El escándalo de la vitamina C

La tomadura de pelo a la que se somete al consumidor ha llegado a su cota más alta. Leches fermentadas que prometen mantener nuestras defensas, complementos que dicen ayudarnos a estudiar, bebidas de belleza que aseguran embellecernos desde dentro, pastillas anti-envejecimiento y un largo etcétera. Ni los famosos lactobacilos, ni la fosfatidilserina, ni la jalea real, ni los macroantioxidantes, ni el resveratrol, ni la carnitina, ni el triptófano, ni el resto de mágicos ingredientes que forman parte de su composición han demostrado eficacia alguna.