Los bioestimulantes son productos químicos agrícolas que se utilizan en cultivos para conseguir mejor rendimiento. Pues ayudan tanto a mejorar la calidad, el crecimiento y la productividad de los diferentes cultivos. Estos bioestimulantes para la agricultura se utilizan para mejorar y optimizar el rendimiento de las cosechas y las plantaciones.
A priori, puede parecer que se trata de un fertilizante. Sin embargo, los bioestimulantes no contienen nutrientes. Y ambos productos pueden utilizarse a la vez para ayudar y aportar ventajas a las diferentes cosechas. El principal objetivo es conseguir un mayor crecimiento de las plantas, estabilizar la productividad y evitar pérdidas de CO2. También se utiliza para evitar la sequía de las plantas, la salinidad o la degradación de los suelos.
La función de un bioestimulante para cultivos
Estos productos químicos tienen como función aportar ventajas bioestimulantes a una cosecha. Es decir, ayudan a mejorar la absorción del agua en la planta. Aportan un mayor equilibrio de nutrientes obtenidos a partir de los fertilizantes. Ayudan a la planta a organizar las reservas y a hacer la fotosíntesis.
En definitiva, utilizar este tipo de producto en las cosechas tiene como resultado conseguir una mejor producción y frutos de mayor calidad. Esto se debe a las propiedades químicas, microbiológicas y físicas por las que están compuestos.
Tipos de bioestimulantes
Existen diferentes tipos de bioestimulantes en el mercado, formados por diferentes ingredientes y formulaciones. Pero, normalmente, la mayoría se pueden clasificar en cuatro tipos distintos.
Hongos beneficiosos. Estos microorganismos influyen en las raíces de las plantas y mejoran su eficiencia nutricional. Este tipo de bioestimulante es uno de los más utilizados, por lo que hay muchos más productos como el Resid HC, Mycoup 360 o Mycoup de la gama de Symborg.
Bacterias beneficiosas. Estas influyen a la hora de suministrar los nutrientes, a resistir mejor frente a las enfermedades, en el crecimiento… y se encuentran tanto en la tierra como en la planta.
Ácidos húmicos y fúlvicos. Son sustancias que forman parte del suelo tras la descomposición natural y mejoran la fertilidad de las plantas, mejorando la absorción de micro y macro nutrientes.
Extracto de algas. Actúan directamente sobre las plantas y ayudan a mejorar el crecimiento de estas.
A su vez, estos microorganismos también pueden diferenciarse en simbióticos, asociativos o rizosféricos. Pues los simbióticos son los que sí o sí necesitan la planta para sobrevivir. Los asociativos no llega a penetrar en la planta, se encuentran en la raíz o el suelo. Y los rizosféricos que están cerca de las raíces y actúan ahí.
¿Cuándo usar bioestimulantes para el cultivo?
Este tipo de producto agrícola se utiliza con el fin de resolver problemas en los cultivos y cosechas. Por lo que, son interesantes para poder mejorar la calidad y la productividad de las cosechas ante la alta demanda. Y, por otro lado, para que la producción en masa e intensa no dañe al medio ambiente y a los suelos. Pues, la sociedad actual demanda cada vez más más productos agrícolas durante todo el año. Y abastecer esta demanda es complicado si no se cuidan los diferentes cultivos y se hace de una forma responsable. Por eso, este tipo de producto ayuda a cuidar la calidad de las plantas y el suelo para los próximos cultivos.