargo, el impacto real podría ser aún mayor porque los casos no siempre se denuncian y, por tanto, no se reflejan en las estadísticas.
Para Argentina, el reporte de mordeduras o picaduras de serpientes, arañas o escorpiones es obligatorio. Aunque el número de casos reportados ha aumentado en los últimos años, todavía hay casos que no se reportan al sistema de atención médica porque no se necesita el antídoto. Según el último informe del gobierno porteño, las provincias con más casos reportados son Santiago del Estero, Córdoba y Misiones.
En cuanto a la situación en La Pampa, aunque ha habido informes de accidentes, muchas veces la información llega por otro lado. “Es importante generar conciencia no sólo para prevenir accidentes que involucran a estos animales, sino porque creemos que conociéndolos, también podemos protegerlos, porque ellos juegan un papel importante en la naturaleza: son controladores biológicos”.
Por ejemplo, las serpientes comen roedores, sapos o ranas, las arañas comen mosquitos y polillas y los escorpiones comen cucarachas.
“Los roedores y los mosquitos pueden transmitir enfermedades y provocar más muertes que las serpientes o las arañas.
Por eso es necesario respetar a estos animales para que no se desaten plagas y haya un equilibrio entre especies”, enfatizó Ruiz.
Mantenerse calmo es la clave ante el ataque de estos animales ponzoñosos
El equipo afirmó que hay poca conciencia sobre los riesgos asociados con los accidentes que involucran animales ponzoñosos en la región pampeana y que la difusión y prevención son inadecuadas. “Hay muchas leyendas. Cuando vamos a dar charlas informativas, lo primero que nos dicen que harían en caso de accidente es lo que no deberían hacer.
Así que empezamos por identificar las consecuencias negativas de tomar esas medidas inadecuadas”, explica Bruni.
“La mayoría de las personas dice que cuando les muerden o les pican, usan un torniquete, cortan la herida porque empieza a hincharse, entran en pánico, toman una bebida alcohólica para aliviar el dolor o succionan el veneno”, agregó Ruiz.
Debido a la falta de información, la comunidad tiene que recurrir a métodos inadecuados para afrontar este tipo de accidentes. En este sentido, es importante hacer compañía y mantener la calma, porque el veneno se extenderá más rápido por todo el cuerpo si una persona está nerviosa.
Un detalle importante ante el ataque de estos animales ponzoñosos es quitarse anillos, pulseras y collares porque pueden dificultar la circulación sanguínea, dejar inmóvil la parte del cuerpo atacada, no tomar analgésicos ni bebidas alcohólicas, beber mucha agua para no deshidratarse y mantener la herida húmeda.
“Hay que lograr mantener la calma porque hay tiempo suficiente para llegar a un centro médico luego de una picadura o mordedura. Por ejemplo, si me pica una yara, tengo hasta 48 horas para ir al hospital a recibir tratamiento”, explica Ruiz, miembro del Departamento de Identificación de Animales Venenosos de la Universidad Nacional de La Pampa.
Normas de seguridad
Para evitar accidentes con estos animales ponzoñosos, desde el Ministerio de Salud de la Nación sugieren el uso de calzado adecuado en como botas para zonas de pastizales, especialmente altos; revisar los zapatos porque allí pueden esconderse estos animales, y no manipular animales desconocidos.
Ecoportal.net
Con información de: https://agencia.unq.edu.ar/