La medicina tiene su origen en las propiedades naturales de los alimentos. De ellos se extraen las vitaminas, los antioxidantes y algunos minerales, entre otros. Las frutas son muy completas!
Y de todos los grupos alimenticios, las frutas, por sus distintas cualidades, están entre los alimentos más saludables y con mayor impacto positivo sobre el cuidado de tu organismo. ¿A qué se debe? A que pueden consumirse crudas, y eso permite aprovechar la totalidad de los nutrientes que poseen.
De esos nutrientes se destacan vitaminas, minerales y oligoelementos, que aparecen en muchos alimentos pero son exterminados con la cocción. En las frutas, su consumo es directo y fortalecen las defensas del organismo, favorecen la desintoxicación, colaboran en las funciones del sistema digestivo y refuerzan la fibra muscular, entre otros beneficios principales. Y también sus jugos son muy aprovechables, sobre todo para la hidratación en la época estival.
La piña: Ayuda con la digestión de proteínas, gracias a sus propiedades que actúan como antiinflamatorios y analgésicos naturales. También tiene la capacidad para luchar contra la bronquitis y la sinusitis, ayudar a curar úlceras de estómago y reparar los tejidos del cuerpo. Contiene colágeno natural que estimula el sistema inmunitario y elementos desintoxicantes que estimulan la función renal y ayudan a purificar la sangre.
La papaya: Esta es una poderosa fruta sanadora y desintoxicante. Ha sido documentado por la Universidad de la Florida que la papaya tiene efectos contra el cáncer y contra los tumores del cuello uterino, mama, hígado, pulmón y páncreas. Tiene un montón de vitamina C, E y betacarotenos, que ayudan a reducir la inflamación. El té de hoja de papaya también es muy bueno para estos propósitos.
La toronja o pomelo: Esta fruta cítrica es rica en taninos y flavonoides antioxidantes que también ayudan a combatir los radicales libres. Además es bueno para alcalinizar el cuerpo.
Las frutas del bosque: Tienen muchos antioxidantes. Estos refuerzan el sistema inmunológico y ayudan a combatir los radicales libres introducidos en el cuerpo por la exposición al humo, el estrés, las toxinas y los pesticidas.
El kiwi: Contiene dos veces la cantidad de vitamina C que las naranjas, más fibra que las manzanas y más potasio que los plátanos. El kiwis trabaja como la aspirina pero sin los efectos secundarios y ayuda también a reducir el daño del estrés oxidativo al ADN, y posee la capacidad de ayudar a las células dañadas.
El limón: Aunque es una fruta ácida, en el cuerpo actúa como un alcalinizante que ayuda a regular el pH. Sirve para contrarrestar los efectos de la acidez en el cuerpo y es rico en vitamina C. También ayuda con la asimilación y absorción de las propiedades de los vegetales de hojas verdes.
La guayaba: Contiene más del licopeno antioxidante que combate el cáncer que cualquier otra fruta o verdura.
Intenta planificar tus comidas diarias, al menos con dos frutas al día y verás grandes cambios en tu salud.
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