Por María Alejandra Silva*
El trabajo infantil rural en la agenda publica del desarrollo sustentable [i]
Introducción
El objetivo del trabajo ha sido conocer la problemática del trabajo infantil rural en la provincia de Corrientes (Argentina), a partir de analizar el lugar que ocupa en la agenda pública de los actores sociales y políticos a nivel nacional y local que inciden en las políticas del desarrollo rural sustentable[ii]. Se entiende la política 2008-2012 como “proceso”, superando la discusión existente entre la definición del problema/el discurso y la hechura (implementación y monitoreo) de las políticas concretas.
A nivel de los actores gubernamentales, la Secretaría de Ambiente Desarrollo Sustentable (SAyDS), dependiente de la Jefatura de Gabinete de Ministros de la presidencia de la Nación, tiene dentro de su sitio web indicadores de sustentabilidad. Allí se indica que: “los indicadores que hoy se presentan seguramente no serán permanentes. La calidad y magnitud de los progresos que se alcancen en los próximos años estará fuertemente influida por la dinámica de diferentes procesos que inciden sobre la sustentabilidad y la capacidad de percibir oportunamente, la aptitud de las políticas que se implementen en pos de un crecimiento económico sostenido, con equidad y respeto por el ambiente, de modo que todos los sectores de la población argentina alcancen una mejora notable en su calidad de vida”. Pero al momento de enumerarlos, se encuentra los siguientes: participación de los tres sectores en el PBI, resultado fiscal como porcentaje del PBI, índice de precio al consumidor, apertura comercial, tasa de empleo, tasa de desocupación, relación entre ingresos del 10% superior y el 10% inferior, brecha de pobreza, brecha de indigencia, coeficiente de Gini de distribución del ingreso, población entre 18 años y 24 años que no trabaja ni estudia, gastos de investigación y desarrollo en relación al PBI, tasa de mortalidad infantil y en menores de 5 años, tasa de mortalidad materna.[iii]
De esto se desprende que hasta el momento lamentablemente están fuera del debate gubernamental: el mapa de la biodiversidad, los recursos energéticos (minería, gas, petróleo, agua, electricidad, etc.), la infraestructura (caminos, ferrocarriles, etc.), el empleo decente en la zona rural que incluye condiciones de trabajo seguras y saludables y la erradicación progresiva del trabajo infantil rural.
Cabe señalar que en este caso se considera que todo tipo de trabajo infantil es peligroso (TIP) si se considera que la CI 182 afirma que es el que por su condición o naturaleza pueden perjudicar a los niños, debido a que: alteren el desarrollo sexual y la capacidad reproductiva, generen problemas en la estructuración y el desarrollo de la esfera psíquica y en la adaptación social, provoquen intoxicaciones agudas de cualquier naturaleza,pongan al niñ@ en riesgo inminente de muerte,tengan condiciones o situaciones de trabajo que sometan a l@s niñ@s a:a) abuso sexual, con la posibilidad de contagio de VIH-SIDA y de sufrir otras consecuencias de orden moral, emocional y social,b) violencia y maltrato y c) exposición a situaciones ilegales, inmorales o socialmente sancionadas (prostíbulos, mendicidad, consumo de drogas, recolección y reciclamiento de basura).
Asimismo se considera que el trabajo infantil genera daños al desarrollo psico-físico-social, psicomotor, perceptivo e intelectual, que le impide el juego, la educación y la integridad moral. Además le Resta tiempo y energía para el estudio y ocasiona ausentismo. (UNICEF, 2004). De modo que le quita oportunidades y posibilidades para su vida de joven y adulto, tanto en el desarrollo personal y familiar, como a nivel intelectual, ético, laboral, así como en la construcción de su ciudadanía económica, social y política.
Recientemente se ha sancionado la ley de trabajo agrario Nº 26.727, que permitiría incorporar el tema (de manera colateral), pues surge luego de numerosas inspecciones conjuntas entre la Administración Federal de Ingresos Brutos (AFIP) y los Ministerios de Justicia y Trabajo por situaciones de trata y reducción a la servidumbre. De modo que ahora se define las condiciones confortables de la vivienda, la alimentación sana y adecuada, y el derecho a negarse a cumplir una tarea- sin perder la remuneración- en casos en que ella pueda producir inminente daño a la persona. Por último dispone la habilitación de espacios adecuados para el cuidado de los niños durante la jornada laboral. (Silguero Correa, 2012)
Esta preocupación social adquiere mayor relevancia el nordeste de Argentina y en corrientes por varias razones.
En primer término, a nivel regional se la ubica dentro del enclave caliente (hot spots) de pobreza infantil total y extrema identificado en América Latina y el Caribe. El indicador del I de Moran local se construye mediante datos económicos de pobreza extrema por parte de economistas expertos, permite identificar la localización de los conglomerados espaciales, donde el rojo es el de peor situación (norte de Argentina, el gran Chaco), mostrando áreas con valores sobre el promedio, con vecinos que también se encuentran por encima del promedio de la variable de interés. (CEPAL-UNICEF, 2010).
En segundo término, el estudio de Organización Internacional de Migraciones (OIM) concluye que en Argentina existe un predominio de la trata interna sobre la internacional y que todas las provincias Argentinas tienen casos de trata detectados. Algunas como puntos de origen, como Misiones, Corrientes, Tucumán, Jujuy y Santa Fe, y otras como puntos de destino, como Buenos Aires, Córdoba, Santa Cruz, Río Negro y Chubut. Los diagnósticos de OIM indican que la crisis política y económica por la que atravesó Argentina, aún se manifiesta en las altas tasas de desempleo, la pobreza y la falta de oportunidades. Ello ha ayudado a un importante desarrollo de este negocio en los últimos cinco años. En efecto, una población por debajo del límite de pobreza es una presa fácil para las redes de tratantes. (OIM, 2006)
Por último, las regiones del nordeste argentino (que incluye Corrientes) y del noroeste concentran el 70% de los residentes en extensiones agropecuarias pobres de la Argentina y tienen una proporción más elevada de menores de 14 años. (IICA/DDA/PROINDER, 2007). Por otro lado, del censo nacional agropecuario del 2002 se puede constatar la existencia de trabajo en menores de 14 años según declaran los propios consultados. Si uno toma el caso Corrientes observa que de 15.244 extensiones agropecuarias relevadas en el censo nacional agropecuario (CNA) del año 2002 “declaran” que hay niños como trabajadores permanentes, distribuidos de la siguiente forma: 2032 (dos mil treinta y dos) familiares del productor y 183 (ciento ochenta y tres) no familiares del productor. Este dato seria de mayor magnitud, pues según expresiones del Responsable del censo muchísimas veces se ocultan por motivos culturales.
No obstante, también debido a estos elementos culturales el país no ingresó en un recto camino de desarrollo…Pero más grave aún, ya que esto afecto directamente la posibilidad de un desarrollo sustentable para el país, no prestó la debida atención al creciente desbalance demográfico y estructural… (Loewy, 2003). En suma, pareciera que la visión del desarrollo rural sustentable a nivel productivo, ambiental, sanitario y social sigue estando pendiente en la toma de decisiones, como ya fuera señalado incluso desde la Cátedra Internacional “Observatorio del Sur”[iv].
Las fuentes consultadas fueron: UNICEF, CEPAL, INTA, RENATRE, INDEC, Auditoría General de la Nación, Colectivo Infancia, Red de comunidades rurales, etc.
2. Desigualdades, pobreza y mercado de trabajo urbano y rural
Los datos del mercado de trabajo de Corrientes mostraban señales preocupantes incluso antes del año 2001, como se detalla a continuación:
Cuadro Nº 1: Mercado de Trabajo: tasa de desempleo de Corrientes-
Evolución de la tasa |
1998 MAYO-OCT. |
1999 MAYO-OCT. |
2000 MAYO-OCT. |
2001 MAYO-OCT. |
2002 MAYO-OCT. |
Tasa E mpleo | 31,3……32,0 | 31,4……30,6 | 30,8……29,0 | 30,0……30,5 | 29,1……31,2 |
Tasa Desempleo | 13,2……12,0 | 14,0……13,8 | 13,4……16,7 | 16,6……19,8 | 23,1……19,7 |
Fuente: Elaboración propia en base a INDEC (2002), Mercado de Trabajo: principales indicadores de los aglomerados urbanos- Octubre 2002
Del cuadro Nº 7 se desprende un hecho preocupante, pues mientras en 1998 la tasa de empleo era del 31,3 % y la tasa de desempleo alcanzaba el 13,2 %, en el 2001 se asiste a una misma tasa de empleo pero con una tasa del desempleo del 19, 7%. Esto indica que la brecha entre la oferta y la demanda de trabajo va aumentando. Otro dato que hay que tener en cuenta es la existencia de altos niveles de pobreza e indigencia en los hogares de Corrientes que lo ubica a la cabeza de todas las jurisdicciones de la Argentina.
En el mismo sentido cabe destacar la opinión fundada de Kessler cuando rescata la pertinencia del trabajo de F. Gatto (2007) sobre la articulación entre exclusión social y espacial. Indica que el autor analiza la acumulación de desventajas familiares y territoriales en municipios de 14 provincias del noreste y noroeste del país. Muestra que existen 900.000 hogares con 4 millones de personas en una situación de pobreza crónica. Esto se explica por la mala inserción laboral pero, sobre todo, por las carencias de infraestructura básica, tales como electricidad, agua, servicios de salud y fuentes de trabajo en los lugares de residencia. Se detecta así un núcleo duro de exclusión que exige tanto políticas dirigidas a las familias como inversiones públicas y privadas en los lugares de residencia. Se trata de personas sumidas en un grado máximo de exclusión ya que a sus carencias materiales se suma una escasa organización política y social, en la medida en que se encuentran alejados de los espacios públicos con visibilidad nacional, donde sus voces, demandas o protestas puedan hacerse escuchar. (Kessler, 2001) En esta situación alarmante antes descripta se encuentra la provincia de Corrientes.
Estos datos preocupantes nos enfrentan a una realidad donde la puesta en cuestión de la sociedad salarial deja afuera del empleo a cantidad de personas obligadas a encontrar nuevas formas y estrategias de supervivencia.Esta situación laboral se observa incluso en la actualidad, según se desprende de los propios organismos oficiales quereconocen que las enormes desigualdades regionales existentes que en los últimos años se han acentuado y perjudican a provincias del nordeste argentino (NEA) que están lejos de las regiones centrales – región metropolitana y pampeana – (Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe, La Pampa, Entre Ríos y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires) dondese encuentran concentrados en ellas el 53% de las 500 empresas más importantes del país, el 78,2% de las casas bancarias. (Ministerio de Planificación Federal, Inversión Pública y Servicios, 2011). En ese marco también se constatan otras inequidades sociales, a saber:
Cuadro Nº 2: Población LP, indigente y hogares con NBI. Argentina 2011
Región | Población LP | Población Indigencia | Hogares con NBI |
Centro | 56,7% | 27,2% | 21,6% |
Cuyo | 61,3% | 29,7% | 20,6% |
NEA | 71,3% | 41,9% | 35,1% |
NOA | 69,4% | 35,1% | 20,6% |
Fuente: Elaboración propia en base a Ministerio de Planificación Federal, Inversión Pública y Servicios, 2011 “Argentina 2016: Política y Estrategia Nacional de Desarrollo y Ordenamiento Territorial.
En este cuadro se ve que mientras la región centro posee 27,2% de población indigente, el NEA presenta 41,9%, y mientras el área Central muestra 21, 6% de hogares con NBI, el NEA tiene 35,1% de hogares con NBI. Comparado con el país, se constata que todos los guarismos del NEA son mayores que el conjunto nacional. Por último, del mismo también se desprende la fragmentación social que presenta el modelo de desarrollo vigente a nivel nacional donde mucho más de la mitad de la población está bajo la LP.
A esto se agregan las desigualdades en los salarios, pues el ingreso familiar per cápita en Corrientes es de 351 $, en Mendoza es de 530$ y en Ushuaia es de 1.060 $.(UCA, 2007). Actualmente el promedio de ingresos del conjunto de los ocupados al cuarto trimestre de 2011, asciende a $ 3.198 mensuales, pero en 17 provincias (donde figura Corrientes) existen salarios bajos, comparado con las provincias del sur.(Observatorio del Derecho Social y Taller de Estudios Laborales, 2012). De los datos publicados en la prensa de Corrientes se observa que en los empleados públicos de la provincia el Salario Básico alcanza los $970 en promedio en Salud Pública, mientras el salario básico docente pasó de $650 en el año 2010 a $1.500 en el 2012[v]. Por otro lado en el municipio de la ciudad capital de Corrientes se acordó que el sueldo de los trabajadores pasará de $2.100 a $2.300 a partir de marzo de 2012.[vi]
En lo que hace a la infancia también se observan inequidades relacionadas con el desarrollo desigual de la Argentina. Un dato distintivo de la situación entre el informe 2002 y el 2009 de Colectivo Infancia lo constituye la persistente inequidad en la distribución del ingreso y las desigualdades marcadas entre las provincias. Para los adolescentes que habitan el noreste, la pobreza impacta 5 (cinco) veces más de lo que alcanza a los que tienen más de 65 años en el país y 3(tres) veces más que lo que incide entre los de su misma edad en Buenos Aires.(Colectivo Infancia, 2002 y 2009)
Esto también fue señalado por UNICEF a los 20 años de la Declaración de los Derechos del Niño, a saber:
Cuadro Nº 3: Desigualdades en Infraestructura de las viviendas de niños de 0 a 17 años de Argentina.
Provincia | Población de 0 a 17 años | Sin transporte público a – de 300 m. | Sin teléfono público a – de 300 m. | Sin al menos una calle pavimentada | Sin acceso al agua de calidad de beber y cocinar |
Corrientes | 377.502 | 25,4 | 45,9 | 58,5 | 39,1 |
Chaco | 415.928 | 45,2 | 54,3 | 70,2 | 57,4 |
Formosa | 214.057 | 34,5 | 47,9 | 59,4 | 63,1 |
Misiones | 425.427 | 15,8 | 46,2 | 54,3 | 56,1 |
CABA | 567.005 | 1,4 | 2,5 | 2,3 | 3 |
Fuente: Silva, María Alejandra (2009) en base a INDEC_UNICEF- Sistema integrado de indicadores sociales y económicos sobre la niñez y adolescencia en la Argentina.
Se verifica una brecha en las condiciones sociales de ambos grupos. Mientras en Corrientes el 25, 4 % de niños y adolescentes carecen de transporte público, en la CABA esto solo lo padecen el 1,4% y en Chaco lo sufren el 45, 2 % de la población menor de 17 años. Lo mismo sucede en lo que hace al acceso a calidad de agua, pues mientras el 39,1 % de niños y adolescentes de Corrientes no accede al servicio de agua adecuada para beber y cocinar, apenas el 3% de la población de la CABA se encuentra en dicha situación. Sin embargo en el otro extremo, el 60,5% de los niños y adolescentes de Santiago del Estero carecen de agua adecuada. Asimismo se observa que Chaco se encuentra en peores condiciones del NEA en acceso a teléfono público (54,3%), a una calle pavimentada (70,2%), sin transporte público a menos de 300 m. (un 45,2%) y Formosa es la más afectada en el acceso al agua potable (pues hay 57,4% de niñas y niños que carece de dicho servicio.
Para el caso específico de niñas y niños víctimas del trabajo infantil, si bien la EANNA excluye a Corrientes[vii], el gobierno provincial carece de registros y el PNUD indica sin datos sobre tasa de trabajo infantil poseen datos cuantitativos insuficientes[viii].
De hecho, se destacan varias actividades difundidas de manera reiterada como si su alcance fuera provincial, pero en la práctica son políticas limitadas a un pequeño grupo urbano y de naturaleza cortoplacista. Se encuentran en esa situación: el programa “Vivo de lo que tu tiras” (para clasificar basura y otorgando becas a los niños recolectores)[ix] y el programa para productores rurales del Instituto Provincial del Tabaco (que concede asistencia financiera por única vez para contrato temporal de adultos en reemplazo del trabajo infantil).[x] En ese marco se inscriben las declaraciones de la subsecretaría de trabajo, para quien existen solo 4 zonas en la ciudad que poseen casos de trabajo infantil: 3 de abril y Chaco, el Puerto, los supermercados, la zona del Campus universitario.”[xi] Según su percepción del problema claramente queda fuera toda la provincia, además del trabajo invisible (doméstico o criadazgo), trabajo esclavo o trata (para explotación laboral y sexual), y trabajo infantil rural (agrícola-ganadero). Esto se basa en una visión limitada que sustenta la política en los “chicos de la calle,” la cual deposita la responsabilidad en el niño y su familia.
A esto se suma la escasa capacidad técnica, pues se observa que del 2008 al 2011 han ocupado el cargo de dirección cuatro funcionarias diferentes, siendo las mismas trabajadora social, abogada y psicóloga. (Silva, 2012)
Pese a dicho contexto adverso, desde el abordaje cualitativo y la entrevista a referentes, se ha podido delinear un primer mapeo del trabajo infantil:
Cuadro Nº 4: Trabajo infantil urbano, rural y esclavo en Corrientes. Años 2008-2010.
Fuente: Silva, María Alejandra, En base a observación y entrevistas a informantes calificados (ONG, gobiernos, universidades) Años 2008, 2009 y 2010.
En el cuadro se observa la presencia de trabajo urbano en: venta callejera, pescador o ayudante de melonero, aguaterito de cementerio, carrero (escombros y deshechos de las obras de construcción o viviendas), ladrilleras, espectáculos públicos (actuando como cantante, bailarín, o en la instalación de tarimas, luces, etc.), recolección de residuos, changarines en supermercados, cuidacoches. A lo que se suma el trabajo doméstico.
En cuanto al trabajo rural se observa: ordeñe, cría de ganado, trabajo en explotaciones forestales, cultivo y cosecha de hortalizas, cítricos, arroz, yerba mate y tabaco. A lo que se suma el trabajo doméstico, que puertas adentro muchas veces se convierte en maltrato y abuso sexual.
Por último, dentro del trabajo esclavo se observa que los niños y niñas se utilizan en el contrabando de cigarrillos y el tráfico de drogas a través del río, debido a que por su situación son “demorados” pero no detenidos por la fuerza policial local o de frontera internacional. A lo que se suma el trabajo esclavo para explotación sexual. En algunos pasos fronterizos terrestres se detienen numerosos camiones con mercadería, y tras la fachada de compra de alimentos en realidad ocultan situaciones de explotación sexual infantil. Claro que la raíz del problema no se reduce solo a un problema cultural de las propias familias, sino que tiene relación con las desigualdades, la pobreza y el mercado de trabajo, como se detalla a continuación.
2. a. Desigualdades, pobreza y mercado de trabajo rural
El primer aspecto distintivo a señalar es que no es lo mismo analizar el sector rural en Europa que hacerlo en Argentina, pues existen diferencias en el desarrollo de infraestructura y conectividad enorme. A esto Dirven (2002) lo llama “distancia económica” y toma en cuenta indicadores de densidad de la red de ferrocarriles, densidad de la red caminera y el porcentaje de carreteras pavimentadas. En ese marco, aún en los países supuestamente más desarrollados de América Latina como Brasil, México, Uruguay y Argentina, no alcanzan a tener una disponibilidad de red caminera medianamente comparable con la europea. Otro indicador lo constituye el acceso a líneas telefónicas, observándose que mientras existen 750/1000 en Luxemburgo, 421/1000 en España, los datos de Argentina muestran 213/1000. . (Pérez Correa y Farah Quijano, 2003). Cabe concluir que eso limita las posibilidades de conectividad en todos los sentidos, pero de manera especial, la conexión a mercados y el acceso a tecnologías e infraestructura.
En términos del Producto Bruto Geográfico (PBG), en Corrientes predomina el sector terciario con el 66% de participación, le sigue en orden de importancia el sector secundario con el 20% (incluyendo aquí a la construcción con un 7% de participación) y el sector primario con un 10%. Mientras que a nivel país este sector participa en un 6,4% del PBI (INDEC, 2008)
El PBG agrícola-ganadero está compuesto por extracción de productos mineros (arena y basalto) y forestación (pino y eucaliptus) en Concepción, Ituzaingó, Paso de los Libres, San Martín, San Roque y Santo Tome. El valor bruto de la producción por grupo de cultivo es la siguiente: cereales (40, 16%), frutales (19%), hortícolas (17,76 %), industriales y oleaginosas (12,45 %) y flores y ornamentales (10,63%). Siendo las existencias ganaderas las siguientes: ovinos 873.497 cabezas y 6.613.504 cabezas de bovino. (Deyc, 2010)
Respecto a la distribución por estratos de superficie de las explotaciones agropecuarias (de aquí en adelante EAP’s) de la Zonas Agroeconómicas Homogéneas (ZAH) – en número y superficie que cubren-, el 90% de las EAP’s tienen hasta 500 has y ocupan el 26% de la superficie de las explotaciones encuestadas en 2002. El mayor porcentaje de superficie en esta ZAH está representada por los establecimientos de 1000 a2500 ha, pero son solo el 4% de las EAP’s. Una gran proporción de pequeños productores (413 y 6% de las EAP’s)) que tienen entre 25 y 50 ha, ocupan un total de 14819, un 2% de la tierra. Datos que hablan de cierta concentración en la superficie.(Acosta et al y otros, 2011)
A esto se suma otro hecho señalado por dichos técnicos del INTA: “En los dos primeros estratos (hasta 500 cabezas) se concentran casi el 93% de los productores y tienen el 27% de las existencias. Los dos últimos estratos (desde 500 cabezas) son el 7,8% de los productores y poseen el 73% de la existencia”.
En ese marco se observa que de 15.244 EAP relevadas en el censo nacional agropecuario del año 2002 se identifica trabajo infantil. Según el censo nacional agropecuario (CNA) del año 2002 “declaran” que hay niños como trabajadores permanentes, distribuidos de la siguiente forma: 2032 (dos mil treinta y dos) familiares del productor y 183 (ciento ochenta y tres) no familiares del productor. Este dato seria de mayor magnitud, pues según expresiones del Responsable del censo muchísimas veces se ocultan por la relación de autoridad y dependencia que poseen con los patrones. (Silva, 2008)
Esta “subdeclaración” del trabajo infantil se comprende en el marco de la cultura predominante en la zona rural. Por un lado, del RENATRE resaltan: “en nuestra cultura el trabajo infantil esta naturalizado, empezando por los padres, la familia, el trabajo familiar rural, (y a partir de allí la cadena de explotación que termina en los empleadores) hace que se encuentre naturalizado… Formando parte de esta problemática se encuentra asociada la prostitución infantil y el embarazo adolescente”. Además manifiesta: “En el sector rural se le pide todo al chico, mientras en la ciudad no se le exige nada. En el campo si trabaja a los 13 años es porque es guapo y rinde en el trabajo, además se prefiere que aprenda el oficio y que no ande vagando”[xii].
Por otro lado, se sabe que cuando las mujeres y niñas ayudan en el campo, son invisibilizadas por el censista, técnico o ellas mismas[xiii]. Por último, los mismos productores del NEA dicen “mi patrón me prestó plata y me ayuda”, y por otro “me paga menos y me explota”. (Landini, 2007).
Sin embargo, al igual que lo antes mencionado respecto a los estudios de Bialet Masse en 1904, se sabe que se utiliza mano de obra de niños y mujeres porque reciben menos salario. No obstante es preciso resaltar que en general el salario de los trabajadores rurales es desigual según la zona que se aborda.
Según Neiman la remuneración promedio de los trabajadores asalariados del agro en las provincias analizadas, se ubica cercano del valor que corresponde al salario mínimo establecido para el período en el que se realizaron las encuestas (aproximadamente 250 pesos mensuales para el trabajador permanente). La remuneración promedio total para el mes de referencia de cada una de las encuestas varía entre 179 pesos (Misiones) y 332 pesos (Santa Fe). Sistemáticamente, para todas la provincias los trabajadores permanentes obtienen remuneraciones mensuales más elevadas que los estacionales aunque esas diferencias pueden variar entre prácticamente el doble – como es el caso de Santa Fe. (Silva, 2005)A continuación se detallan algunos datos estudiados por dicho académico:
Cuadro Nº 5: Remuneraciones promedio de los trabajadores rurales por tipo, según jurisdicción (en pesos corrientes del mes de referencia)
Provincia | Total | Permanentes | Temporarios | ||
Misiones | (1996) | 179.5 | 199.1 | 160.2 | |
Salta | (1996) | 213.3 | 248.0 | 168.4 | |
Mendoza | (2000) | 266.0 | 290.7 | 247.4 | |
Río Negro | (2000) | 283.2 | 335.0 | 195.1 | |
Santa Fe | (2000) | 332.3 | 388.6 | 217.9 | |
La Rioja | (2002) | 247.4 | 290.9 | 183.0 |
Fuente: Neiman, G. (2003), en base a PROINDER-ENVP
Esta situación de inequidad es problemática si le sumamos el carácter riesgoso del trabajo rural. Esto es preocupante en actividades que por su naturaleza poseen diferentes características que las hacen riesgosas, según como sea el uso de maquinaria, agroquímicos, ritmo de trabajo, manejo de animales y exigencias del Mercado productivo (entre otros). Además existe una dependencia climática y del suelo que determinan las actividades e incluso numerosas veces se suman a una vinculación entre la vivienda familiar y el establecimiento donde se trabaja (lo que aumenta los riesgos de la familia y los niños), en jornadas de trabajo sin límites precisos.
Otro aspecto a señalar es el problema de la información y capacitación sobre riesgos de los plaguicidas. Esto fue abordado por la Facultad de Agronomía de la UBA, preocupados porque la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el United Nations Environment Programme (UNEP) han estimado que aproximadamente 20.000 operarios han muerto debido al envenenamiento por plaguicidas, mientras en la Argentina es tema pendientes. (Souza Casadinho, 2005)
En este contexto se hayan más expuestos los niños, sufren más casos de intoxicación, aunque la mayoría de las veces pasen desapercibidos o no se detecten, según Souza Casadinho no siempre son llevados a los centros de salud y cuando concurren suelen ser atendidos por manifestaciones y síntomas visibles antes que por los determinantes del problema. Los niños se exponen en el hogar, en el trabajo de sus padres cuando los acompañan o cuando ellos mismos realizan tareas agrícolas: cosecha de frutas, desbrotes, etc.
Estos datos se desprenden de investigaciones hechas con productores de Buenos Aires por CETAAR/Rap-al. Si esto sucede en una provincia rica, es preocupante pensar el escenario en una provincia pobre como Corrientes que limita con tres países del corredor Mercosur: Brasil, Paraguay y Uruguay. Se sabe de hace años que por las fronteras ingresan productos de dudoso control técnico, a menor precio e incluso sin etiquetas que indiquen como están compuestos.
Este hecho es preocupante, porque el trabajo infantil es un hecho social de antigua data en el agro, y si bien numerosos autores reconocen que son las condiciones de pobreza, en ultima instancia, las que fuerzan y hacen necesario el trabajo infantil en el medio rural, en muchas ocasiones este problema aparece oculto y se explica su persistencia y las dificultades para su erradicación a través de la legitimación de los propios actores (Aparicio et. al. y otros, 2012)
En efecto, estudios nacionales demostraron la presencia de más altos niveles de analfabetismo, y de hacinamiento en las viviendas precarias a las que tienen acceso los trabajadores del agro, de déficit en el agua potable provista y de extensión de la jornada laboral así como la incorporación cada vez más temprana al trabajo (trabajo infantil), el trabajo familiar, la remuneración a destajo, etc. (Rodríguez, 2005). Dicha vulnerabilidad es más preocupante si se observan otro elemento a tener en cuenta: la exclusión educativa.
3. Desarrollo rural e inclusión educativa en la infancia
Si analizamos la realidad en términos de proceso, se verifica que los valores del IDHA 2006 con los de 2002 muestran que todas las jurisdicciones incrementaron su nivel de desarrollo humano, pero el ranking según IDHA no ha variado mucho. Las cinco jurisdicciones con los valores más altos se han mantenido relativamente estables (Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Tierra del Fuego, Santa Cruz, Mendoza y La Pampa), al igual que las tres con los valores más bajos (Chaco, Corrientes y Formosa). La diferencia entre los Índices (IDH y IDHA) está mayormente explicada por el comportamiento de las variables mortalidad infantil por causas reducibles, tasa de sobreedad, y calidad educativa en el último.[xiv]
Cabe señalar incluso que si bien hubo una mejora en el acceso a la enseñanza de computación en la escuela primaria, las inequidades se perpetúan entre regiones. Por un lado, en 2007 el 56,8 % carecía de ella en el nivel primario y en 2010 solo el 48,5% de la muestra nacional estudiada se encuentra en esa situación desfavorable. (ODSA, 2011). Pero por otro lado, del Censo Nacional 2010 se desprende que de un total de correntinos censados de 931.438, solo la mitad (406.977 personas) conforma la población de 3 años y más en hogares particulares con utilización de computadores. Por el contrario, de los 2.727.786 censados en la CABA casi todos poseen computadoras, alcanzando la cifra a unos 2.016.683 de personas. Asimismo, de 291.482 correntinos de 3 años a 14 años en hogares particulares, existen solo 14.802 que las utilizan. (INDEC, 2010)
Estas desigualdades que afectan a la educación se agudiza en el ámbito rural. En las entrevistas a sectores de asalariados y productores, la escuela aparece como un problema serio. Lejanía, costo de transporte, ausencia reiterada de maestros, pésimas condiciones edilicias – “quien va a estar motivado si se cae a pedazos”, decía una madre-, falta el equipamiento informático, deportivo, bibliográfico, son cuestiones que aparecen reiteradamente como críticas a la escuela (Aparicio et. al y otros, 2012)
Además fue constatada en un relevamiento del NEA. En el mismo se estudia la zona rural del norte de Argentina (donde se encuentra la provincia de Corrientes), donde el promedio de distancia que existe con la escuela media va de 19 Km. A 300km. Se indagó sobre la posible deserción escolar en el caso de que la escuela dejase de contar con el comedor, un 61% de los entrevistados consideró que el abandono sería muy alto. Se verifica que si bien el primer motivo por los que los alumnos no asisten a clase en porcentaje es el factor climático (58%), el segundo factor relevante es la necesidad “de ir a trabajar en el campo” (56%). (Red comunidades rurales, 2008)
Estos datos son importantes pues la vinculación entre exclusión educativa y trabajo infantil ha sido descripta en varias oportunidades. Estudiosos del tema como Macri (2005) y Feldman (2001), sostienen que la tendencia general ha sido la presencia significativa del conjunto de fenómenos involucrados en la noción de fracaso escolar (Rausky, 2008) sufrido por niñas y niños víctimas de explotación laboral.
Claro que el panorama empeora si se verifican las diferencias en el NEA según clima educativo del hogar. Mientras en Corrientes el 36,5 % de niños y adolescentes se encuentran en hogares con clima educacional bajo, en la CABA esto solo le sucede al 5,6% de niñas, niños y adolescentes. Esto se debe a que en la CABA el 57,4 % de niños y adolescentes poseen un clima educacional del hogar alto, mientras apenas el 18,8% de los correntinos tiene esa característica (UNICEF, 2009)
Esto es importante porque el éxito de un joven en desarrollar un itinerario de vida que le garantice un trabajo decente y lo aleje de la pobreza y los flagelos sociales depende en gran parte de la función educadora y contenedora de la escuela. La contención por parte de la escuela a lo largo de los años de estudio del joven y la articulación entre la educación y el mercado laboral en la fase final del nivel medio garantizarían un mayor nivel educativo, mayor productividad en el empleo, mayor nivel de producto bruto geográfico y mayor equidad. (IDESA, 2011)
Por eso es vital analizar en cada provincia la situación en todos los niveles educativos, a fin de observar donde se encuentra el mayor problema, y si se relaciona con el trabajo infantil, ahondando cuando el estrato social es determinante y cuándo la según la vulnerabilidad socio-residencial incrementa la propensión al trabajo infantil, a fin de intervenir desde las políticas públicas. En esa senda existen datos del Observatorio de la Deuda Social Argentina que indicanque mientras el 12,9 de los niños que no trabajan poseen propensión al ausentismo, la cifra alcanza al 15,4 % de los que trabajan, sin variar con la edad. Este resultado proviene de una muestra de 6.400 niños de 3181 hogares en conglomerados urbanos que incluye del NEA a Gran Resistencia (Chaco) y a Goya (Corrientes)[xv](ODSA, 2011). Hasta el momento se carece de datos similares en toda la provincia de Corrientes, sin embargo se presentan indicios preocupantes, a saber:
Cuadro Nº 6: Población de 3 años a 14 años según condiciones de asistencia educativa por grupo de edad total provincia Corrientes. Año 2009
Edad | Total | Asiste | No asiste (pero asistió) | No Asiste (Nunca asistió) |
3-4 | 42.693 | 8.578 | 330 | 33.785 |
5-9 | 109.650 | 100.203 | 1.194 | 8.253 |
10-14 | 105.699 | 99.175 | 5.406 | 1.118 |
Total | 258.042 | 207.956 | 6.934 | 43.156 |
Fuente: Elaboración propia en base a “Corrientes en Cifras 2009”, Dirección de Estadísticas y Censos Provincia de Corrientes, Corrientes, 2009.
Según los datos oficiales existentes, de una población de 258.042 menores de 14 años de edad, existen casi 50.000 niñas y niños que nunca asistieron a la escuela. Este hecho es más grave cuando se desagrega entre los que no asisten hoy, pero asistieron, unos 6.934 niños, y los que nunca asistieron que alcanza a unos 43.156. Si se analiza por franja etaria se observa que de 42.693 niños de 3-4 años de edad, solo asisten 8.573; siendo que de 109.650 niños de 5-9 años de edad hay casi un 10% que no asistió nunca a la escuela (1.194 no asiste- pero asistió- y 8.253 nunca asistió).
El otro hecho significativo es que a los 10 años de edad hay una población que abandona la escuela- habiendo ingresado a la misma- suponiéndose que se relaciona con el trabajo infantil.
Hasta el momento pareciera que el peso del trabajo infantil adquiere un peso significativo, según relatos oficiales es el Servicio de Prevención y Asistencia Educativa (SEPA) del Ministerio de Educación quien señala las siguientes zonas preocupantes: Ciudad de Corrientes, Itatí, Monte Caseros, Mocoretá, Santo Tome, Virasoro, Alvear y Lievig. Según dichos referentes se afecta en la asistencia y en el rendimiento académico de la población de la primaria y de la secundaria, según aparece en los informes internos del primer y segundo trimestre 2009. No obstante lamentablemente hasta el momento faltan políticas locales o nacionales que den respuesta a esos indicadores.
Esto se suma al problema que desde hace años se reitera en la provincia a causa de la puja política con el poder central, debido a su pertenencia a otro grupo partidario.
En esa misa senda Cardozo, Nelson (2008) indica que esto se debe a que en Argentina hay un predominio del poder central en el sistema federal, a diferencia del caso brasileño que se caracteriza por una dispersión del poder, se centralice la recaudación de impuestos para luego distribuirla a las subunidades. (Gibson y Tulia, 2007) Por eso las autonomías provinciales se ven erosionadas, más aun cuando son unidades locales pobres. (Bidart Campos, 1993). De manera genérica, la distribución global de los recursos no guarda relación con indicadores objetivos, del tipo PBI provincial total, PBI per cápita provincial, número de habitantes, niveles de desempleo, tasa de coparticipación, etc. (AGN, 2012).
De modo que otra de las raíces de las desigualdades persistentes se explica por el tipo de federalismo existente. Esto se debe a que se perpetua este federalismo centrípeto sin analizarse en qué medida la distribución de recursos escasos responde a los criterios de desigualdades (de las NBI, la disponibilidad de aguas y cloacas, etc.) o conforma un sistema perverso que las ignora, distorsiona o aumenta, impactando en los niños.
Cabe resaltar que, según la Constitución Nacional corresponde a las provincias la recaudación de los impuestos directos, mientras que a la Nación le compete la recaudación de los impuestos indirectos. Pero según afirma Bidart Campos:
“Un sistema de ley-contrato o ley-convenio ha conducido a disfrazar la anomalía, haciendo que las provincias inhiban sus facultades fiscales cuando se adhieren al sistema, y participan de la recaudación. (…) Y en cuanto reciben por la distribución en el sistema de coparticipación, no les alcanza para cubrir los gastos de los servicios a su cargo. Hay que vincular, por eso, esta cuestión con la dependencia económico financiera de las provincias respecto de la federación” (Bidart Campos 1993: 382). Afirma el autor: “La disciplina y la adhesión partidaria son decisivas, porque si el partido prohíja una política diversa a los intereses provinciales, o centralizante, o incompatible con el federalismo, hay que ver qué prevalece, si la lealtad a la provincia o la lealtad al partido. Ha sido más frecuente lo último”. (Cardozo, 2008)
Reflexiones finales
Se observan cambios y continuidades en lo que hace al desarrollo rural con inclusión social y sin trabajo infantil. Por un lado, los avances realizados en la Argentina definiendo en detalle la exclusión en relación a diferentes dimensiones (de la salud, la educación, la vivienda, el esparcimiento, niveles mínimos de consumo, el transporte, exclusión de servicios generales, de la seguridad, de la justicia), no se tradujeron en mejoras para la población. Podríamos afirmar que más que en políticas, el concepto fue más productivo para dar mayor visibilidad de grupos y territorios de exclusión. (Kessler, 2011)
En ese marco, a nivel regional Corrientes continua ubicada dentro del enclave caliente (hot spots) de pobreza infantil total y extrema identificado en América Latina y el Caribe (CEPAL-UNICEF, 2010). Cabe señalar que en dicho informe se mide pobreza sumando indicadores de: desnutrición infantil, acceso a la vivienda, a los accesos básicos (agua y saneamiento) y a la educación.
Claro que la modificación de dichos indicadores que ofrecen un contexto de posibilidad para la persistencia del trabajo infantil, solo es posible si, además de la voluntad política, se cuenta con la capacidad administrativa, técnica y financiera a la hora de definir políticas de inclusión para el desarrollo rural.
Respecto a la voluntad política y capacidad técnica local, pareciera que hasta el momento los ministerios de producción, educación, agricultura o estadísticas y censos carecen de interés por el problema del trabajo infantil
Respecto a la capacidad financiera se suman algunos interrogantes, pues ¿qué posibilidades tiene la provincia de Corrientes a la hora de definir en qué, cuándo, dónde y con qué fondos intervenir en la infancia?. Se sabe que es una provincia con escasa capacidad de recaudación fiscal para cubrir sus gastos (a causa del escaso grado de desarrollo del PBI), endeudada desde hace décadas, y con alta conflictividad política con el poder central que la frena en el acceso a fondos de la coparticipación y del prespuesto naciónal. Lamentablemente Corrientes, por su adhesión partidaria, en este período se ve desfavorecida en la distribución nacional de recursos. Esto es parte de una forma de gestión pública pues la Argentina, a pesar del crecimiento sostenido del PBI durante varios años consecutivos a tasas chinas, sigue teniendo vigentes las declaraciones de “Emergencia” que permite al gobierno nacional aplicar normas de excepción, que, eventualmente pueden convertirse en actos de discrecionalidad[xvi].(AGN, 2012)
Sin embargo este hecho político afecta las posibilidades de inclusión social de la infancia. Cabe resaltar que desde el cruzamiento de datos de asistencia educativa con relatos de informantes calificados a nivel ministerial, en Corrientes se constata la vinculación con el trabajo infantil más marcada en la franja etaria de 10 años.
Además, los propios referentes sociales y políticos consultados manifiestan la existencia de trabajo infantil rural en: ordeñe, cría de ganado, trabajo en explotaciones forestales, cultivo y cosecha de hortalizas, cítricos, arroz, yerba mate y tabaco. A lo que se suma el trabajo doméstico (o criadazgo), que muchas veces se convierte en abuso sexual y servidumbre por deudas.
Si bien todos señalan el problema, indican que faltan decisiones de políticas públicas orientadas a erradicar o prevenir el trabajo infantil, así como a realizar estadísticas oficiales confiables, públicas y sostenidas en el tiempo sobre la infancia.
Desde 2008 al 2012 lamentablemente el trabajo infantil rural no es tema de la agenda pública de todos los actores sociales y políticos con poder de decisión a nivel local. Esto es llamativo porque existen datos oficiales (Ministerio de Planificación Federal, Inversión Pública y Servicios, 2011), y normativas (Ley Nº 26.727) que podrían servir de sustento a la definición de políticas públicas nacionales o provinciales con incidencia en Corrientes.
Algo similar ocurre en lo que hace a quienes debaten sobre los alcances del desarrollo rural sustentable tanto desde el ámbito académico como desde la esfera política y productiva. Se enumeran aspectos productivos y de abuso de agroquímicos, pero otorgan escaso peso a la dimensión social, y olvidan hablar de la necesidad de fortalecer el trabajo decente y erradicar el trabajo infantil rural.
En suma, la realidad antes descripta en torno al desarrollo rural con inclusión social y sin trabajo infantil en Corrientes ofrece desafíos científicos, socio-políticos y éticos.
El primer desafío requiere diseñar proyectos de investigación y ciencia interdisciplinares tendientes a conocer la naturaleza y magnitud que adquiere el trabajo infantil rural según municipios o zonas de la provincia, escolaridad, género, edad, tipo de familia, calendario escolar, movilidad territorial, estación, época productiva (siembra, cosecha, acopio, transporte, etc.), riesgos del trabajo, acceso a planes y programas sociales, etc.. En ese sentido los datos e informes producidos pueden abonar al diseño de las políticas de inclusión social para el desarrollo rural sustentable.
El segundo desafío se relaciona con la necesidad de construir consensos entre nación y provincia, a fin de plasmar políticas de coparticipación federal y presupuesto nacional que fortalezcan el desarrollo rural sustentable con trabajo decente y sin trabajo infantil reduciendo las desigualdades regionales persistentes en: infraestructura, créditos, empleo, salario, pobreza, educación, salud, vivienda, etc.
Referencias
* Doctora en Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires (2012), Magister en Política y Sociología-FLACSO- (2002), Lic. En Ciencia Política de la Universidad Nacional de Rosario (1989).
Pertenece al plantel de científicos del Concejo Nacional de Investigaciones Científicas y Tecnológicas (CONICET) desde 1997.
Profesora de “Metodología de la investigación” en la Maestría de Educación de la Universidad del Salvador, Buenos Aires.
Posee una trayectoria en la docencia de grado desde 1986, dentro de distintas unidades académicas (Universidad Nacional de Entre Ríos y Universidad Nacional de Rosario en las Facultades de Ciencia Política y RRII, Derecho y Medicina y en la UNNE).
Su trayectoria laboral estuvo mayormente ligada al campo de la salud publica desde 1989 al 2008, donde hizo carrera académica en la cátedra “Medicina y Sociedad” de la Facultad de Ciencias Medicas de la Universidad Nacional de Rosario, Rosario.
Dicta cursos de postgrado desde el año 2002 en las siguientes instituciones: Universidad Nacional de Mar del Plata, Universidad de Buenos Aires, Universidad Nacional de Rosario, la UNNE, el Colegio Médico Distrito 4to de San Martín, Provincia de Bs. As y el Ministerio de Salud de la Provincia de Santa, la Facultad de Psicología /UCP y la Facultad de Derecho de la UNNE y en las sedes de las provincias de Santa Fe, Corrientes y Entre Ríos de la Universidad del Salvador (USAL)
Tiene numerosos antecedentes en investigación científica en el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Tecnológicas (CONICET) desde 1997 y continúa, estando dedicada al estudio de problemáticas ligadas a las condiciones de trabajo que afectan la salud en Argentina y el Mercosur y actualmente al trabajo infantil urbano, rural y Esclavo/trata. Desde 2008 se encuentra en la ciudad de Corrientes llevando adelante el estudio científico de CONICET sobre la problemática del trabajo infantil.
Posee publicaciones en revistas especializadas con referato (nacionales y extranjeras), así como capítulos de libros. Ha publicado dos libros: “Trabajo infantil y educación” junto a Héctor Boleso, Corrientes, Editorial Moglia (2010) y “Trabajo infantil y salud: aportes a la construcción del conocimiento”, Saarbrücken, Germany, Editorial Académica Española (2011)
Directora del Grupo Salud de los Trabajadores de la Federación Argentina de Medicina General/FAMG. Años 2005-2008. Integrante del Comité Coordinador de la Cátedra FODEPAL por el Grupo Salud de los Trabajadores/FAMG/Facultad de Ciencias Medicas/UNR. (UCM/AEICI/FAO), Organismo de Naciones Unidas, Años 2005-2007. Rosario (Santa Fe)
Direcciones de contacto:
E-mail: silvakusy@hotmail.com, msilvakusy@yahoo.com.ar
[i] Un primera versión del documento fue presentada en el XXXII Encuentro de Geohistoria Regional, Organizado por Instituto de Investigaciones Geohistoria de CONICET/UNNE, Resistencia, Chaco (Argentina) , 27,28 y 29 de septiembre de 2012.
[ii] Si bien se analiza el caso de Corrientes, se alude al poder central debido a la dependencia jerárquica, funcional y presupuestaria con que funciona el sistema de federalismo centrípeto, sumado a la incapacidad de recaudación fiscal de la misma. De modo que en Corrientes la mayoría de programas que se implementan son nacionales y posee escasa capacidad de generar planes y programas propios en salud, educación, trabajo, obras públicas, etc.
[iii]Allí se indica que el sistema de indicadores de Desarrollo sostenible es fruto de discusiones desde abril de 2004, habiendo sido declarado de interés Parlamentario según orden del Día Nro. 1222 del 3 de octubre de 2006. Sitio web oficial: http://www.ambiente.gov.ar/default.asp?IdArticulo=4183. Consultado en setiembre de 2007.
[iv] Personalmente he participado desde el grupo “Salud de los Trabajadores” FAMG/Facultad de Medicina en dicha cátedra de la FAO, integrada por varias facultades de la UNR durante los años 2005-2008.web cite: www.observatoriodelsur.unr.edu.ar.
[v] Nuevo incremento al salario básico. http://www.corrientesaldia.com.ar/es/articulo/149434/La-Provincia-oficializo-el-aumento-desde-marzo-tendra-un-impacto-entre-200-y-600-pesos-en-los-sueldos. Corrientes, 12 de marzo de 2012
[vi] Los empleados municipales tendrán un mínimo de $2.300. http://www.corrientesaldia.com.ar/es/articulo/149465/Los-empleados-municipales-tendran-un-minimo-de-2300. Corrientes, 14 de marzo de 2012.
[vii] La EANNA del año 2005 solo abarca las siguientes jurisdicciones: a) Región del GBA: ciudad de buenos Aires y Partidos del Gran Buenos Aires, b) Subregión del NOA: provincia de Tucumán, Salta y Jujuy, c) Subregión del NEA: provincias de Chaco y Formosa, y d) Provincia de Mendoza.
[viii] El PNUD en su informe de 2007 y el de 2010 indica sin datos sobre la tasa de trabajo infantil que permitan lograr el Objetivo III de “Promover el trabajo decente” para el 2015.
[ix] Fue anunciado en la prensa los primeros días de enero 2009 – año de peso “electoral”-, pero pasado los meses se desconoce cuándo se hará realidad, cual es el organismo competente, quienes son los profesionales responsables de la ejecución, en qué lugar físico (oficina) se encuentran, cómo será implementado, en cuantas etapas y a quienes beneficiará.
[x] Es un programa del Instituto Provincial del Tabaco que reciben 1.500.000 pesos de una partida nacional, por única vez. Se concede asistencia financiera para 2.463 productores de Goya y alrededores que reciben recursos para atender los gastos de contratación temporaria de adultos en reemplazo de niñas y niños, y se dictan 13 charlas sobre Concientización Sobre la Escolaridad Sostenida en el año 2008.
[xi] Lanzan 0800 para erradicar el trabajo infantil en Corrientes. Boletín virtual. Publicado 09-06-11. Web cite: http://www.corrientesya.info/component/content/article/49-destacadas/26389-lanzan-0800-para-erradicar-el-trabajo-infantil-en-corrientes-. Fecha de consulta: 07-02-12.
[xii]Entrevista realizada en el año 2008, publicadas en el paper denominado “Agricultura familiar y desarrollo sustentable: una mirada desde las políticas protectoras del trabajo decente y saludable”, presentado en ALFATER 2008, Alimentación, Agricultura Familiar y Territorio, IV Congreso Internacional de la Red SIAL, organizado por INTA Balcarce, Mar del Plata, 27 al 31 de octubre de 2008 por quien suscribe, María Alejandra Silva.
[xiii]Esto se desprende de varios estudios en la Argentina y el NEA como: Eclac (2009), Kess (2010) y Aradas (2010). Silva, María Alejandra (2011), La cuestión de género en la infancia: una mirada desde el desarrollo, Primer Jornada de Dialogo Reflexivo: “Desarrollo Humano y Genero”, organizan Solidagro y Conciencia, Resistencia, Chaco, 29 de marzo.
[xiv] La evolución del indicador de desarrollo humano (IDH) en Argentina durante las últimas tres décadas ha sido ascendente, con la excepción del período 2000–2003, donde se observa una disminución atribuible a los efectos de la profunda crisis económica y social experimentada por el país en ese lapso. (PNUD, 2009)
[xv] Además de: Gran Buenos Aires, Gran Mendoza y San Rafael, Gran Rosario, Gran Córdoba, Gran Tucumán y Tafi Viejo, Mar del Plata, Gran Paraná, Gran San Juan, Gran Salta, Neuquén- Plottier, Zarate, La Rioja, Comodoro Rivadavia, Usuahia y Rio Grande.
[xvi]Esto sucede en el tema de la emergencia alimentaria, ferroviaria, de obras públicas, agropecuaria, sanitaria, en la asignación de los ATN y en planes de empleo. Esto es detallado con precisión por el Dr. Leandro Despouy en su informe del 13 de marzo de 2012.
Bibliografía consultada
AGN (2012), El control público en la argentina, realidades y perspectivas: Cuestiones sustantivas abordadas en los informes de la Auditoría General de la Nación a lo largo de la década 2002-2012. Informe del presidente de la Auditoría General de la Nación, Dr. Leandro DESPOUY, Buenos Aires, 13 de marzo de 2012.
ACOSTA, Fabiàn y SILVA, Marìa Alejandra (2011), ¿Es posible el desarrollo rural con trabajo infantil ?, VII Jornadas interdisciplinarias de estudios agrarios y agroindustriales, CEIA- Fac. Cs Económicas/UBA, Buenos Aires, 1, 2, 3 y 4 de noviembre de 2011
APARICIO, Susana et. al. y otros (2012), “El trabajo infantil en el agro argentino” en MACRI Mariela y Claudia UHART (comps.) Trabajos infantiles e infancias: investigaciones en territorio (Argentina 2005-2010). Buenos Aires: La Crujìa.
CARDOZO, Nelson (2008), “Brasil y Argentina: federalismo y sistema de partidos“, Boletín de Política Comparada , Número 1.
Cátedra Observatorio del Sur: hacia un desarrollo rural sustentable (2005). FAO/FODEPAL/UNR. Web cite: www.observatoriodelsur.unr.edu.ar
CEPAL (2007), “Calidad de la educación: las desigualdades más allá del acceso y la progresión” en Panorama Social de América Latina. Capítulo III, Chile, CEPAL p. 195.
DEYC (2009) Población de 3 años a 14 años según condiciones de asistencia educativa por grupo de edad total provincia Corrientes, Corrientes en Cifras 2009, Corrientes, Dirección de Estadísticas y Censos Provincia de Corrientes.
DEYC (2010) Tasa de repitencia, promoción efectiva y sobreedad según nivel de escolaridad. Año 2009 (provisorios), Corrientes en Cifras 2010, Corrientes, Dirección de Estadísticas y Censos Provincia de Corrientes.
GUIMARÃES, Roberto (1998), “La ética de la sustentabilidad y la formulación de políticas de desarrollo” en ALIMONDA, Héctor, Ecología política: naturaleza, sociedad y utopía. Buenos Aires: CLACSO.
IICA/DDA/PROINDER, (2007), “Los pequeños productores en la República Argentina: importancia en la producción agropecuaria y en el empleo en base al Censo Nacional Agropecuario 2002”, Serie Estudios e Investigaciones 10, 2a ed., Secretaría Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentos. Dirección de Desarrollo Agropecuario e Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura, – Buenos Aires, Argentina, 2007: 95.
IDESA (2011), 2 de cada 3 jóvenes que ni trabajan, ni estudian, ni buscan trabajo no finalizó el secundario, Informe Nacional, núm. 406, Buenos Aires, Instituto de Desarrollo Social.
INDEC (2002), Mercado de Trabajo: principales indicadores de los aglomerados urbanos- Octubre 2002.
INDEC (2011) Censo 2010 resultados parciales- Total país. Total Provincia de Corrientes. Cite web:
<http://www.deyc-corrientes.gov.ar/censo010/prov2010.htm. Consultada el 25 de setiembre de 2011.
KESSLER, Gabriel (2011), “Exclusión social y desigualdad ¿nociones útiles para pensar la estructura social argentina?” Labvoratorio, Nº 24.
LOEWY, Francisco (2002), La encrucijada: Argentina y su reencuentro con el futuro, Buenos Aires: Editorial Dunken.
Ministerio de Planificación Federal, Inversión Pública y Servicios, (2011), Argentina 2012- 2016: Política y Estrategia Nacional de Desarrollo y Ordenamiento Territorial, Gobierno Nacional Argentino, Buenos Aires, Argentina.
NEIMAN Guillermo (2003), “Los salarios de los trabajadores comprendidos en el Régimen Nacional de Trabajo Agrario”, Serie Documentos de Trabajo, Numero 7.
OIM (2006) Estudio exploratorio sobre Trata de personas con fines de explotación sexual en Argentina, Chile y Uruguay. Organización Internacional de Migraciones, Buenos Aires, Argentina.
PÉREZ CORREA, Edelmira y María Adelaida FARAH QUIJANO (2003), “El desarrollo rural en américa Latina” en M.BENDINI, S. CAVALCANTI, M. MURMIS y P. TSAKOUMAGKOS El campo de la sociología actual, Universidad Nacional del Comahue, pp: 109-127.
PNUD (2009), Aportes para el desarrollo humano en la Argentina, Buenos Aires, Argentina.
RED COMUNIDADES RURALES (2008), Encuesta sobre educación y desarrollo, Fundación Andreani y Red Comunidades Rurales, Buenos Aires, Argentina.
SILGUERO CORREA, Federico (2011) “Derechos en el nuevo régimen del trabajo agrario”, Revista Derecho Del Trabajo, Año 1, Numero 1, pp. 321-329.
SILVA, María Alejandra (2007),“Trabajo Infantil y Salud: cien años después de Bialet Massé” en LAGOS Leandro, Marìa FLEITAs y Marta BOVI (comps.), A cien años del Informe Bialet-Massé: el trabajo en la Argentina del Siglo XX y albores del siglo XXI, (1ra edic. pp.) Jujuy, Editorial de la Universidad Nacional de Jujuy.
SILVA, María Alejandra (2008), “Agricultura familiar y desarrollo sustentable: una mirada desde las políticas protectoras del trabajo decente y saludable”, IV Congreso Internacional de la Red SIAL "Alimentación, Agricultura Familiar y Territorio" ALFATER 2008, organizado por INTA Balcarce, Mar del Plata, Bs. As.
SILVA, María Alejandra (2011a), La mirada sobre el desarrollo sustentable: ¿Tiene en cuenta la infancia y el trabajo infantil?”, III Jornadas Interdisciplinarias en desarrollo sustentable: abriendo caminos a RIO+20, Organizada por la Corrientes, 18 y 19 de Noviembre de 2011.
SILVA, María Alejandra (2011b), Trabajo infantil y salud: aportes a la construcción del conocimiento , Saarbrücken, Germany , Editorial Académica Española.
SILVA, María Alejandra (2012), “Trabajo infantil en la ciudad de Corrientes: Aspectos macro y micro sociales”, Tesis doctoral, Doctorado en Ciencias Sociales, Facultad de Sociales, Universidad de Buenos Aires, CABA.
UCA (2007) “Las Políticas Públicas Deben Ayudar A Disminuir Las Diferencias Regionales”, Serie Informes De La Economía Real “Empleo Y Desarrollo Social”, Universidad Católica Argentina, Buenos Aires.
UCA (2011), “La estratificación social del trabajo infantil: Niñez y adolescencia en la Argentina urbana 2010”. Serie del Bicentenario 2010-2016, Boletín Nº 2
UNICEF (2004), Enfoque integral de los derechos y el trabajo infantil: oportunidades y desafíos, Buenos Aires, Edita UNICEF.
UNICEF (2009), Datos generales sobre infancia y adolescencia, Buenos Aires. Edita UNICEF.
Ecoportal.net
Revista Espacio Abierto
Cuaderno Venezolano de Sociología
Universidad de Zulia- Venezuela
Volumen 23, enero-marzo 2014, 1
ISSN 1315-006