¿Por qué la biodiversidad del suelo es importante para la agricultura?

La producción agrícola aumentó considerablemente a lo largo de los años pero se prestó poca atención a la biodiversidad del suelo y al posible impacto de las nuevas prácticas tecnológicas en los ecosistemas agrarios. Todos los problemas que conlleva la sobreexplotación del suelo se han visto en las últimas décadas, pero algunas nuevas estrategias europeas empiezan a considerar la tierra como un sistema vivo y su relación con otras especies.

Los servicios que brinda la naturaleza son importantes para la agricultura y producción de alimentos, la biodiversidad cumple un papel clave en el funcionamiento de estos servicios ecosistémicos.

Aunque el desarrollo agrícola ha tenido muchos avances, se han producido a un costo significativo de la biodiversidad del suelo. Esto se debe en gran parte a la falta de comprensión de la situación.

Aumento de productividad en detrimento de la vida del suelo

Si bien es cierto que muchos de estos progresos desde los años 50 han hecho aumentar la productividad y disponibilidad de alimentos, también lo han hecho comprometido la salud del suelo incrementando, en algunos lugares, amenazas como la erosión o la salinización y, en la mayoría, disminuyendo el número de especies que lo habitan.

Según fuentes oficiales como la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) o el IPBES (Intergovernmental Science-Policy Platform on Biodiversity and Ecosystem Services), la tasa de extinción global de mamíferos, reptiles, anfibios, aves y plantas con flores es de 100 a 1000 veces mayor que en el pasado. Esta pérdida de biodiversidad se debe al cambio climático y las actividades humanas, como las prácticas agrícolas mal administradas.

Los suelos son el hogar de diferentes formas de vida, en ellos habita alrededor del 25% de la biodiversidad planetaria. Y según datos de la FAO, nos proveen el 95% de los alimentos que comemos ya sea en forma directa o indirecta.

Actualmente solo conocemos alrededor del 1% de la biodiversidad del suelo que se relacionan de manera multifuncional y contribuye a muchos de los servicios ecosistémicos que brindan. Los datos de la FAO proporcionados a las Naciones Unidas confirman que los suelos se están perdiendo entre 13 y 18 veces más rápido de los que es posible regenerarlos. Si continúa esta sobreexplotación, millones de seres vivos estarán en riesgo y con ellos la producción mundial de alimentos.

Estrategias para evitar a pérdida de biodiversidad del suelo

Europa está implementando iniciativas que reducirán el uso de insumos como fertilizantes y pesticidas, —como las estrategias de Biodiversidad, la de ‘La granja a la mesa’, la de Economía Circular o la del Suelo— teniendo en cuenta la necesidad actual. Estos cambios ya están comenzando a suceder.

El proceso es largo y complejo, pero está cambiando la mirada sobre la función del suelo como mero sostén y proveedor de nutrientes para los cultivos. La tendencia es comprenderlo como un sistema complejo y vivo que funciona en una trama de relaciones que hacen a la vida misma.

Para lograr la sostenibilidad y resiliencia de los campos es necesario entender las funciones que cumple el suelo, mejorar su gestión y, sobre todo, entender el papel que juega la biodiversidad que allí reside y lo esenciales que resultan los procesos de los que dependen los sistemas agrarios.

Gestión con prácticas sostenibles

La gestión del suelo y su biodiversidad mediante prácticas sostenibles, pueden funcionar como una ‘solución basada en la naturaleza’. De esta manera las prácticas agrícolas se apoyan en las funciones del ecosistema y en los servicios que provee, para responder al desafío mundial de la seguridad alimentaria.

Para lograr esto, el conocimiento y la investigación deben mejorar y profundizarse. Hay muchas maneras de evaluar cómo los cultivos interactúan con la biodiversidad del suelo. Para mantener un sistema de resiliencia agrícola, es importante evaluar esa red de organismos y cómo sus interacciones afectan la estabilidad del sistema a largo plazo.

Mercedes Muñoz Cañas. autora de la investigación, es responsable de la línea de trabajo del Centro de Cooperación del Mediterráneo de UICN dedicada a la conservación de la naturaleza y los sistemas alimentarios en la cuenca mediterránea, y que, desde 2018, centra sus esfuerzos en integrar la biodiversidad y reducir los efectos del cambio climático en los campos agrarios.

Ecoportal.net con información de Agenciasinc