Los graves problemas ambientales que sufre nuestro planeta, causados en gran parte por el abuso que hace la humanidad de los recursos naturales, nos afectan a casi todos, en mayor o menor medida.
El constante deterioro de nuestro hábitat está provocando cambios climáticos, desaparición de especies animales y vegetales, reducción de la calidad y provisión de agua dulce, y demás efectos negativos de todo tipo.
Pero hay una parte de la población mundial cuya “calidad de vida” no sólo no se ha visto alterada, sino que por el contrario ha seguido en aumento.
Este grupo, con su estilo de vida, decide cada día mirar para otro lado, haciendo caso omiso a las señales que el planeta nos está dando. Produciendo una profunda huella ecológica, que se intenta compensar manteniendo a miles de millones de personas relegadas a un nivel de subsistencia cada vez más inhumana y humillante. Situación que, por otro lado, también suma problemas ambientales.
Los dueños del dinero y el poder lo hacen porque sólo les importa lo que sirva a sus intereses. Los grandes capitalistas necesitan una sociedad basada en el consumo desenfrenado y en el individualismo, porque eso es lo que hace aumentar su riqueza y su poder. Pero una gran parte de la gente que vive de una manera que no es ambientalmente sustentable, lo hace porque no sabe lo que hace. No es solo crueldad o egoísmo, también puede ser ignorancia.
Nos sucedía a menudo cuando éramos chicos y actuábamos incorrectamente, porque no sabíamos si estaba mal o estaba bien lo que estábamos haciendo y no nos enterábamos hasta que uno de nuestros padres nos regañaba o nos explicaba que nuestro proceder no había sido el correcto.
Pero si cuando podemos discernir por nuestra propia cuenta y sabemos diferenciar mejor lo que está bien de lo que está mal, solo vemos una alternativa, pues las otras se nos ocultan, si no tenemos posibilidad de elegir, nos quedamos con la única realidad que conocemos y seguimos actuando en consecuencia.
Casi todos los medios masivos de comunicación contribuyen en gran forma al anestesiamiento de la conciencia ambiental. El bombardeo constante de la publicidad y el manejo de la información, respondiendo a los intereses de los grandes grupos económicos, son armas de grueso calibre ante las que es difícil no rendirse, su objetivo hace mucho ha dejado de ser informar, pasando a ser el de manejar a la opinión pública. Pero esto se facilita aun mas si permitimos que la suya sea la única campana que se puede escuchar.
Esa es la tarea que venimos llevando adelante los medios de comunicación alternativos o, como se los suele llamar, de contrainformación. Somos la otra campana, contamos la parte de la historia, la que se oculta o tergiversa por los medios de comunicación aliados al poder político y económico, porque afectaría sus intereses.
Trabajamos con una amplia desventaja en cuanto a lo económico, que nos limita la posibilidad de acceder a capacitaciones, tecnologías y condiciones laborales que nos permitirían posiblemente llegar a mas gente, con mas información y mas servicios, seguramente de mayor calidad.
Pero tenemos, entre otras, la ventaja de que cuando un persona comienza a andar con nosotros este camino, muy difícilmente deje de hacerlo, mas aun, es muy común que recomiende a sus conocidos que se acerquen a transitarlo también.
Apoyar a los medios de comunicación alternativos es luchar por la verdad, por poder contar con información que no se encuentre afectada por presiones de gobiernos, ni condicionamientos publicitarios o económicos. Porque si la historia la escriben los poderosos y los vencedores, eso sólo quiere decir que hay otra historia para contar.
Ricardo Natalichio
Director
www.EcoPortal.net
Estimado Ricardo
Respecto a su título “Los medios y la verdad a medias” me parece muy buena su apreciación de la problemática y la negativa incidencia de los medios sobre la manipulación de la conciencia, y lo que es peor nos hacen creer esa historia de que “Los graves problemas ambientales que sufre nuestro planeta, causados en gran parte por el abuso que hace la humanidad de los recursos naturales” y muchos personajes caemos en esa trampa y lo repetimos, como sombies, generándose esa manipulación, de hecho, en su desarrollo usted manifiesta una realidad escalofriante, pero al inicio nos induce a creer que es la “humanidad”, en general, la causante del abuso de los recursos naturales.
Estimado Ricardo, usted muy bien lo expresa que “El bombardeo constante de la publicidad y el manejo de la información, respondiendo a los intereses de los grandes grupos económicos”, concuerdo plenamente, y el abandono de las grandes potencias de los foros ambientales internacionales, por ejemplo EEUU o Francia, nos demuestra que los representantes de las grandes potencias o transnacionales no tienen ningún interés en remediar la afectación a los ecosistemas, la remediación del denominado calentamiento global, si esto va a significar una inversión sin ninguna plusvalía, sin lograr ningún incremento de sus ganancias y ciertamente los grandes (y muchos pequeños) medios de “comunicación” que son de propiedad o responden a los intereses de los grandes grupos de poder tienen la tarea de lograr el “anestesiamiento de la conciencia ambiental” y no solo ambiental, sino social en general, porque si nos hacen creer que toda la humanidad somos responsables del abuso, quedamos propensos a creer entonces que los que luchan por mejores condiciones de vida y dentro de eso mejores condiciones ambientales, por ejemplo, sin contaminación por la explotación minera a gran escala, sin la producción de transgénicos, etc., son personas irracionales que se oponen justamente a esas mejores condiciones de vida y respaldaremos “anestesiados” el consumismo, es decir haremos coro a las pretensiones del gran capital.
Espero esta observación sea acogida con la probidad de una personalidad de su talla y contribuyamos a desbaratar todas las argucias de la brutal enajenación de la que somos objeto en si la gran mayoría de la humanidad, incluyendo su hábitat.
Saludos cordiales.
Antonio González
Antonio, muchas gracias por sus interesantes apreciaciones. Por supuesto que un tema tan complejo y abarcativo tiene múltiples aristas. No es posible abordarlo de forma minuciosa sin tener que escribir un libro al respecto. Pero como yo lo veo el fondo de esto es que hemos llegado a una instancia de rebaño en la que sin darnos cuenta – no todos pero si la mayoría – somos conducidos con una falsa sensación de libertad, hacia donde ellos quieres. Antes esclavos, luego trabajadores casi sin derechos, ahora globos a merced del viento que sigue siendo dirijido por los mismos de siempre y ahi entran los medios de comunicación, son los ventiladores gigantes que dirigen el viento, y nosotros los pequeños medios alternativos, también pequeños ventiladores tratando de contrarrestar un poco este desastre que está destruyendo a la humanidad y su hábitat. Un saludo