El huevo: los falsos mitos del alimento más sano y completo

Hasta hace relativamente poco tiempo se decía que comer muchos huevos era perjudicial para la salud, provocando que los niveles de colesterol de las personas estuvieran demasiado altos, con todos los problemas que ello podía provocar.

Sin embargo, los años y las investigaciones han revelado todo lo contrario. Es más, a estas alturas, incluso hay estudios médicos que hablan de lo saludable que puede llegar a ser el comer, como mínimo, un huevo al día.

Prevención de enfermedades

Un reciente estudio realizado en China, con una amplísima muestra de medio millón de personas ha revelado muchos más beneficios del huevo en la salud de las personas. Así, este estudio indica que la ingesta de al menos un huevo al día previene enfermedades cardíacas y accidentes cardiovasculares.

El huevo ha demostrado, también, su alto valor proteico. Este valor le permite ser la base de una dieta saludable. Ello es debido a su alto nivel de proteínas y también de vitaminas A, D, B y B12. Estamos ante el alimento más nutritivo que la naturaleza puede darnos.

Los huevos no causan colesterol

Como decíamos al principio, durante años, los huevos han sido señalados como una fuente de colesterol. Si bien es cierto que la yema tiene un alto contenido de grasas saturadas, se ha demostrado que dichas grasas saturadas aportan el denominado “colesterol bueno” y, por lo tanto y al contrario de lo que se pensaba, son un alimento sano y para nada dañino para la salud.

Ahora bien, los consumidores deben tener claro qué huevos son mejores, puesto que hay muchas categorías diferentes de huevos. Las categorías de los huevos pueden verse en los números que se imprimen en las cáscaras. Sucede que, la mayoría de los consumidores, no entiende esos códigos. En definitiva, no sabe qué tipo de huevos está comprando.

Cómo entender el código

Los huevos tienen impreso un código de 11 dígitos y letras que “explican” desde la categoría del huevo en función de la crianza de las gallinas, hasta la granja en concreto de la que procede. El primer dígito corresponde a la primera cuestión. Las letras corresponden al país de la Unión Europea en donde está ubicada la granja y los dos últimos bloques corresponden, respectivamente, al municipio y granja concreta de donde proceden.

Así, según la procedencia, los huevos van de la categoría 0 (la más orgánica y natural), hasta la categoría 3 (gallinas criadas en jaulas), que no tienen en cuenta el bienestar animal.