Cuidarse es un placer. Y uno grande, con sabor a Crema de Boniato y Kale. De alto poder reconfortante, antioxidante, antiinflamatorio y prebiótico, se trata de una verdadera pócima medicinal para cuidarnos en esta época.
- 4 Raciones
- Dificultad: baja
- Tiempo: 45 minutos de horneado + 15 minutos de preparación
Ingredientes
- 1/2 litro de caldo vegetal
- 1/2 taza de coco rallado
- 1 dedal de jengibre bio
- ¼ de celeri (apio-rave) pelado
- 1 zanahoria con piel
- ½ aguacate sin hueso
- 2 tazas de kale, hojas y tronco separados
- 1 c. sopera de aceite de oliva virgen
- ½ cebollatroceada
- 1 c. sopera de tomillo
- 1 c. postre de cúrcuma en polvo
- pizca de pimienta negra
- topping: 1 c. sopera de perejil y pimentón en polvo
Elaboración
- Calentar el horno a 200 grados, cocer el boniato entero con su piel, previamente limpiado, y con un chorrito de aceite, durante 45 minutos o hasta que quede bien tierno.
- Pelar el boniato y reservar (24 h preferiblemente para potenciar su poder prebiótico.)
- En un vaso de batidora, verter el caldo vegetal con el coco, zanahoria, celeri, troncos de kale, jengibre y boniato cocido, y batir hasta obtener una textura homogénea.
- En el fondo de la olla, calentar el aceite de oliva para saltear la cebolla, debe quedar dorada y traslúcida.
- Añadir las hojas de kale frescas, y remover unos 3 minutos, hasta que se ablanden pero sin que pierdan su color.
- Añadir por encima lo previamente batido y mezclar bien junto con la cúrcuma y pimienta.
- Una vez calentado todo, servir en un bol y colocar el perejil, chorrito de aceite de oliva y pimentón al gusto.
Alta en fibra y especialmente en una de gran interés para nuestros intestinos, nuestro segundo cerebro, gracias al almidón resistente del boniato, que una vez cocido y reposado durante 24 horas, se convierte en fibra aprovechable para nuestra microbiota, responsable de generar nuestra serotonina, responsable de nuestra felicidad y estado anímico, entre otras muchas cosas…
Cremosa y de color intenso anaranjado por su aporte en beta-caroteno, aportado por el mismo boniato, zanahoria y cúrcuma, necesarias para el cuidado de nuestro sistema inmune, hígado, piel y mucosas.
También contiene una buena base de verduras alcalinizantes gracias al caldo, y al celeri (diurético y aliado en dietas de adelgazamiento), a la cebolla (antiséptica y antiinfecciosa), y a las hojas kale (ricas en calcio y en proteína vegetal).
Un manjar vegetal, con un toque exótico gracias al coco, bueno para nosotros y nuestras bacterias amigas intestinales, ¡feliz digestión!
Autora: Mareva Gillioz, Dietista y Coach nutricional, especializada en Naturopatía. Certificada en cocina crudivegana por Matthew Kenney Culinary Institute
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